A quién se beneficia la concordia que reina entre nuestros Jefes de Estado y personalidades de sus respectivos gobiernos?
Desde su ”Golpe de Libertad” en 1979, el Presidente Obiang entró en una amistad indefectible con el Presidente Gabonés Omar Bongo Ondimba, así como más tarde con el Presidente camerunés Paul Biya, tras su acceso al poder camerunés.
Además de estos avances en las cúpulas políticas, reforzados por la entrada de Guinea en los organismos políticos y económicos subregionales (Udeac, Beac, Ceeac, Francofonía, etc.), podemos afirmar que tantas cosas se desarrallaron en el sentido de que estos avances institucionales hubieran permitido concordia y convivencia, pues, desarrollo mutuo entre las poblaciones de este espacio que los necesitaba.
Parece ser que, en resumidas cuentas, ningún esfuerzo se emprendió para impulsar esta coexistencia entre pueblos, hasta hoy día nos preguntamos para quiénes trabajan nuestros Jefes.
Pues, de lo que podemos notar, es obvia el engaño de unos para con otros. Así por ejemplo, cuando el Presidente guineano (o algún ministro) llega o llegaba a Libreville, no sólo se notaba desprecio, sino una burla emfática hacia dichas personalidades, así como ellos mismos pueden reconocerlo en los hoteles u otros lugares por donde pasaban. Para el Gabonés, ver a Obiang Nguema en la RTG (televisión gabonesa), a su esposa o cualquer otro personage guineano, era ocasión de burla o desprecio, resultado de un imaginario colectivo de un pueblo sobre el vecino, sea cuál sea su condición conyuntural. Solo se miraba de qué estaba vestido el ”pobre equato” o a saber si Dna Constancia Mangue no había salido todavía con algún ministro gabonés o con el mismo Presidente ( se recuerda que Dna Constancia viajó alguna vez sola a Libreville sin su Excellencia), y se interpretaba que eso era debido a que debería de salir con una personalidad del Estado gabonés (qué barbaridad!).
Pero, al revés, nedie, ni los Guineanos que viven en Gabon, ni los propios Gaboneses, se preocupaban del jiro que tomaba o que está tomando nuestras relaciones.
De otra forma, el desprecio que ha vivido o que sigue sufriendo más (con menos amplitud) el Presidente Guineano en Gabon, lo ha vivido o lo vive el Presidente Bongo Ondimba por parte de Paul Biya y su pueblo. Para estos últimos, este pobre ”mone bilop” ni merece mandar en Gabon, ni vale algo para un pueblo fuerte como es el pueblo camerunés. Sólo cuando se traslada a Guinea, el Presidente Bongo Ondimba es ovacionado por el pueblo guineano y su Jefe...Y hasta Mboumbou Miyakou o Ngari son percibidos como Presidentes en Guinea.
Los pueblos de Guinea, de Gabon y de Camerun queremos saber cuándo conviviremos y gozaremos de las medidas tomadas por nuestros jefes, los cuales dicen entenderse como hermanos.
Cuándo por ejemplo, un presidente de esos podrá bajar a una universidad, un parlamento, un bario, una ciudad o poblado del interior del país vecino para tomar contacto con el pueblo, así se está ocurriendo cada vez en los países que ellos tienen por referencia? Las expulsiones sufridas por unos súbditos de nuestra subregión recientemente en Guinea (por qué razón?) confirman la continuación de la política gabonesa en este sentido y revelan que ni hemos avanzado de un centímetro. Una información llegó a mi alcance sobre la prohibición de la Administración gabonesa sobre el traslado de jóvenes de una ciudad fronterisa a Guinea que tenían programado un patido de fútbol con sus hermanos plus ultra la frontera. Tales medidas oscurecen no sólo la autonomía y decentralización des dichas localidades, sino el porvenir de unos pueblos que por fortuna y desgracia, la solidaridad ha permitido aceptarse perfas et nefas.
Así, gobernantes de nuestros espacios territoriales, tengan como preocupación que nuestro espacio ya está madurándose y que unos y otros necesitamos más fraternidad y convivencia, sin las cuales otras formas de solidaridad serían nefastas para nosotros mismos, nuestros gobiernos y la paz y seguridad en el espacio Guinea-Gabon-Camerun.

De Jean Noel Nzue Ondo Nguema. AC Mil. St-Cyr Francia


Fuente: Jean Noel Nzue Ondo Nguema

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