H O J A nº 66 / 2003

RODRIGO ANGÜE NGUEMA HA SIDO PUESTO EN LIBERTAD. A última hora de la mañana de hoy ha sido puesto en libertad Rodrigo Angüe Ngumea, corresponsal de AFP en Malabo. No se han formulado cargos contra él y ha sido puesto a disposición de la fiscalía de la República. Dado que el fiscal general está de viaje por el extranjero, Rodrigo Angüe deberá esperar su regreso para ver como progresa su causa.
No hay novedades respecto al resto de los detenidos, es decir, continúan en prisión.

PLACIDO MICÓ EN EL PARLAMENTO EUROPEO. El secretario general de CPDS está llevando a cabo durante la tarde de ayer y todo el día de hoy una visita al Parlamento Europeo invitado por la representación socialista en dicha institución. El objeto de la visita de Plácido Micó es agradecer las gestiones que desde allí se realizaron para su puesta en libertad, expresar la preocupación de los dirigentes de CPDS por la situación de las libertades públicas en Guinea y recabar apoyos y observación para las elecciones legislativas que tendrán lugar en el próximo año en aquel país.

En la tarde de ayer la delegación guineana fue recibida por José Ignacio Salafranca, coordinador de Asuntos Exteriores del grupo del PPE (Partido Popular Europeo) y cenó con Raimon Obiols, Vicepresidente del Grupo del Partido Socialista Europeo.

A lo largo del día de hoy han saludado (a las 8,30 horas) al Presidente del Parlamento Europeo, señor Pat Cox; se han reunido (a las 11 horas) con miembros del Grupo Socialista Europeo, pertenecientes a la Asamblea ACP, encabezados por Jean François Vallin; (a las 13 horas) con miembros españoles del Grupo Socialista Europeo; (a las 15 horas) con Karin Yunker, coordinadora socialista en la Asamblea ACP.

A las 15,30 han celebrado una rueda de prensa con distintos medios acreditados en Bruselas a la que han asistido la agencia EFE, la Agencia Europa Press, El País y Radio Nacional de España. Plácido Micó ha respondido en ella a preguntas relativas a la situación guineana, los rumores sobre un posible golpe de estado a finales del pasado mes y la detención del periodista de AFP, Rodrigo Angüe Nguema.

La agenda de la visita incluye todavía reuniones con diputados socialistas Miguel Angel Martínez y Enrique Barón.

LAS ADMINISTRACIONES GUINEANA Y ESPAÑOLA FIRMAN ACUERDOS. VAN Y VIENEN MINISTROS DE AMBOS GOBIERNOS. En el día de ayer los ministros de Economía, Rodrigo Rato y Baltasar Engonga, firmaron en Madrid dos acuerdos relativos a la conversión de la deuda guineana y ultimaron detalles para un tercero relativo a la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (PPRI). Según un despacho de Europa Press los acuerdos de conversión de la deuda implican 17 millones de euros para inversiones privadas y 31,5 millones para inversiones sociales. Rodrigo Rato (siempre según Europa Press) señaló que esta firma se produce en un marco de ”normalización” de relaciones entre los dos países y recalcó la conveniencia de una evolución democrática en Guinea Ecuatorial, con respeto a los derechos humanos y un sistema jurídico que ofrezca garantías a los inversores extranjeros.

Hoy ha tenido lugar también en Madrid, en la Casa de América, una reunión con empresarios españoles denominada ”Oportunidades de cooperación empresarial en Guinea Ecuatorial” a la que han asistido el ministro guineano Baltasar Engonga, el embajador español en Malabo Carlos Robles Fraga y distintos técnicos y directivos del ICEX (Instituto Español de Comercio Exterior), entidad que organizaba el acto.

Los ponentes han insistido en el momento especialmente dulce de las relaciones entre ambos gobiernos ante un auditorio amplio (unas cincuenta personas), escéptico ante las ”maravillas” que se le contaban, pero expectante siempre ante las novedades económicas que proceden del país africano.

Cabe destacar la entusiasta participación del señor Robles Fraga. Según el embajador español las relaciones entre los dos países (España y Guinea) poco menos que comenzaron cuando su partido (el Partido Popular) llegó al gobierno. Entonces ”la puerta de las relaciones estaba cerrada y se había echado la llave al mar”. El punto de arranque de la nueva situación era creer que ”Guinea forma parte de la política interior española”. Las bases de la nueva política del PP se asentaban sobre dos pilares: presencia española en Guinea y dialogo continuado entre los dos gobiernos. Siempre según Robles Fraga, el presidente Aznar tuvo un papel importantísimo en la elaboración de esa política. También según el embajador estos dos principios son aceptados por la oposición española y no se verán afectados cualesquiera que sean los resultados de las elecciones generales a celebrar en nuestro país en la primavera próxima.

