Soborno intercultural.

Una de las principales causas de la inestabilidad y crisis social de cualquier pueblo o grupo humano suele nacer tanto del proyecto curricular, es decir, el perfil de persona humana (hombre/mujer) producido por la enseñanza en todos sus niveles (familiar, escolar, profesional, universitaria), como del tipo de individuos con cargos de gobierno para regir los destinos del país, sin olvidar el nivel de cohesión social de todos los miembros que integran cualquier nación.

La mayor parte de las actuales naciones africanas se caracterizan por la CONFUSIÓN, LA FALTA DE IDENTIDAD DE SUS HABITANTES. Por ejemplo, muchos/as guineo-ecuatorianos/as no saben realmente si son “españoles/as”, “franceses/as”, o más recientemente otros están empezando a creer que son “estaunidenses”, otros acabaron creyéndose “gaboneses” (cuando el búm del petróleo en Gabón). Otros/as muchos/as tampoco se aclaran si son bantús, africanos/as, guineanos/as. Tan pronto como cualquiera de mis paisanos/as viajan a Europa abandonan y comienzan a despreciar sus raíces, su cultura, sus orígenes, se hacen españolotes/as, francesitos/as,… Esto tiene un nombre propio: FALTA DE IDENTIDAD, FALTA DE CIMIENTOS SÓLIDOS DESDE LA CULTURA Y EDUCACIÓN NACIONAL.

La intromisión del colonialismo occidental en el continente africano trajo consigo serios problemas en las poblaciones originarias de todas las zonas ocupadas. Y, en general, todas las estructuras de la organización social (religión, política, economía...) fueron pisoteadas por el afán aculturador del hombre occidental. Hemos de observar que una de las características del occidente es su gran narcisismo cultural, o sea, su intransigente actitud docente frente a las demás civilizaciones del planeta.
En el subsconsciente de la gran mayoría de los dirigentes políticos, económicos y religiosos de las potencias occidentales reposa el afán por dar “lecciones magistrales” a todo aquél no entra dentro de la órbita de sus atributos de “civilización”. Por eso cuando entran en contacto o se encuentran con ambientes humanos diversos al suyo toman siempre la osadía de “evangelizar” o “civilizar” a los “indígenas”. Ante su incapacidad o miopía intelectual por captar y conocer las razones de la supervivencia de otros pueblos, sus luces y sombras a través de los siglos. Pues, los “civilizados” prefieren ignorar e inmiscuirse imperativamente en la Historia de las demás culturas tratando de monocolorizar el mundo bajo el yugo de su “civilización” allá donde quiera que hagan acto de presencia.
Si somos sinceros con la realidad tenemos que reconocer que si existe algún aspecto en la cultura occidental que nos merece gran admiración es su gran avance en el empleo y manejo de las máquinas o aparatos artificiales con los se hace más rentable el trabajo para la producción en serie de artículos de consumo; pero sería un lamentable autoengaño el pensar que esta cultura es la única capaz de impartir clases de humanidad a los demás pueblos y culturas del planeta (por ejemplo, sobre Dios, la justicia, la solidaridad, etc.).
Pues, LA HUMANIDAD NO NACIÓ EN OCCIDENTE, Mahoma, Buda, Jesucristo, etc. no eran europeos ni norteamericanos.

