Diario La Razón. 12 de febrero de 2004. Entrevistado por Pedro Canales
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«Si Obiang no abandona el poder, Guinea Ecuatorial se sumirá en el caos»
SEVERO MOTO, Presidente del Partido del Progreso

Opositor al régimen presidencialista que dirige Teodoro Obiang, ha dado el paso más crucial de su carrera política al formar un Gobierno ecuato-guineano en el exilio

Pedro CANALES

El comienzo de una transición democrática en Guinea Ecuatorial está próximo. Así piensan los partidos de la oposición, tres de los cuales, el Partido del Progreso, el de Acción Popular y el Liberal, han decidido formar un Gobierno en el exilio presidido por Severo Moto. El régimen de Teodoro Obiang se descompone, y una parte del mismo busca una salida. La oposición responsabiliza de la catastrófica situación del país a Obiang y su familia. España, EE UU y Francia quieren evitar que el país caiga en el caos y la guerra civil.

¿Qué está ocurriendo en Guinea Ecuatorial?

En estas últimas semanas ha habido dos intentos de golpe de Estado propiciados por el entorno del presidente Obiang. Están implicados generales, coroneles y soldados. Quizás querían evitar lo que todos esperan: un cambio en profundidad de la dictadura que lleva 35 años en el país. Hay militares huidos en Camerún, Gabón e incluso España y Francia. Otros se han escondido en los bosques con sus armas.

¿Y las cárceles?

Atestadas de presos políticos, incluso gente del propio clan de Obiang que no están de acuerdo con él. El país está desestabilizado, con un presidente que, además de estar enfermo, centra toda su preocupación en que su hijo Teodoro le suceda en el poder.

¿Y la población?

Expectante y ansiosa.

¿Hay alguna presión internacional para evitar lo peor?

Hay que partir de la idea de que son los propios guineanos y sus partidos políticos los que tienen que dirigir el país. Si el pueblo guineano no consigue por sí solo el cambio, entonces pedirá ayuda.

¿Hay iniciativas para que Obiang abandone el poder?

Por lo que sé EE UU, España y Francia están en estos momentos obligando a Obiang a poner en marcha una transición democrática y convocar elecciones en las que él mismo pueda ser reelegido. O bien que se exilie. Pero no traspasar el poder a su hermano o su hijo.

¿Cree que estamos en vísperas de una transición?

Estoy seguro de que sí, porque la situación catastrófica de Guinea Ecuatorial no sólo la viven los guineanos, sino la comunidad internacional. En el proyecto Millenium norteamericano ya están integrados algunos países africanos, como Angola. Guinea permanece fuera. Millenium es como un «Plan Marshall» para África. ¿Hay garantía de que las próximas elecciones sean democráticas?

Con Obiang no hay más garantía que su voluntad. Antes, el Parlamento tenía 80 diputados, y por las presiones de la comunidad internacional ha incrementado el número a 100. Pero se reserva para su partido, el PDG, 60, e intentará distribuir los otros 40 entre los partidos que estén dispuestos a ayudarle a ganar.

Su partido ¿acepta ese juego?

No, de ninguna manera.

¿Por qué hace esto Obiang?

Quiere dar la sensación de que cumple con las exigencias internacionales. Pero se trata de un apaño. Quizás quiera dar al Partido Socialista guineano (CPDS) o algún otro grupo muy cercano a él, algún cargo importante.

Siempre será un gesto. ¿No ha sido precipitado formar un Gobierno guineano en el exilio?

En absoluto. Ha sido una respuesta puntual a una ansiedad de todo el pueblo guineano y de la comunidad internacional.

¿Aceptan otras corrientes?

Desde el primer día las puertas están abiertas sin distinción a todos los grupos que acepten el proyecto, y a todos los que quieran integrarse en él. Nuestro objetivo es claro: abrir una transición democrática real.

¿Qué opinan los otros partidos?

Algunos, sin ser hostiles, prescinden del Gobierno en el exilio, como el CPDS, que es vicepresidente en la Internacional Socialista y tiene estrechas relaciones con el PSOE. Otros, como el Cramoge, el Renage y el Mai, están dispuestos a sentarse con nosotros para hablar.

¿Y qué actitud tiene Obiang?

De silencio total.

¿Qué esperan de la Internacional Demócrata de Centro que hoy se reúne en Madrid?

El Partido del Progreso es miembro de la Internacional. Esperamos su apoyo y el de Aznar para ayudar a la transición democrática en Guinea Ecuatorial y restablecer los profundos lazos de amistad con España, que nunca deberían haberse deteriorado, en beneficio de terceros, como ha sido el caso. La buena relación entre Guinea Ecuatorial y España es nuestra prioridad.



Fuente: DIARIO LA RAZON 12/02/2004

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