PARTIDO POPULAR DE GUINEA ECUATORIAL

1. PRESENTACION

La República de Guinea Ecuatorial surge como Estado el 12 de octubre de 1968; pero su sociedad existe mucho antes de esta fecha, y el ejercicio del poder político de esta sociedad se ha ido degenerando gravemente, mucho mas a partir de la fecha de la independencia.

El problema que tiene nuestro país, pues, reside en el equivocado concepto que se tiene del “ejercicio del poder”; es la causa que hoy explica la miseria de un país con tantos recursos; que explica que nuestros gobernantes se hayan aliado con la corrupción en régimen de impunidad total, que hace que la actividad política en general y los políticos se merezcan una escasa fiabilidad social.

El papel de los movimientos políticos preexistentes a la independencia pronto se agotó con el acceso al poder de uno de sus protagonistas. La obsesión de sus líderes por “echar al colono español” revela sus pretensiones materialistas sobre los bienes patrimoniales del nuevo estado, que junto a su escasa convicción democrática pronto terminarían adoptando una dictadura materialista que ha perdurado hasta hoy, habiendo incorporado el elemento familiar (con sus variantes) como entorno de confianza en ausencia de una auténtica cultura de Estado y de partido político.

El cobarde proceso de cambio instaurado hace 13 años, por un gobierno mas bien presionado, además de no avanzar en el tímido proceso de apertura, ha cerrado las posibilidades de encuentro con los partidos para evaluar la marcha del proceso.


No estimula la articulación de la sociedad civil como forma de participación, y se ha dedicado mas bien a montar y desmontar golpes de Estado, en un país supuestamente democrático. Da la sensación de haber llegado a una situación de conflicto de muy difícil solución pacífica.

Estando así las cosas, no es menos cierto que estamos viviendo un momento político muy similar a la preindependencia. Una situación marcada por un poder ilegítimo, el pueblo no es soberano para decidir quién le gobierna y cómo; la disidencia política es fuertemente reprimida y la obsesión por el pensamiento único oficial alcanza niveles paranoicos. Así estaban las cosas antes de la independencia nacional. Ahora también toca hacer memoria histórica, sobre todo, para no volver a equivocar.

En la actualidad, la credibilidad de la oposición guineana ha bajado considerablemente, al menos, su escasa presencia pública así lo testimonia. Los partidos no ejercen influencia ni controlan la opinión pública en cuestiones sociales, económicas o políticas de Guinea ecuatorial.

En medio de un pueblo que, a pesar de su idónea dispersión para organizar acciones rebeldes como otros pueblos, nuestra sociedad no posee una cultura de rebeldía; traumatizada por 35 años de experiencias represivas conocidas hasta ahora, padecemos el miedo a todo lo que puede generar represalias por parte del Estado (Terorista). Ello hace imposible un funcionamiento efectivo del pluralismo político en el país, si se tiene en cuenta que una actividad seria de oposición política constituye amenaza o riesgo de pérdida de poder por parte del Estado. Es causa suficiente de debilitamiento de la base social de la oposición democrática en el interior de Guinea.

En el orden práctico, esta situación da una sensación de triunfo a la labor del PDGE, que de forma permanente, esta organizando difíciles espacios de legitimidad interior a base de secuestrar la voluntad de los mas ilustrados, forzándoles a un duro exilio interior mediante tácticas de control de acceso al mercado de trabajo; y al resto de la población en el medio rural, donde hoy no es posible ejercer como oposición a la dictadura, so pena de ser humillado ante este mismo pueblo.

Todo esto se traduce en la creciente idea de estar viviendo una suerte de partido único, con una escasa presencia de grupos, hoy reducidos todos a una labor de reivindicación democrática, ejercida sobre todo mediante su presencia en el país en situación de libertad condicional; la cual aprovechan para ejercer la denuncia de las atrocidades del gobierno como principal modo de ejercicio político.