Muchos pensadores, hijos de estos pueblos (de África), vamos descubriendo cada día que uno de los desencadenantes principales de los focos de conflictos sociales y de las guerras de destrucción masiva (que persisten ayer y hoy en África) nacen del complejo de superioridad de la cultura euro-norteamericana (occidental), de su gran codicia por adueñarse de las riquezas tanto personales como materiales(por ejemplo, cualquier africano/a talento en deporte automáticamente le dan “nacionalidad europea”, cualquier país africano con petróleo lo agazapan inmediatamente con sus “multinacionales”, estrangulando todas las voces nativas que exigen una justicia social y una cooperación para el desarrollo más estructural, etc., etc.) de todos los rincones del planeta y de su deseo o intento de someter a todos los pueblos de la tierra dentro de sus particulares parámetros, de su exclusiva visión materialista del mundo.
Las imágenes que, a través de sus medios de comunicación, muestran sobre África son siempre niños/as hambrientos/as, sequía, sida, miseria, guerras “tribales”…
Y siempre tratan de ocultar que Europa vive a expensas de los recursos naturales de África (minas, petróleo, madera, cacao, etc.), y gracias a la mediocridad de muchos gobernantes nativos/as africanos/as que les permiten expoliar a sus naciones a cambio de perpetuarse en el poder a fuerza de las armas MALTRATANDO A SUS COMPATRIOTAS, pero sin un verdadero PODER.


Es verdad que “en todas las partes cuecen habas”, es decir, que tenemos gente mal-nacida (con perdón, de mala leche) en todos los grupos de la especie humana (negros-blancos-amarillos-azules).
Por desgracia, suele ser este tipo de gente la que, por su ambición de dominio egoísta sobre los demás, intenta destacar y tomar los puestos de mando donde se maneja el poder de decisión sobre los asuntos colectivos de interés general. Pues, son tipos que suelen nacer o entrenarse para el mejor manejo de las técnicas de despersonalización de los individuos, tecnicazas de retórica, con el fin de convertirlos en voces colectivas, incapaces de actuar a cuenta y definición propias para una mejora de su presente y futuro, terminando por conformarse y creer o aceptar resignadamente en su “predestinación” a pasar miseria, mientras se apropian y disfrutan de los bienes que nacen de la madre tierra que a todos pertenece. Son poblaciones enteras que esperan los “favores” o de la “caridad” que los “ricos”.

Por ejemplo, en Guinea E. Nguema Obiang (hijo del presidente Obiang Nguema, sin ningún tipo de formación académica, ni profesional ni humana) es el “Atóm Zamá” –“enviado de dios”- para venir a regalar kilos de carne de cebú, el famoso pescado congelado (chicharo) –en un país donde sobra mar con uno de los mejores y ricos pescados del mundo-, la cerveza “33” de Camerún… al pueblo hambriento de Guinea E. Si Nguema Obiang es un joven guineo-ecuatoriano como cualquiera, siendo Guinea Ecuatorial un país de derecho y de igualdad de oporunidades ¿quién es entonces Nguema Obiang como para convertirse en el “enviado de dios” para los guineo-ecuatorianos/as? ¿Estamos en un país serio o estamos convirtiendo a nuestra nación en Estado bananero? España como país de referencia para Guinea E. ¿quién se imagina a un hijo/a de un presidente español convirtiéndose en el “enviado/a de dios” para los españoles?

Esta es la partida del juego que, desde el principio, han tomado los corruptos dirigentes occidentales con sus compinches africanos. Este casamiento entre el espíritu diabólico del mundo occidental con la malignidad del mundo colonizado ha traído consigo el presente estado de las cosas en nuestra tierra. Más arriba hemos descrito el proceso de socialización de los pueblos que forman, por ejemplo, la Guinea Ecuatorial actual antes de la presencia y el dominio de los inmigrantes europeos que, violentamente (lo que se conoce por colonización), se establecieron aquí e impusieron sus leyes, su perfil de autoridad, su estilo de lucha de clases sociales, su cultura de conquista y acaparamiento de los bienes para un reducido grupo privilegiado (informarse bien sobre funcionamiento de los “estamentos” durante la Edad Media en Europa).

