Con el compromiso adquirido en la publicación de la primera parte del manifiesto del Partido, y como consecuencia de que trabajos de esta naturaleza necesitan del consenso de la Comisión Gestora fundadora del Partido, hemos retrasado la publicación de esta segunda parte hasta la fecha de hoy.

Por ello pedimos sinceras disculpas a todos aquellos que durante este tiempo han expresado su necesidad tanto de información general acerca del Partido, como de aquellos aspectos ideológico-programáticos que aquí se desarrollan.
No obstante, para más información, pueden dirigirse a las direcciones que figuran al final del documento o al teléfono y fax que igualmente figuran en el mismo sitio.

Segunda Parte: PERSPECTIVAS IDEOLOGICAS.

EL CIUDADANO, LA COMUNIDAD Y LA PROPIEDAD PRIVADA.

El ciudadano constituye la dimensión real de nuestro concepto de sociedad o de comunidad. En su interés se diseña la política de desarrollo nacional; y la economía debe responder a las necesidades de éste. En realidad es el protagonista de la función social de la economía y la política; entendiéndo por ésta, la adecuada organización de los recursos públicos al servicio de éste.

El valor de la persona, en cuanto sujeto necesario para el desarrollo de la comunidad, es de las cosas que identifican a la sociedad africana de todos los tiempos. Pero, tras el contacto con el modelo social e individual de occidente, nuestro concepto de persona o ciudadano, necesita de una readaptación muy profunda derivada del nuevo modelo de organización estatal, surgida con dicho contacto. Se trata de reordenar el roll social de cada individuo con arreglo al nuevo modelo de Estado; un Estado multinacional o de varias nacionalidades.

El objetivo fundamental es adaptarse al sistema de valores impulsado por el Estado, a través de la Constitución. Y sin mediar una relación de jerarquía, el orden de valores de cada nacionalidad, de las que componen el pueblo guineano (Annobonesa, Bisió, Ndowé, Bubi, Fang) debe constituir el substrato básico sobre el que se fundamente el orden constitucional, común, del Estado. Por tanto, no debe haber conflicto entre las costumbres tradicionales y las normas del Estado. Ambas cosas deberían complementarse, en condiciones de libertad e igualdad.

La comunidad solo debe entenderse en relación a los individuos que la componen. Creemos, que, en una sociedad como la nuestra, hoy fuertemente marcada por el “individualismo”, termina desnaturalizandose el propio concepto de comunidad.

Necesitamos revisar nuestro concepto de comunidad, si quiera porque la naturaleza de todo humano necesita de la comunidad para realizarse. Pero, a los demás, con quienes convivimos, hemos de responder con respeto y confianza, en oposición a la cultura del uso fraudulento de la confianza ajena, cinismo y demás intenciones deshonestas que hoy abundan en nuestras relaciones sociales. La cooperación de los demás es un valor propio de toda comunidad que se fundamenta en la SOLIDARIDAD. Esta constituye la piedra angular de nuestro concepto de comunidad; ella no anula la autonomía del individuo, pero es la expresión del grado de cooperación existente entre éstos dentro de una comunidad.

Junto a la solidaridad, defendemos la SUBSIDIARIEDAD, como el fundamental vínculo de la comunidad con el individuo “libre”, ya que no tiene sentido subsidiar a un “reprimido”. El Estado o comunidad superior, a la luz del desarrollo potencial acreditado por el individuo libre, interviene para auxiliarle (subsidiarle) en su esfuerzo hacia el autodesarrollo que solo se consigue en libertad. Es un modo de reconocimiento del hecho de la diversidad de la condición humana; pero constituye al mismo tiempo una doble obligación por parte del Estado: no suplantar la autonomía ni la capacidad individual, y auxiliar a cada persona con arreglo a lo que realmente le hace falta.

