HISTORIAS DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN. Hace unas semanas la televisión guineana proyectó después del noticiario una película en la que aparecía una pelea entre dos coreanos. Uno de ellos era de Corea del Norte y otro de Corea del Sur. Ganaba el de Corea del Sur. El gobierno guineano tiene buenas relaciones con el de Corea del Norte y el embajador de este país en Guinea [no debe tener mucho que hacer] estuvo a punto de convertir la proyección de la película en un incidente diplomático. Nervios en el Ministerio de Información (?), en Comunicación Hope. Solución: el programador de la película es sancionado con quince días sin sueldo.

Un buen día se producen largas colas ante las gasolineras de Malabo. Un periodista de la televisión guineana las graba y las acompaña de un comentario en el que dice que los ciudadanos de Malabo, no tienen agua, no tienen muchas veces luz eléctrica y ahora tienen dificultades para conseguir gasolina. No parece que su vida sea fácil. La proyección de las imágenes y los comentarios provoca de nuevo nervios en el Ministerio de Información (?), en Comunicación Hope... En esta oportunidad hay reuniones, se hacen observaciones intimidatorias al personal... Solución: el periodista es sancionado con un mes sin sueldo.

Los intentos de control son de tal entidad que, parece, hay quien añora los tiempos de “Luquito”. ¡Ya es decir!

A.

Fuente: ASODEGUE

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