Por mucho que los “iluminados” intenten acallar estas malsanas verdades tachándonos de victimismo cuando les recordamos su considerable complicidad en el deterioro de muchos pueblos cínicamente bautizados por “tercer mundo”, nos asiste el deber moral y la obligación de conocer y describir nuestra Historia para descubrir nuestro pasado sin dejar a ningún cómplice, situarnos en el presente con el fin de proyectar un futuro mejor. Por eso debemos seguir insistiendo que la invasión sufrida por los pueblos africanos trajo un cambio brusco en detrimento del orden socio-cultural del África pre-colonial; lo que nos permite afirmar que si Africa no hubiese sido colonizado tendría una Historia diferente, pero menos la de ser “tercer mundo” implantado desde las estrategias y estructuras del persistente deseo de dominio occidental.

Cada pueblo, en todos los pueblos y culturas nacen genios, gente con talento e inteligencia y ciencia infusa, con capacidad para transformar y organizar, desde su propio ritmo, el mundo que les haya tocado vivir. Por tanto, el que una determinada cultura intente sobreponer y creerse superior a las demás, el que una parte del planeta se autodefina de “civilizado” considerando inferiores a otros pueblos y culturas de la tierra, aquello no deja de llevarnos a una de las persistentes y solemnes estupideces que dominan y envilecen al ser humano.

Estamos observando de que una de las principales causas del presente desajuste de la autoridad social en África proviene del hecho de que la ignorancia del occidente colonizador desencadenó la imposición fotocopiada de su modelo de autoridad en los pueblos los africanos, rechazando un verdadero proceso de integración social equilibrada necesario en todo encuentro intercultural.

Vamos a explicarnos más, en los pueblos del África ancestral pre-colonial el individuo candidato a la autoridad social había de encarnar los valores de: austeridad, honradez, equidad y escucha permanente a las necesidades de bienestar colectivo. Estos eran los valores que promovía e inculcaba la Escuela del Abahá (casa de la palabra) que ya ampliaremos en otro apartado del presente trabajo. Ser autoridad en el África de nuestra zona (actual Guinea Ecuatorial) implicaba dejar de ambicionar riquezas para ocuparse única y exclusivamente de la justa y equilibrada administración del bien común.
En este sentido los dominados por las posesiones materiales y del sexo descontrolado quedaban fuera del gobierno y de la manipulación del genio protector del clan. Por ejemplo, en la etnia Fang (localizada en el actual Camerún, Guinea Ecuatorial, Gabón, Sur del Congo Brazzaville) el rico (o el Nkúkúm, del verbo “akum”=perseguir, sustantivo “akúm”=riqueza y de “nkum”=palo o tronco seco y estéril; “nkúkúm” literalmente significa perseguidor de riquezas, codocioso) no podía estar al frente ni gobernar un pueblo, porque es un enorme peligro para vida digna de los demás.

En la gran mayoría de las ocasiones el enriquecerse es el fin y la única razón del existir del rico, y no la solidaridad o la justicia entre y para con sus semejantes. Por tanto, a menudo, el rico lucha por someter y convertir a las personas en meros objetos de uso para la perpetuidad de sus aspiraciones diabólicas de avasallamiento.
Razón por la cual, en nuestra sociedad ancestral sólo el “Ndjúé” o autoridad (del verbo “adjuiñ”=perdonar, liberar; del adjetivo “ndjuiñ”=reconciliador, librador) podía llevar el bastón de mando, porque sólo de una persona de esas cualidades podía brotar vida digna en abundancia para el pueblo entero.

En cambio, si nos situamos en la Edad Media del occidente colonizador acabamos por comprobar que la autoridad se identifica con la posesión de riquezas (vasallos, esclavos, tierras, castillos fortificados y un grupo armado de guerreros o caballeros a su alrededor para someter y plebeizar al resto del pueblo). Así vemos que en la cultura occidental el poder de decisión polítca sobre la marcha y regulación social fue arrebatado por el caciquismo imperante que, actualmente, persiste de manera más o menos sutil; mientras que en nuestra cultura la gente con vocación de cacique quedaban fuera y bien lejos del gobierno o de la toma de decisiones para el equilibrio social.
Uno de los grandes aciertos que mandatarios de las metróplis europeas tuvieron (y siguen teniendo hoy) para eclipsar la cultura de “sus” territorios coloniales fue captar a los codiciosos nativos de su mismo espíritu, y desde el principio se “casaron” con muchos de estos traidores a quienes prefirieron (y prefieren) “promocionar” a fin de que dichos infelices fueran sus colaboradores fieles en la explotación africana a través de las etapas siguientes:
• Trata de esclavos (el papel de los “negreros” nativos de los pueblos africanos) a fin de ir a producir riquezas en las indias occidentales para el imperio, bajo condiciones infrahumanas jamás conocidas(de ahí se conoce la expresión “trabajar como un negro”, es decir trabajar como un ser inferior sin merecer paga alguna, totalmente explotado y humillado).