En el exterior, lugar de mayor concentración del exilio guineano. Salvo las elementales dificultades personales y familiares de integración, no existe límite alguno para organizar la actividad política. Sin embargo, ésta no se realiza con la intensidad y el rigor propios de un colectivo en el que hoy pesa la esperanza de llevar el cambio hacia dentro. Sin embargo, la oposición exterior incurre, curiosamente, en la inactividad, en la medida en que no siendo capaz de superar su fragmentación actual, a pesar de sus diferencias todos los grupos o coaliciones paradójicamente terminan contemplando la misma fórmula de solución: sacar al dictador y hablaremos después.

¿Qué fórmulas ofrecen los unos y los otros? ¿En qué posición hablaría cada uno después?, o es que desaparecida la dictadura ¿Todos impulsarían el diálogo como si de repente ello fuera una virtud muy común entre los políticos guineanos?, y si así fuera, ¿Porqué no se dialoga ahora para pactar pautas concretas susceptibles de evaluar la posición posterior de cada uno?. Pero, sea cual fuere la solución, se anuncia un escenario de vencedores y vencidos.

En un contexto como éste, de futuro imprevisible, se organiza un grupo humano con una visión de Estado distinta, proyectados para superar la actual situación de inmovilismo. Que pretende abordar el futuro con espíritu reformista, en el sentido de partir de las pocas virtudes que todavía conserva el sistema y proyectar correctamente la acción de cambio sobre éstas.

Partimos de un diagnóstico muy realista y crítico, necesario para combatir las graves diferencias sociales hoy fabricadas por la dictadura para su propia supervivencia política, y acertar en el diseño de un modelo de sociedad basado en la integración. Para ello hablamos desde posiciones de centro, como expresión de moderación y lealtad con la reivindicación popular en el ejercicio de la soberanía, la reforma y funcionamiento de las instituciones, y un movimiento gradual hacia un Liberalismo Solidario, substrato de nuestra cultura de producción y base del bien común, marco delimitador del papel del Estado en una sociedad impulsada por un sector privado fuerte y competitivo.

Este partido nace desde el dolor de quienes hubiesen querido contribuir en la consolidación de los partidos o algunos de los partidos ya existentes en el país.

Pero la realidad nos ha ido uniendo en la vocación de organizarnos como un grupo humano distinto, diferenciado y definido en torno a la necesidad de un verdadero proyecto de Estado, de una visión de partido con propuestas claramente conocidas y susceptibles de debate por parte de nuestra sociedad; de la tolerancia y el pluralismo de pensamiento.

Desde luego nacemos con el dolor de una dictadura, pero creemos también que es posible hacer un discurso que no se agota en la critica a la dictadura; que ningún partido político guineano puede ser valorado hoy por la sociedad por sus propuestas, mas allá de sus críticas a la dictadura, y estas críticas son siempre denunciatorias de la vulneración de derechos que hace la dictadura. Pero si la dictadura no vulnerase derechos no seria dictadura, seria otra cosa. Pero la oposición cumpliría mejor con su papel, de realizar propuestas concretas, si quiera aquellas de carácter constitucional que sirvieran para erradicar dicha práctica en el futuro. Tristemente no es así.

Aquí radica una de nuestras inquietudes y la principal reivindicación del Partido Popular de Guinea Ecuatorial.

Falta de Propuestas Concretas de Futuro

Nos inquieta mucho que el pueblo no conoce el verdadero proyecto de nuestros partidos tradicionales; es decir lo que harían con el país una vez alcanzado el poder. Estos partidos se dedican a otras cosas; unos a fortalecer la imagen de sus líderes para ganar elecciones y otros a pasear por el mundo sin que ello suponga una aportación útil para el país.

Si no realizan un compromiso programático ahora, limitándose sólo a la denuncia; si alcanzasen el poder después de OBIANG y se volvieran dictadores ¿ Sobre qué se les podría exigir ?. Es triste que el clima de malestar generalizado de hoy impida ver la seriedad de este planteamiento y el rigor de su previsión. Eso es lo que ocurrió también en la preindependencia hasta que dicha filosofía de cazar antes y repartir después nos pasó la factura en forma de MACIAS NGUEMA BIYOGO ÑEGUE NDONG. Cazamos antes con Macías y él repartió con su familia y unos cuantos dóciles.

