Cuando en los periódicos, libros, revistas, Internet, etc. aparecen artículos que siquiera merecen sean leídos por su título o lenguaje sarcásticamente repetitorio, expresiones difamatorias y humillantes, etc. a parte de causar a priori, un rechazo abúlico de lectura en los ánimos de los usuarios, ávidos de las noticias frescas e interesantes, sino que también son objetos de preguntas, como las que a continuación formulamos entorno a los dos siguientes términos de: “DICTADOR y CORRUPTO”. Y preguntamos: ¿quién es dictador y quién no? ¿quién es corrupto y quién no? ¿qué sentido tiene el término dictador, absoluto o relativo? ¿Es o no una dictadura, cuando un cabeza de familia impone órdenes, para el bien de todos los miembros componentes de dicha familia? Ud. Señor, Líder político, el organigrama de funciones y demás esquemas, que establece para el funcionamiento adecuado de su partido, ¿son unos dictámenes dictatoriales o no? Nosotros los escritores, ¿practicamos o no la dictadura, cuando al escribir, pretendemos a que se hagan las cosas a nuestro modo de ver y entender?. (Para citar aquí que unos cuantos ejemplos de los muchos). Esta serie de interrogativos sin respuestas, nos permite describir un “modus vivendi”; es decir, la dictadura que, cotidianamente, practicamos en miniatura. Y siendo esta la realidad de la situación, ¿por qué este término es totalmente incompatible e intolerable a nivel socio-estatal si, de hecho, son leyes y dictámenes que favorecen la buena convivencia social entre ciudadanos y la población en general?. Usted Señor candidato a Presidente, una vez elegido, ¿podrá dirigir el país sin leyes ni decretos, en evitación de que le tilden de dictador?. En su relación, ¿cree usted que por más demócrata que pretenda hacerse acreedor, un 100% de los guineanos estará de acuerdo con su programa?. De todos modos, digamos lo que se quiera, está bien claro aquí que el término dictador no es absoluto para algunos; sino relativo para todos. Porque, a parte de los ejemplos anteriormente citados, encontramos también que, a pesar del pregón de democracia en España, sin embargo, los máximos ejecutivos de los gobiernos del país Ibérico de los últimos tiempos; es decir, el socialista Felipe González en su tiempo, y el conservador Aznar de ayer, durante su gestión gubernamental como tales, tampoco se han escapado de enfrascarse, en esos intolerables conceptos terminológicos. Pero lo que sí llama más a la atención de uno como de otro, es que ambos, aunque por el veredicto de las urnas, han abandonado dignamente la Moncloa, sin necesidad de esos acosos denigrantes de la prensa para un ejecutivo de tal calibre, muchas veces frutos de nuestra propia imaginación sensacional para propiciar, en el caso del país africano, una opinión pública nacional e internacionalmente desfavorable. Mientras que, la verdadera situación en el lugar de los hechos, Guinea Ecuatorial, es total y abrumadoramente diferente a lo que de malo le pintan. A la hora de la verdad, observamos que el fondo que anima a nuestros redactores silenciar con sus plumas, los éxitos y logros alcanzados por el actual sistema político de Guinea Ecuatorial, cara al desarrollo y bienestar del país, tiene su base fundamental en los egocentrismos científico-políticos y sus magnates. Es en base a esta negativa premisa que tenemos a bien informar, para el conocimiento de la opinión internacional y, en reconocimiento a la inmensa acción emprendida por el régimen, presentar algunos de sus éxitos y logros más relevantes de su gestión por la “res-publica” en Guinea Ecuatorial, silenciados hasta la fecha por escritores nacionales y extranjeros.




A NIVEL POLITICO

1. Guinea Ecuatorial rompió ya las cadenas de su aislamiento internacional, impuesto desde 1968 hasta el golpe de libertad de 1979. Y hoy en día, en los foros políticos internacionales se le considera como un estado de derechos y de libertades fundamentales. El que a esta realidad ignora, es simplemente un ciego voluntario. Y para éste cabe citar el siguiente proverbio francés: “Le chien á boit, la caravanne passe”; es decir “los ladridos de un perro no detienen al carro”. Sin embargo, estimamos que la alta decisión tomada en su día por las Naciones Unidas, acerca de la suspensión de un relator especial para Guinea Ecuatorial, no se tomó ni al azar, ni por presiones de cualquier etiología del régimen de Malabo; sino por convicción analítica y real de la propia organización sobre el país y su sistema. Tratar de cuestionarla es socavar y poner en tela de juicio, la credibilidad de éste máximo organismo internacional, sobre sus decisiones de esta envergadura.
2. Guinea Ecuatorial, hoy en día mantiene sus relaciones diplomáticas y de amistad, sin restricciones con todos los países del mundo; empezando por supuesto, con su ex-potencia colonizadora, España; y, las Naciones Unidas.
3. Guinea Ecuatorial goza de una paz interior sin precedentes; gracias al espíritu magnánimo, tolerante y reconciliador de sus máximos Dirigentes políticos. A este respecto, alguien se podría preguntar: Y ¿por qué las cárceles…?. En respuesta a ese fulano-mengano, por el contrario, le dirigimos la siguiente pregunta: ¿en qué país de este valle de lágrimas encontrará Ud. vacío de…, si en el mismo cielo está el infierno?. Pues, incluso en la social España de Zapatero, cunden las cárceles de presos de ETA y de AL-QUAEDA; pero, nunca le tildan de dictador ni de inseguridad, sino de un país demócrata y de paz. Y yo me pregunto: ¿por qué no puede ser lo mismo para Guinea? Aunque aquélla pueda que sea ficticia, pero que en nuestro país no existe, sino la auténtica y real.