• El “adiestramiento popular” durante el periodo colonial(el status de los emancipados y de los famosos ogros militares que el imperio formaba para enfrentarles ferozmente con sus hermanos que se vieron sometidos a impensables trabajos forzosos y a la intensa actividad de la agricultura de exportación implantada por el imperio que sólo beneficiaba a la burguesía imperial, dejando de lado una auténtica promoción de una agricultura real para el pueblo). Sólo un reducido número de hijos de los emancipados aprendieron a leer y a escribir hasta donde marcaba el imperio, mientras que la masa popular se quedaba muy lejos de la herencia lúcida de su cultura ancestral y a muchos miles de kilómetros de la cultura imperial. Duró esta situación hasta la llega de la siguiente etapa.

• Trata de recursos naturales(el papel de los actuales “dictadores” nativos). Comienza con la llegada de las ficticias independencias de los años sesenta. Si desde que los africanos perdieron el papel de ser actores de su propia historia todo ha sido a base de coyunturas, el tema de su independencia no puede ser una excepción.
Uno de los grandes problemas que los colonos o inmigrantes europeos tuvieron en África nació de sus propia ambición ocupacionista y de su gran afán por poner barreras y fronteras entre los pueblos, situación que les llevó a muchos enfrentamientos brutales entre sí hasta que se celebró la conferencia de Berlín(1884-1885), dicha conferencia se repartieron las tierras africanas con arreglo a la ley del más fuerte. De modo que, desde 1885 las naciones europeas, reunidas en Berlín, extendieron sus territorios nacionales en todos los trozos del continente africano que les correspondieron en el indicado reparto.
Desgraciadamente entre europeos y africanos dejó de plantearse desde la necesaria dignidad y respeto mutuos de dos culturas diferentes que la historia venía a unir; pues el complejo de superioridad de muchos administradores coloniales y la chivatería de algunos nativos “emancipados” condujeron a muchos sinsabores. La paz, la justicia y la convivencia social se plantearon desde la humillación y el desprecio de la cultura nativa; en muchos pueblos se promulgaron leyes que ignoraban la personalidad jurídica de la gente oriunda(por ejemplo, en Guinea Ecuatorial en el año 1900 se impuso la “Ley de terrenos”, con la que los nativos perdían el derecho sobre sus tierras).