La propiedad privada constituye un elemento indispensable en la libertad del ciudadano; es la expresión de su realización en comunidad. Se trata de la capacidad de disposición puesta en marcha por un individuo “Libre”; porque no tiene sentido que un “reprimido” ostente título de propiedad. Pero es sobre todo un valor muy presente en la concepción social africana del individuo, en la medida en que, contrario a la concepción occidental de herencia, la persona es tempranamente iniciada en la responsabilidad de administrar una parte de los “bienes” que habitualmente maneja su entorno familiar, aunque a veces en régimen de usufructo, es el concepto de “bien de uso”.

Son las parcelas de campo de cultivo, por ejemplo, que se explotan en régimen comunal, que no comunista; en respuesta a un concepto de propiedad que no solo adiestra al individuo en relación a su responsabilidad como poseedor, sino que orienta al mismo tiempo su visión de la “libertad” frente a los demás y frente a la comunidad, obligándo a ésta última a respetar dicha libertad, siquiera como forma de impulsar la propiedad privada de cada individuo como modo de promocionar la propiedad común o de la comunidad. Pero es aquí donde ésta, la propiedad privada, debe ponerse en relación con el “Bien Común”, al constituir el espacio institucional que la comunidad ha habilitado para limitar posibles excesos en la administración del la propiedad privada.

Sólo de este modo podemos garantizar un equilibrio entre la libertad de poseer, por tanto, la libertad de producir, y la obligación de un Estado moderno de regular los criterios de competencia; amén de ejercer las intervenciones que de forma responsable haya que realizar siempre y cuando redunden en beneficio del ciudadano.

UN PROYECTO DE REFORMAS QUE IMPULSE LA MODERNIZACIÓN DE GUINEA ECUATORIAL.

Se trata de determinar el punto de partida o la metodología más adecuada para el proceso de despegue y modernización del país. Esta reflexión, pone, necesariamente en relación, el orden de las reformas institucionales y la gobernabilidad del Estado.

Es en relación a este análisis de ordenación en las reformas que se plantea la necesidad de hacer una valoración sectorial, que hoy, por razón de eficiencia, sitúa la prioridad en las Reformas Políticas como fundamento para los demás sectores y base primordial para una política económica sana y responsable. Aquí, la relación entre el régimen político y el crecimiento y desarrollo económico, debe operar como un factor catalizador que ayude a trasladar los efectos positivos de un sistema democrático para impulsar el desarrollo económico.

Las reformas políticas deben concebirse como un medio para un fín. Y este fin es el desarrollo económico y social. Y su principal objetivo es facilitar la eficacia y efectividad del gobierno para alcanzar dicho desarrollo. En este sentido, las reformas deben mejorar la gobernabilidad con arreglo a una serie de parámetros:

. La legitimidad de la autoridad. ( garantías de libertad electoral)
. La responsabilidad del político y funcionario público ante el pueblo. (Control parlamentario al ejecutivo)
. La sensibilidad pública. (políticas con arreglo a propuestas conocidas).
. La transparencia en los procedimientos del gobierno. (base de la participación).
. La previsibilidad en los comportamientos y en las decisiones del gobierno. (congruencia entre las decisiones y los problemas que se pretende resolver)
. la apertura informativa. (garantía de control en los comportamientos públicos)
. El imperio de la ley. (garantía de seguridad e igualdad entre los ciudadanos, y entre éstos y las instituciones).
. La tolerancia. (base del diálogo y fundamento de la necesaria estabilidad política).
. La efectividad de la Gestión pública. (parámetro de evaluación de la acción política).

Como consecuencia de todos estos parámetros, La acción de gobernabilidad propicia un clima favorable al desarrollo, como resultado de su efecto en los siguientes factores:

. El tamaño del gobierno. ( Para garantizar la eficacia un gobierno de 13 gabinetes con adecuada delimitación de fucniones sería mas efectivo).
. El papel del Estado en la economía. (intervenciones responsables que garanticen la solidaridad en régimen de mercado).
. La competencia y la efectividad del gobierno en satisfacer las expectativas. (un gobierno que desarrolle un programa adoptado y ejecutado por un equipo).
. La presencia de un liderazgo colectivo, ágil y creativo. (garantía de decisiones públicas mas responsables)
. La legitimidad y representatividad del gobierno. (Que la acción del gobierno se fundamente en la conciencia de servicio al pueblo).
. Impulsar la libertad de expresión, el debate y el consenso nacional. (único criterio válido para impulsar la participación consolidando el vínculo del ciudadano con la gestión pública de sus intereses).