A NIVEL SOCIO-ECONOMICO


En Guinea Ecuatorial solo cabe resaltar el siguiente refrán: “obras son amores y no buenas razones”. Un éxito inigualitario del régimen de Malabo, es el descubrimiento del oro negro en el pequeño país africano, el cual le está experimentando un desarrollo social y económico descentralizado del país jamás conocido, en comparación con las etapas colonial, autónoma y hasta la de la propia independencia de los 11 años. Para comprobar la veracidad de lo dicho, invitamos al mundo crítico a visitar esta perla africana, desde sus capitales nacionales a las provinciales, distritos y municipios, donde se percatará de que realmente la Guinea Ecuatorial del siglo XXI, en cuanto al desarrollo socio-económico se refiere, se ha escapado muy ampliamente de aquella Guinea del siglo XX, como citamos a continuación: 1)- El asfaltado de las calles de todas las ciudades del ámbito nacional; 2)- El tendido eléctrico con centrales térmicas en todas las ciudades, incluidas sus comunidades municipales y poblados de mayor concentración; 3)- Las instalaciones de emisoras de radio, FM, en las capitales provinciales; 4)- Las centrales de telecomunicación vía satélite en todo el territorio nacional; 5)- Las modernas terminales de los aeropuertos de Malabo y Bata; 6)- El asfaltado de la nacional Bata-Nniefang-Nkué-Mongomo; 7)- En construcción, las nacionales Nkué-Ebibeyín y Bata-Mbini-Kogo.
En la región insular: 1)- El asfaltado de la autopista Malabo – aeropuerto internacional; 2)- El asfaltado de la nacional Malabo-Basacato del oeste; 3)- En construcción, la nacional Luba-Moka; 4)- En construcción la nacional circunvalación Moka-Riaba-Basacato-Baney-Rebola-Malabo; 5)- Ampliación de 3.100 metros de pista de aterrizaje del aeropuerto de Bata; 6)- En construcción, edicaficación y modernización de la isla de Annobón: 6.1)- el aeropuerto; 6.2)- edificios oficiales y 6.3)- un sinnúmero de etc., etc., etc., etc.
Todas estas realidades tangibles citadas en los párrafos anteriores, y que ayer no existieron para el pueblo, constituyen hoy en día, la base fundamental de las victorias electorales del sistema político en plaza; ya que el elector guineano, opta por depositar su voto a favor de aquel que “hic et nunc”; es decir aquí y ahora le da de comer, en lugar de entregarlo a una supuesta promesa, que nunca llegará para mañana. Queda bien claro aquí que en Guinea Ecuatorial no puede haber fraude electoral por parte del Gobierno; porque es absolutamente innecesario, por las razones señaladas. Y, mirando a la otra cara de la moneda, claro está como el agua, el hecho de que la oposición guineana en el fondo, sea consciente de esta realidad y, viéndose en una impotencia total para experimentar un posible cambio de tal situación, trata pues de denunciar anticipadamente, un supuesto y posible fraude electoral por parte del Gobierno. Estrategia propia de los perdedores, para confundir sobre todo, a la opinión pública internacional.


Diáspora guineana, tras esta exposición reflexivo-analítica de nuestra situación, pese a todo aquello que fuera susceptible de contrariar y de dividirnos, y ante tantas y de tantas realizaciones para el desarrollo y bienestar del país, emprendidas por el Gobierno desde 1979 hasta el presente, es lamentable que no haya habido un mínimo signo de reconocimiento de lo anteriormente expuesto como hechos; ya sea por la propia oposición guineana, como por sus halcones. Pero todos los días asistimos, sin embargo, a un espectáculo de publicaciones en torno a este pequeño país del Africa Ecuatorial, pintándolo siempre como en la época del Hombre Troglodita o Neandental. Es decir, para nuestros escritores y articulistas, el actual mundo desarrollado del siglo XXI no existe en Guinea Ecuatorial; ya que, el país sigue en la miseria y la indigencia de vida, como en la era arcaica de la piedra paleolítica. ¡No señores, no!, es totalmente falsa y errónea, tal concepción de intereses oscuros e inconfesados sobre nuestro país; porque todo líder político, en las filas de la oposición, no debe ser un altanero, un rencoroso; es un Hombre Noble, quien reconoce las cualidades y los éxitos de su adversario político; los comparte, si en beneficio del pueblo, son; los denuncia, si en detrimento del mismo, van; y realiza propuestas constructivas para el supuesto de una posible alternancia. Un ejemplo ilustrativo muy recientemente, lo tenemos del País Ibérico, entre el líder socialista, R. Zapatero, actual Inquilino de la Moncloa, y los Salientes Conservadores, M. Rajoy-Aznar.

A ti, LAS CONCLUSIONES Y LAS CONSECUENCIAS, Diáspora guineana.



Fuente: Por Luis Obiang Mengue. Embajador

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