Incertidumbre política en Guinea Ecuatorial.

Por: Samuel Mbá Mombé, Coordinador Interino de RENAGE

El futuro político inmediato de Guinea Ecuatorial es de total y absoluta incertidumbre siempre que el régimen encabezado por Teodoro Obiang Nguema sigue sin mover ficha alguna para abrir un diálogo amplio, serio, libre y transparente con todas las fuerzas vivas del país para asentar las bases de una verdadera apertura política de cara a la democratización real y efectiva de Guinea Ecuatorial.

El clima de crispación política ya existente en el país desde el inicio del llamado proceso de democratización se ha visto agravado tanto por la cerrazón como por la nula voluntad política del régimen de propiciar un clima de entendimiento y de consenso que permita en definitiva la recuperación nacional y la armonización de la vida social.

Las contantes maniobras de distracción del régimen consistentes en concreto de organizar elecciones fraudulentas con el único propósito de perpetuarse en el poder, dan pábulo a nuesvas reflexiones por parte de la oposición democrática. Es total y abasolutamente inadmisible que Obiang y su equipo que malgobiernan el país hace 25 años, sigan burlándose de la inmensa mayoría de la población sin que tengan una respuesta cual debería ser la movilización pacífica de la población por parte de los LIDERES POLITICOS tanto de dentro como de fuera.

Ha llegado el momento de tomar decisiones valientes. Es momento de pasar de las buenas palabras, de declaraciones de intenciones a la acción. Si la oposición democrática quiere seguir gozándo de la más mínima credibilidad por parte del pueblo y de la comunidad internacional, debe dar respuestas puntuales a las maniobras del régimen sin hacer el juego de acompañarlo a unos comicios electorales cuyos resultados sabemos de antemano que no van a reflejar la voluntad del Pueblo de Guinea Ecuatorial.

Los más de 10 años del bochornoso proceso bautizado de democratización han supuesto una burda maniobra del régimen para mantener a los guineoecuatorianos en la interdicción y en la más absoluta ignorancia y con el único objetivo de vender una imagen de Guinea Ecuatorial totalmente inexistente. La violación sistemática y flagrante de los derechos humanos más elementales de los ciudadanos es el botón de muestra de esas maniobras maquiavélicas y dilatorias de cara a la galería y para el consumo exterior.

Teodoro Obiang Nguema y su régimen son icapaces de organizar unas elecciones libres y transparentes por estar convencidos de que la oposición democrática las ganaría con una abrumadora mayoría. El régimen es incapaz de ganar unas elecciones limpiamente y es por eso que recurre continuamente al fraude premeditado antes, durante y después de los comicios electorales. Los que le acompañan en esas farsas hacen un flaco favor a las aspiraciones democráticas de un pueblo que reclama incansablemente una reconducción del proceso democrático hacia cauces que permitan la participación incondicional de todos los sectores de la sociedad previo diálogo y consenso sobre las leyes que van a conducir al país hacia la democracia.

El unilaterismo del régimen así como sus manipulaciones en la elaboración y promulgación de las leyes no hace más que crear escepticismos justificados en amplios sectores de la sociedad. Ante la impotencia de poder hacer algo para poner fin a esta situación ya insoportable para ellos, prefieren conformarse con el status quo en la esperanza de que alguien o algunos vengan a sacarles de esa desesperada situación.

La liberación del Pueblo de Guinea Ecuatorial del yugo dictatorial no se conseguirá con una varita mágica ni esperando el nacimiento de un redentor. Nuestra libertad secuestrada hoy por los que malgobiernan nuestro país sólo se puede recuperar enfrentándonos con todas las consecuencias a la dictadura. Dejemos de enviar mensajes esperanzadores al pueblo que está hambriento de ver acciones concretas y conducentes a dar coto a sus sufrimientos. Dejemos de marear la perdiz, de predicar el vacio y pasar de las meras palabras a la acción. Esto es lo que espera el pueblo de los que nos proclamamos sus libertadores. Como decía un opositor guineano,“todos queremos ir al cielo, pero nadie quiere morir”.

La solución en mi modesta opinión está (como ya lo propuse hace unas semanas a varios dirigentes de la oposición exterior) en el regreso en bloque a Guinea Ecuatorial para enfrentarnos in situ con el régimen. Entiendo que el riesgo es enorme pero merece la pena intentarlo. Los líderes políticos que están dispuestos a tomar el riesgo de regresar al país deben declararlo sin ambages y los que prefieren cambiar el régimen con el mando a distancia también deberían pronunciarse y así evitaríamos el marrasmo de siempre. Yo no creo que el ejercício de la oposición “profesional” puede conducirnos a soluciones inmediatas de la situación de nuestro país. No se puede querer ir al cielo y al mismo tiempo no querer morir!

La constitución del “ BLOQUE DE LIDERES A FAVOR DEL RETORNO” inmediato a Guinea Ecuatorial debería ser una de las prioridades en este momento y una de las estrategias fiables que debería elaborar la oposición democrática para recuperar la credibilidad tanto a nivel nacional como internacional.


Fuente: Coordinadora Interina

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