-La pobreza y la falta de democracia son los problemas fundamentales de un país rico desde hace sólo cinco años.


MALABO, 15 de mayo (Fax Press/The Washington Post, por Douglas Farah)


Nada en Malabo, desde el destartalado aeropuerto de madera construido en un claro abierto en la selva, a su calle principal con unas cuantas luces desperdigadas, o el complejo presidencial con sus escoltas marroquíes debido a los temores e intrigas que rodean al presidente Teodoro Obiang, sugiere que esta sea la capital de una de las naciones más ricas de Àfrica.


Pero las cosas pueden cambiar pronto. El petróleo brota de nuevos pozos y los benefícios comienzan a llegar. Por primera vez en su brutal historia, Guinea Ecuatorial, una ex colonia española de 475.000 habitantes que durante décadas han vivido en uno de los países africanos más aislados y pobres, tiene ahora una oportunidad de prosperar e integrarse en la economía mundial.


El boom del petróleo – el país es ahora el tercer productor subsahariano tras Nigeria y Angola- ofrece a Guinea una oportunidad rara y generalmente desperdiciada en Àfrica de convertir la bonanza en recursos naturales en un antídoto para la pobreza e incentivo para la democratización.


Hasta ahora los avances no han sido muy alentadores. Aunque proliferan cada vez más los teléfonos móviles, los coches o las mansiones, los diplomáticos analistas y ejecutivos de las petroleras aseguran que se ven pocos indicios de que el país se esté librando de su historia de corrupción, estantamiento económico y gobierno represivo de una sola familia, la de Teodoro Obiang Nguema, quien derrocó y ejecutó al primer presidente del país una vez conseguida la independencia en 1968, Francisco Macías (quien habia convertido a Guinea en ¨el campo de concentración de Àfrica¨) para imponer un gobierno también autoritario en el que él y los suyos controlan todos los puntos de poder.


En 1996 las expectativas parecían cambiar: se descubrió petróleo. El crudo que se sacó primero dio dinero a las petroleras para recuperar las inversiones y después se gastó en deuda pública y en esfuerzos por reconstruir unas infraestructuras decadentes. Este año es el primero que el gobierno ganará un buen pellizco. Pero aunque Obiang ha dicho que lo utilizará para erradicar la pobreza y mejorar la educación y el sistema de salud, las riquezas en Àfrica son una arma de doble filo que pueden volverse contra los más pobres. ¨El petróleo proporciona una oportunidad para el desarrollo del pueblo guineano pero para hacerlo, es absolutamente necesario que el dinero generado por el crudo se use de forma transparente para promover el desarrollo¨, decía el representante del Banco Mundial en el país, Robert Lacey.


Guinea Ecuatorial saca 210.000 barriles de petróleo diarios y se espera que la producción crezca un 20 por ciento el año que viene y que pueda alcanzar los 475.000 barriles al día (uno por cada ciudadano). Pero aunque su renta per cápita ha subido de 390 dólares al año a 1.170, según datos del Banco de Desarrollo Africano, las riquezas no han dado calado hondo.


¨Yo no he visto ningún cambio en mi vida¨, asegura Antonio Abogo mientras conduce su taxi de vuelta a su casa, en el barrio de chabolas de Newbuil. ¨Oímos que hay dinero del petróleo, vemos a los extranjeros llegar con dinero pero no llegamos a tocarlo. Todavía no, y tal vez nunca lo hagamos¨.


PROBLEMAS DIPLOMÀTICOS


Las relaciones diplomáticas de este peculiar país, con el territorio repartido entre el continente y una isla frente a las costas de Camerún, han sido un tanto turbulentas. Tras la independencia de España, el presidente Macías rompió todas las relaciones con el mundo exterior y ejecutó o condujo al exilio a más de un tercio de la población. Ya con Obiang en el poder las principales críticas internacionales han sido provocadas por la falta de respeto de su régimen a los derechos humanos.


En las últimas décadas, las relaciones con España han pasado por momentos muy difíciles aunque ahora sean menos tensas y actualmente el régimen de Obiang sigue sin tener relaciones con países como Estados Unidos que no tiene embajador allí desde 1994, un año después de que al entonces representante estadounidense le acusaran de practicar brujería contra Obiang sobre las tumbas de unos pilotos británicos muertos durante la Segunda Guerra Mundial en extrañas circunstancias.


Fuente: LD / Fax Press/The Washington Post

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