Ante tal situación de fracaso de la convivencia entre los ocupantes y los ocupados, éstos últimos comenzaban a verse obligados a reclamar sus derechos de vida digna hasta que en la década de los sesenta se empezó a montar el tinglado de las independencias. Así iban surgiendo los distintos países que hoy nos suenan en África. Son Estados que nacieron sin una base, con la cultura tradicional por los suelos y la cultura colonial sin asimilar, la estructura política y económica sin definir. Pues, todo un montaje de Estados independientes que no fue más que un “ahí os quedáis” con un fondo de “volveré” para sacar de ti todo cuanto me interese de lo posees, porque ya conozco tus puntos débiles, y si alguna vez vienes a llamar a mi puerta te daré sólo aquello que a mí me convenga y no lo que te sirva para ser tú mismo, así te voy a tener siempre bajo mis pies. Te voy a apoyar para que gobiernes siempre y cuándo que me demuestres que llevas un espíritu sanguinario para torturar a tus hermanos, te enseñaré a defender el poder que ahora pongo en tus manos vendiéndote armas para tu seguridad y la de tu séquito; de este modo, cualquier grupo de tus hermanos que intenten denunciar tus abusos o la corrupción de todos cuantos te rodeen los meterás a la cárcel y los amenazarás a muerte. Si te piden guerra, pues, mucho mejor, ya te suministraré más y más material bélico de mis fábricas.
Cuando se estalle la guerra, enviaré mis reporteros para me vayan informando con imágenes y palabras sobre el poder de destrucción de mis armas. Después de que hayan caído muchos niños/as, jóvenes inocentes y mujeres, entonces mandaré ahí a mis organismos no gubernamentales (ONGs), para que vengan a demostrar al mundo lo bueno y solidarios que somos con los pobres del “tercer mundo”. A la par, habré de colocar ahí a mis empresas “multinacionales” para que negocien con sus mandatarios sin importarles el pueblo, con la finalidad de sacarles la máxima cantidad de sus materias a muy bajo precio. Ya sabes que sus jefes son bien fáciles de caer en la tentación; no he visto otro tipo de gente tan sobornables como ésta (me refiero ahora a sus mandos aduaneros), pues, aprecian sobremanera nuestros productos manufacturados, con tal de prometerles cualquier electrodoméstico o llevarles un coche de estos, ya tienes el paso libre para sacar de su país toda la madera preciosa que quisieras y otros productos muy apreciados para nuestra industria. Te recomiendo que no debemos desaprovechar esa gran suerte, tampoco hemos de permitir ni favorecer que ahí lleguen a gobernar gente comprometida con un desarrollo sostenible y extensible


a todo el pueblo, no nos conviene que los que de entre ellos sean honestos o que tengan otra sensibilidad lleguen alcanzar el poder de decisión, es decir, gobernar, pues aquello pondría en peligro nuestros intereses.
Si estás de acuerdo conmigo vamos a empezar a hablarles de democracia y de que formen partidos políticos para quitar del poder a sus actuales gobernantes, aunque por otra parte vayamos a mantener “pactos de defensa” con los jefes del momento. Verás cómo muchos de ellos con algo de nuestros estudios nos harán caso y se enfrentarán con el gobierno que, a su vez, se verá amenazado, entonces los expulsará de sus puestos de trabajo mandándolos luego al exilio. Los que se queden dentro del país y que traten de criticar abiertamente y confrontar la situación, pues, tendrán que pagarlo caro, acabarán en la cárcel.
Por otro lado, nosotros, por medio de nuestras representaciones diplomáticas, formalizaremos denuncias y calificaremos la situación de dictadura, pero sólo eso y nada más. A través de nuestros medios de información sacaremos reportajes y haremos ver al mundo que son naciones soberanas e independientes, naciones con suficiente capacidad para resolver sus diferencias internas sin intervenciones externas; aunque, por nuestra parte tengamos que sujetar desde la tangencia a la “dictadura” por las razones que hemos indicado más arriba. Sólo y sólo sí aprobaremos el relevo cuando ya tengamos a alguien nuevo de entre ellos que no venga a poner en duda ni a cuestionar nuestro actual modelo o “proyecto de cooperación” con su nación.

Ante este status quo de las cosas será muy difícil, pero no imposible, levantar verdaderas naciones en África. Sólo cuando los nativos nos demos cuenta de que debemos UNIRNOS, Amar y Confiarnos de verdad, sólo entonces será posible otro modelo de nación más real, es decir, con capacidad de autogestión integral, y sólo entonces llegaremos a gobernar nuestros respectivos países. Mientras tanto, otros los seguirán gobernando a “distancia”, POQUE SEREMOS UN MERO CAMPO DE NEGOCIOS PARA LOS ”ILUMINADOS”.





Fuente: INTELIGENCIA

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