Las propuestas públicas no impiden ser dictador, sino que sus incumplimientos facilitarían al pueblo la labor de descubrir al nuevo tirano o al nuevo equipo de éstos. También debieran significar prueba suficiente para evaluar los comportamientos desde la misma actividad como opositor.

Partido Popular: Un Nuevo Impulso Generacional en la Política Nacional.

La diferencia generacional no es en sí misma un problema, si los objetivos se persiguen con un planteamiento comúnmente aceptado en el seno de un partido político. El problema surge cuando se quiere relacionar la edad con el ejercicio del poder necesariamente, reduciendo la idoneidad para gobernar, no como una cuestión de eficacia y capacidad, sino a un mero fenómeno ordenado más por la edad de las personas que por lo que éstas valen y pueden hacer.

Por otro lado, pensamos que sería sano en estos momentos de reordenación de la vida política nacional, reivindicar LA RECONCILIACION como un activo necesario para construir un escenario de estabilidad de cara al futuro. Y, con la tercera generación de guineanos hoy con 25 años de edad como media, se facilitaría mucho esta labor en la medida en que estamos en condiciones de trabajar alejados de los recelos históricos que hoy hacen imposible el entendimiento entre personalidades políticas guineanas mayores de 47 años de edad, salvando contadas distancias.

El Partido Popular de Guinea Ecuatorial: Un proyecto Abierto, con vocación de un debate Interno Sano; Una nueva Forma de Hacer Política.

Reivindicamos para ello un nuevo modelo de liderazgo, basado en el principio del “primum inter pares” ó “el primero entre iguales”; los partidos son como una sociedad democrática, unas asociaciones de iguales. Las necesidades de funcionamiento del equipo hacen que en determinados momentos y circunstancias, uno de los individuos del equipo pueda ser confiado por sus compañeros para ocupar el puesto dirigente en el equipo. En el partido todos somos necesarios y nadie imprescindible. Precisamente nacemos también como una actitud de rechazo a los vicios antidemocráticos en el liderazgo de los partidos tradicionales.

Somos, en este caso, mas bien un equipo con vocación de trabajo colectivo; que tiene su centro de decisiones en una Junta Ejecutiva Nacional (la J.E.N) de carácter colegiado, que no en un líder carismático, que tiene mas utilidad electoral que de depositario de una institución seria y plural. Adoptamos la figura del Presidente Ejecutivo básicamente para conjugar la operatividad en el funcionamiento del equipo y la eficacia en su gestión.


Somos conscientes de que el país necesita partidos fuertes, sólidos, de convicciones democráticas, capaces de transmitir a los ciudadanos una imagen de credibilidad, honradez y firmeza, así como la necesaria confianza para hacer suyas las reivindicaciones democráticas de la Oposición a la dictadura. Ello ayudará a generar un cambio profundo, que evite entregar el poder de nuevo en manos de demagogos, líderes carismáticos y salvadores de la pátria.


2. OPERSPECTIVAS IDEOLOOGICAS

Ante quienes piensan que “Africa no posee ideologías, que Guinea Ecuatorial en particular no las conoce; que en cualquier caso estas deberían abordarse con posterioridad a la dictadura por cuanto que ellas constituyen obstáculo a la unidad de la oposición frente al dictador”; creemos, por el contrario, que nuestra sociedad sí siente la necesidad de tener organizada su vida política con arreglo a modelos ideológicos.

Pero somos conscientes, sin embargo, que en la actual situación en que la conducta del gobierno no se ajusta a un esquema de orden basado en las virtudes (honradez, honestidad, disciplina, etc), resulte obvio que hablar de ideologías lleve, cuando menos, a la confusión.

