Las contradicciones de un régimen que camina sin rumbo

Por Samuel Mbá Mombé

El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema ha vuelto a reconocer públicamente y por enésima vez el defectuoso estado del Poder Judicial en el país en la ceremonia de prestación de juramento del nuevo Presidente de la Corte Suprema de Justicia.

Obiang en su breve alocución se ha quejado de la inseguridad jurídica que reina en el país lo que según sus palabras, hace imposible hablar de la existencia de un Estado de Derecho en Guinea Ecuatorial puesto que: “los tres poderes del Estado son como tres patas de una mesa que cuando una es coja no se puede mantener su equilibrio”.

Con esto el propio Obiang ha reconocido lo que hasta ahora se viene diciendo que Guinea Ecuatorial carece de un consistente Estado de Derecho. No hace falta redundar en lo que ya se ha dicho al respecto siempre que el propio Primer Magistrado de la Nación quien nombra y separa libremente a los miembros de todo el Poder Judicial se ha quejado de la incompetencia de la Justicia guineana en cumplir correctamente con sus obligaciones.

También ha hablado de la presión que sufren los funcionarios de la Administración de Justicia por parte de los llamados “poderes fácticos” que inutilizan cualquier sentencia dictada por los jueces. Obiang ha recomendado al nuevo presidente de la Corte Suprema a combatirlos olvidando que él mismo forma parte de esos poderes fácticos.

“Las constantes acusaciones o críticas de inseguridad jurídica en Guinea Ecuatorial deben ser restauradas” ha dicho Obiang dirigiéndose al nuevo presidente de la Corte Suprema al tiempo que le ha pedido restablecer la “pata coja de la mesa que venimos arrastrando hace mucho tiempo” refiriéndose al Poder Judicial.

El presidente Obiang espera que con el nombramiento de un joven jurista al frente del Poder Judicial se mejorará su funcionamiento. “Espero que escojas a los que crea competentes para afrontar este desafío” ha señalado al final de su intervención.

Aun sin querer ser pesimistas, la experiencia demuestra que no se puede intentar curar la fiebre cambiando el termómetro que es la terapia preferida por el presidente Teodoro Obiang Nguema. Existe un problema de fondo que hay que tratar con toda franqueza y no con esos arreglos de fachada y maniobras de distracción.

Sólo el establecimiento de un verdadero Estado Democrático con la participación de todos sin exclusiones puede garantizar la seguridad jurídica de los ciudadanos. No hay otra salida mágica de esta situación. El resto es no hacer nada y predicar el vacío.


Fuente: LD

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