Con este panorama, hacia el año 2014, Guinea Ecuatorial deberá disfrutar de ingresos per cápita que corresponden al grupo de países con ingresos medianos altos. Se trata de niveles de ingresos estimulados inicialmente por la producción del petróleo y posteriormente sostenidos por una industria manufacturera, la cual inyectará un gran dinamismo en una economía diversificada.

Gracias a una distribución más equitativa del consumo, la población disfrutaría de un nivel de vida decente, de una esperanza de vida más larga, resultantes de una morbilidad y mortalidad bajas, factores favorecidos por un acceso universal a los servicios de salud eficientes y de calidad y con una cobertura amplia. Del mismo modo, gozaría de altos niveles de alfabetismo en un contexto de educación primaria universal, lo que prepararía a la población para absorver y adaptar las nuevas tecnologías y la ciencia para el beneficio del país. Ello permitiría competir y sobrevivir en un mundo en proceso de globalización.

En este sentido, todos los guineanos deben haber alcanzado la igualdad de oportunidades, especialmente en el acceso a la formación y al empleo, en una sociedad que valorará la equidad, la justicia social, la solidaridad y el esfuerzo.

Apostamos por la eliminación de obstáculos institucionales que permiten diferencias entre los niveles de vida por cuestiones étnicas, ni entre las zonas rurales y urbanas, ni entre los hombres y las mujeres. Las diferencias de rentas serían bajas entre las zonas rurales y las urbanas, lo que frenaría el éxodo rural, ya que esta igualdad permitiría a los habitantes rurales disfrutar de un nivel de vida decente en su lugar de residencia. Del mismo modo, los desequilibrios regionales entre los diferentes territorios que componen Guinea Ecuatorial desaparecerían, en una tendencia hacia el equilibrio interregional. Ello sería posible gracias a la adopción de políticas adecuadas y favorables a la igualdad, así como una infraestructura eficiente y suficiente de transportes y de comunicaciones que permitan crear un espacio nacional único, rico en intercambios interregionales y activo en movimiento de personas así como de la información entre todos los territorios que integran Guinea Ecuatorial.

Dentro de este espacio nacional único, cada guineano se sentirá ciudadano con todos los derechos al mismo tiempo que se sentirá orgulloso de su identidad cultural étnica.

La economía de Guinea Ecuatorial debe caracterizase por un alto nivel de dinamismo, resultante de una creciente diversificación, tanto a nivel de la producción como de la exportación en un contexto en que predominaría la industria manufacturera, todo ello en el marco de un sector privado fuerte que actuaría como motor de crecimiento.

Guinea Ecuatorial ya no debería necesitar de la ayuda económica exterior y se habría liberado del yugo de la deuda externa.

Todo esto permitirá que Guinea Ecuatorial sea citado como un milagro por la comunidad internacional, y los guineanos gocen de reconocimiento internacional y tengan confianza en sí mismos, en sus propias capacidades para controlar su propio destino.

Ya no necesitaríamos exiliarse en el extranjero, tanto por razones políticas como económicas y los que ahora lo están por las mismas razones ya habrían regresado para contribuir juntos al levantamiento del país de su pesadilla. Tendrían el bienestar y la libertad que necesitan en su propio país, y afrontaríamos el futuro con optimismo, siendo ya libres de un pesimismo fatalista que nos tiene atrapados en el subdesarrollo y en la miseria. En definitiva se propone que los guineanos podamos vivir adecuadamente y del fruto, sin interferencias, de nuestros esfuerzos.


Partido Popular de Guinea Ecuatorial.


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Fuente: PARTIDO POPULAR DE GUINEA ECUATORIAL.

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