Pero, si antes de 1991, el pluralismo político era igualmente utópico, no es menos cierto que en la actualidad podemos hablar del pluralismo político como una realidad en Guinea ecuatorial. Las ideologías constituyen, sin embargo, el camino por el que discurre dicho pluralismo político. Dos matizaciones: no juzgamos muy sano articular pactos para hacer frente al dictador, sino a la dictadura, cualquiera que sea su protagonista; por otro lado, la dictadura no debe condicionar la oferta ideológica para un partido político.

Por una parte, resulta muy débil el argumento del obstáculo a la unidad. Las ideologías constituyen el carnet de identidad de todo partido político; y ninguna razón basada en la ideología debe oponerse a la unidad frente a la barbarie dictatorial.

Por otro lado, sólo una reflexión ideológica puede conducir a la constitución de un Partido Político. El que los afiliados a un Partido Político lo sean como consecuencia de sus convicciones políticas no debe traducirse en la visión mecánica tradicional que dividía ideológicamente la sociedad en Izquierdas y Derechas. Este planteamiento, aparte de anacrónico, sería poco idóneo para el caso de Guinea Ecuatorial; una sociedad que no ha evolucionado mediante un proceso estratificador, que debiera consolidar, a su vez, determinados clases sociales o status por virtud de sus posiciones patrimoniales de origen histórico; mas allá del beneficio de cercanía de algunos con la burguesía colonial , o el beneficio de cercanía de pocos otros con la actual dictadura patrimonialista, que vive de los recursos públicos.

Nuestra sociedad sí necesita adaptar en la vida pública aquellas formulas de organización social, política y económica; muchas de ellas arraigadas en su propia cultura, y otras similares de nueva aportación. Se trata, en definitiva, de actitudes, talantes y formas con las que humanamente se identifican las personas en su quehacer diario en la sociedad.

Con el reclamo de la independencia nacional, nuestro pueblo entre otras cosas, evidenció un rechazo histórico al Liberalismo Elitista desarrollado durante la administración colonial, que si bien hubiera podido sentar las bases de una infraestructura productiva importante y consolidar un sector privado fuerte, dicho liberalismo se muestra políticamente excluyente, y no propicia el acceso de la población autóctona a los medios e instrumento de producción.

El modelo instaurado inmediatamente después se inspira en el comunismo, debido a la necesidad, entre otras cosas, de consolidar el nuevo gobierno surgido con la independencia; para ello había que apelar a la idea de unidad nacional. Sobre esta base se articuló una visión de la política y de la sociedad que pretende extraer de la cultura ancestral elementos como el valor patriarcal de la jefatura política tradicional que rige una estructura férreamente piramidal, dando lugar a un sistema de pensamiento único; se destruye la débil base del pluralismo inicial y se consagra el Partido Unico Nacional de Trabajadores, de corte Marxista-Leninista.

El pueblo rechaza dicho sistema por ser excesivamente excluyente y represor; las consecuencias de la ruptura entre el pueblo y el poder represor se traducen en una inhumanización de la actividad pública, donde el valor de la vida humana es reducido a la condición de mero objeto para el juego político.

En La actualidad no existe, en el plano político y social, un modelo ideológico concreto; pero, en el ámbito económico se ha propiciado un Falso Capitalismo , Comunal por partir del sistema africano de propiedad pública, donde ésta pertenece a la comunidad pero el régimen de explotación pertenece a los individuos para beneficio personal; se trata de un concepto de propiedad de uso, sin ningún equivalente en la cultura occidental; Falso; a pesar de que la propiedad privada esta consagrada en la constitución, ésta no pasa de ser una mera apariencia, del mismo modo que se adopta la economía de libre mercado sin llegar a serlo; pues, cuando faltan elementos de desarrollo del sistema, éste resulta otra cosa totalmente diferente, falsa, además con resultados imprevisibles.

En la próxima desarrollaremos nuestra posición ideológica, y las perspectivas de su adaptación al caso de nuestro país.







Fuente: PARTIDO POPULAR DE GUINEAECUATORIAL

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