El Sr. Siale Bileká acaba de dimitir como Presidente de la Corte Suprema. Es una grave crisis a los ojos de cualquiera, pero Obiang solo se limita a comentar que su ejemplo debería ser seguido por más gente en estos momentos que tiene verdadera intención de democratizar el país. Solo una neurona de su cerebro habrá advertido esas intenciones democratizadoras de Obiang porque el resto de su cerebro mefistofélico resuena tiranía, la misma que vemos todos en sus acciones.

La democracia de Obiang es otra fantasmada cuyo reverso sufrimos desde hace eones. Obiang solo ve golpedestados y fantasmas donde todos vemos sus torpezas y sus crimenes. El tirano ve lo que no vemos y nosotros vemos lo que no ve el tirano.

Ignoramos el estado mental del dictador en estos momentos, pero nuestra impresión es que su crisis esquizofrénica es cada vez más profunda, como lo es la grave hecatombe que vive el país, sometido a sospechas de golpedestados que el tirano espanta con torturas, encarcelamientos indefinidos sin causa judicial abierta y llamadas frecuentes a la vigilancia permanente contra un enemigo invisible.

Varias personas permanecen encarceladas sin que el gobierno u Obiang den cuenta de los motivos, Ndong Ona ha sido obligado a abandonar el país después de ser perseguido sin causa aparente haciendole caer en una fuerte depresión, Bienvenido Samba Momesori fué secuestrado hace tres meses por las fuerzas policiales de Obiang y está recluido en la cárcel de Evinayong en régimen de incomunicación sin que se sepa de qué se le acusa, acompañando a otro preso político, Felipe Ondó, que fuera separado en verano de sus compañeros en la cárcel de Black Beach. Gran parte de los encuasados por el macrojuicio vergonzoso del 2002 siguen penando en Black Beach, todos familiares de Felipe Ondo.

A todo esto, Las dos ciudades más importantes del pais no disponen de energía eléctrica de forma continua ni de agua corriente, produciendo el país más de 350 mil barriles de petróleo diarios. Todas las obras que se emprendieron fueron financiados con créditos de instituciones financieras internacionales cuando el dictador tiene en cuentas externas más de 600 millones de dólares a su nombre. Cuando el país debería disponer de liquidez, resulta que se endeuda para que sean nuestros hijos los que paguen esas obras chapuzeras en el futuro.

Las promesas de separar de las rentas del petróleo una parte para las generaciones futuras y otra para el desarrollo rural, hechas solemnemente en ”conferencias económicas” de cara a la galería, no se están cumpliendo. A todo esto se rumorea que las cuentas y las mansiones de Obiang en el exterior están embargadas por orden judicial, como consecuencia de varias demandas civiles contra el tirano hechas por sus extraños socios en negocios oscuros.

Su hijo sigue dilapidando los dineros del pueblo en conciertos navideños en Bata, sin contar las enormes sumas gastadas en Europa en coches de superlujo, yates caros, mansiones y hoteles de infinitas estrellas.

Cualquiera ve que esto no puede seguir y no va a seguir. Cada día se abre un hoyo en la tierra que pisa Obiang, quien lejos de caminar con pies de plomo, destroza el suelo que le sostiene huyendo hacia adelante pero en espiral hasta que no le quede tierra donde pisar. Cuanto más corre, más cerca está del final de su locura.

Ndong Ona tenía muchos seguidores. Felipe Ondo tenía muchos seguidores. El pueblo guineano que ha sido expoliado durante tanto tiempo hasta quedar exangüe, tiene muchos seguidores.

¿Quien sigue en su locura al dictador ahora? Un puñado de personas cobardes, incapaces de frenarle. Por eso, hoy más que nunca, se puede afirmar que se está cerrando el círculo del régimen y están agotadas las energías de ese motor ruidoso y poco eficiente que ha representado la tiranía del calígula del Golfo de Guinea.

Todo el gobierno debería dimitir. Todos los funcionarios deberían quedarse en sus casas. Con eso ahorrarían energía eléctrica al menos, porque no hacen nada.

Las ambiciones de Bongó por hacerse con las aguas ricas en petróleo de la Bahía de Corisco y la debacle anárquica de Guinea, obligan a la toma inmediata del poder en Guinea por parte de las fuerzas de la razón.
Y las fuerzas de la razón no son otras que una alianza democrática por el cambio, sin caudillismos peligrosos ni aventureros de tres al cuarto.

Marzo o abril, con sus elecciones, constituyen la ocasión propicia para apartar a Obiang del poder. O un 19 Brumario cualquiera. Porque cualquier fecha temprana es propicia para la toma de la Bastiella, en honor a nuestros hijos que merecen un futuro mejor o en honor a nuestros muertos que nos reclaman la acción inmediata desde el pais de Bekón.

Nvo e´Zang Okenve Mituy
Profesor Univerdidad Politécnica de Madrid

Fuente: Celestino Okenve

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