JUICIO A PUERTA CERRADA (PARA EVITAR “FUGA DE INFORMACIÓN”) CONTRA LOS SUPUESTOS MERCENARIOS ENCARCELADOS EN GUINEA ECUATORIAL.

Madrid.- 17 de Mayo de 2004
El pasado día 15 de Mayo, sábado, el Presidente de Guinea Ecuatorial, el tirano Obiang Nguema Mbasogo, convocó de forma urgente e inesperada a la cúpula militar así como a altos mandos de las fuerzas y cuerpos de represión y terror de Malabo, a una reunión en el Campamento “Acacio Mañé” de la Capital.

Lucha abierta por el poder

Frente a la nutrida representación de jefes y cuadros de mando de los distintos grupos armados del país, el dictador advirtió del grave peligro que corría el poder establecido en Guinea Ecuatorial. Seguidamente, Obiang Nguema, reveló a los presentes que, al iniciarse las primeras pesquisas e indagaciones a los supuestos mercenarios encarcelados en Malabo, sus declaraciones señalan que un primo de Obiang Nguema, refugiado en España, y otros familiares del déspota estaban en conexión con Nick Dutoit con el propósito de hacerse con el poder (en herencia), antes de que otro, ajeno al clan se hiciera fuerte en Guinea Ecuatorial.

Ante esta primera constatación revelada por uno de los presos del Black Beach, el presidente Obiang, visiblemente contrariado anunció a los reunidos que el juicio por la causa de los mercenarios se iba a celebrar a puerta herméticamente cerrada, para evitar el escándalo público que podría significar que aparecieran más hilos que envolvieran a la familia del tirano en el último “intento” de golpe de estado.

Obiang Nguema, en su paroxismo de furor y rabia, echó mano de su condición de Presidente y prestigioso terrorista de estado, y llegó a animar a sus militares más fieles (ante el estupor de los reunidos) a disparar y matar a quien se oponga a su régimen. “Yo mismo defenderé al militar que mate a alguien”-dicen testigos, que llegó a vociferar Obiang Nguema

Juicio secreto a puerta cerrada.

En efecto; el juicio comenzó el mismo día 15 de Mayo. Dicho juicio secreto se celebra en el despacho de la Sección de INTERPOL de la Comisaría de Policía de Malabo, bajo la acusación del Fiscal General del Estado guineano, José Oló Obono.

Por ese despacho han comenzado a circular, UNO POR UNO, los quince supuestos mercenarios de diferentes países encarcelados y torturados en Black-Beach.

Como es de suponer, en estas circunstancias, nada se puede esperar en lo relativo a un juicio justo, con pruebas, y transparente; menos aún de los servicios de abogados para los acusados ni presencia de testigos u observadores internacionales. Las condenas de muerte o en cualquier caso, durísimas penas, previamente dictadas por el tirano, esperan a los acusados, como sucede siempre, según todos los comentarios de la ciudadanía en Malabo.



Fuente: Malabo

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