De creer al embajador, casi toda la política guineana cuenta con el asesoramiento de la embajada española en Malabo. El gobierno español apoya al guineano en sus relaciones con la UE, le asesora en sus problemas fronterizos, anima un diálogo económico que se habría visto recompensado con ”el regreso de Repsol a Guinea” y la firma de los acuerdos relativos a la deuda guineana y anima un diálogo cultural que se concreta en el apoyo a la UNGE (Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial) y a un proyecto de renovación del plan de estudios secundarios. Anunció también la próxima renovación de los acuerdos de cooperación por otro plazo de cuatro años. Las compensaciones guineanas a esta política española habrían sido: apoyo de la diplomacia guineana a las posturas españolas en la reorganización de la Organización Mundial del Turismo, en la que la administración española estaba muy interesada y que ”el gobierno guineano está comprando en España todos los libros que destina a la enseñanza secundaria”. Nuestro país apoyará también proyectos de modernización de la administración guineana, incluyendo temas relativos a las cárceles y al orden público.

Para hacer frente a cualquier objeción que pudiera ponerse a su optimismo, Robles Fraga argumentó lo que sin duda era sobradamente conocido por el auditorio ”Guinea no es un país fácil” y ”no estamos hablando de Luxemburgo”. No desarrolló, sin embargo, estas ideas y solo reconoció limitaciones a las ”maravillas” guineanas cuando en el coloquio le fueron puestas de relieve por alguno de los intervinientes. (Por cierto, el entusiasmo del embajador le llevó a responder a todas las preguntas que se formularon fuera, o no, el destinatario de las mismas).

A lo largo de las demás ponencias se puso de relieve el papel de las importaciones españolas en Guinea (las importaciones procedentes de nuestro país suponen el 26% del total, por detras de las norteamericanas, 30%, y por delante de las francesas, 22%) orientadas por este orden a: productos agroalimentarios, vehículos y repuestos, maquinaria y calderería, materiales de construcción, derivados del plástico y muebles.

La intervención del director general de SERCOBE, José Luis Castañeda, permitió conocer algunos aspectos de la actuación de esta asociación empresarial en Guinea. El señor Castañeda se mostró muy complacido por la política española en aquel país y afirmó que el dictador guineano, con el que parece reunirse con alguna frecuencia, también lo está (”el gobierno guineano está muy satisfecho con los acuerdos sobre la deuda”, le habría dicho personalmente, y también, ”las autoridades españolas han sido muy generosas en este tema”. Obiang habría acabado su expansión diciéndole para todos los empresarios españoles: ”Sugiérannos ustedes nuevas áreas de negocio”).

El ministro guineano de economía habló durante bastante rato de los supuestos fantasmas existentes entre las relaciones España-Guinea que habrían sido espantados con la firma de estos acuerdos. Repasó las leyes que, según él, proporcionan seguridad jurídica a los inversores (algunas de ellas muy antiguas y que, desde luego, no han servido en otros momentos para tal fin) y señaló los que a juicio de la administración guineana serían los sectores prioritarios de las inversiones procedentes de España: infraestructuras, diversificación de los sectores agropecuarios y pesqueros, salud, formación, turismo y comercio en general. Se refirió a la posibilidad de establecer un puerto franco en Guinea que permitiera la canalización de productos hacia toda el Africa Central. (Los ”fantasmas del pasado” estuvieron a punto de reaparecer cuando el señor Engonga respondió irritado a una pregunta sobre la supuesta prioridad de la salud y la enseñanza en las políticas guineanas que, sin embargo, no se ven reflejadas en el presupuesto del país).

Los técnicos del ICEX describieron,por último,los acuerdos de conversión de la deuda y prometieron información rápida y suficiente en las páginas web del Ministerio de Economía español.

En resumen, excesivo entusiasmo por parte de las autoridades españolas respecto a la realidad guineana y pocas ideas nuevas. Lo dicho por el embajador, el representante de SERCOBE y el ministro de Economía guineano tiene sabor de cosa ya vista, ya ensayada en otros momentos y finalmente ahogada entre la arbitrariedad, la corrupción y la incuria de la administración guineana.


ASOCIACIÓN PARA LA SOLIDARIDAD DEMOCRÁTICA CON GUINEA ECUATORIAL (ASODEGUE)

11 de noviembre de 2003




Fuente: ASODEGUE

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