Madrid, 16 abr (EFE).- El gobierno de Guinea Ecuatorial desmintió hoy que el barco que transporta a 250 niños esclavos se encuentre en sus aguas jurisdiccionales, como habían sugerido algunos medios.

Según un comunicado del Ministerio de Exteriores leído en la noche de hoy, lunes, en la radio nacional, tanto la Seguridad Nacional como los servicios competentes se han movilizado para intentar localizar la ubicación real del buque, pero insisten en que, en todo caso, está fuera de sus aguas territoriales.
En declaraciones difundidas por una emisora de radio internacional, el ministro de Bienestar Social de Benín, Ramatou Baba Moussa, país en el que fue fletada la nave, había asegurado hoy que el barco fue avistado en la tarde del domingo frente a las costas de Malabo, capital insular de Guinea Ecuatorial.
¨Si tal fuera el caso -dice el comunicado oficial- ya habríamos tomado todas las medidas para asistir a los menores¨.
El gobierno ecuatoguineano quiere -añade el comunicado- ayudar y colaborar en el aspecto humanitario y puede asistir a los niños víctimas del tráfico ilegal, pero en caso de que sus fuerzas encontrasen el buque, ¨ello no quiere decir que (el gobierno) acepte la responsabilidad del buque y ese contingente¨.
Sea cual sea el paradero y el destino del barco esclavista, el gobierno de Malabo insiste en que ¨condena este hecho¨ y ¨se moviliza para prestar asistencia a los niños que están siendo víctimas de este tráfico ilegal¨.
Los puertos más importantes de esta antigua colonia española han sido alertados para localizar al ¨Etireno¨, barco de bandera nigeriana pero fletada por una compañía naviera de Benin, que partió hace dos semanas de Cotonou, la capital de Benin, con 250 niños que iban a ser vendidos como esclavos.
Según varias agencias humanitarias, el patrón del barco, un ciudadano nigeriano, embarcó a los menores para venderlos en Libreville (Gabón), donde se le negó el permiso para descargar su ¨carga humana¨ y tuvo que emprender el regreso a Benin.
La embarcación intentó atracar a la vuelta en Duala, el puerto principal de Camerún, pero las autoridades de ese país tampoco se lo permitieron tras ser alertadas por la policía beninesa sobre el traslado ilegal de los menores.
Los niños, todos benineses y togoleses, fueron ¨vendidos¨ por sus padres a ¨agentes de colocaciones¨ que prometieron llevarlos a países con mayores recursos, donde los enviarían a la escuela y les conseguirían empleos, según fuentes del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en la capital beninesa.
Sin embargo, cuando llegan a su destino, los niños no reciben educación y son empleados por patrones sin escrúpulos en plantaciones de cacao y café o como trabajadores domésticos en Gabón, Camerún, Nigeria y Costa de Marfil, según UNICEF.
El organismo dependiente de la ONU señaló ayer domingo que los menores podrían haber sido arrojados al mar debido a las denuncias que pesan sobre el responsable del barco.



Fuente: EFE E/fjo/hma

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