Diáspora guineana, el contenido del presente artículo, se escapa de una banalidad y, mucho menos, de una propaganda; se sitúa dentro del contexto de un llamamiento preventivo, sobre un futuro incierto de nuestro País, Guinea Ecuatorial.
Queremos pues, hacer sonar aquí el tam-tám africano de alerta que, en lengua vernácula se denomina: “Nkúl akong muan’áffiri-kárá”, para prevenir al noble y pacífico Pueblo africano de Guinea Ecuatorial, de una posible tragedia futura como la del 11 M. en la Capital del País ibérico.

Cuando la época de la distensión política internacional, los países del orbe terráqueo, grandes y pequeños sin distinción, todos y cada uno se sentían seguros y protegidos por sus parten arios. Esta fue la era de la bipolaridad social, económica y política; durante la cual y en el escenario internacional, no tenía cabida el denominado flagelo del terrorismo. Pero, con la caída del muro de Berlín, la desintegración del bloque soviético y, como consecuencia, el nacimiento de la “preistroika” mal concebida de los rusos, el equilibrio socio-político y económico mundial, se precipitó para quedarse en una dependencia unipolar-mente internacional. Es decir, el sistema comunista que entonces servía de atemperamiento a los intentos de ciertos excesos, al quedarse eliminado de la competición denominada otrora tiempo “guerra fría”, el llamado Tercer Mundo, se quedó relegado a su suerte en la miseria y en la impotencia. Pues, el único timonero de dicho barco, con su voz cantante y sin trabas de ninguna clase, pilota para llevar esta gran nave a la deriva o al puerto que se le antoje.

Esta total impotencia de hacer frente a, y de contrarrestar los excesos del capitán, tales como: los bombardeos de las industrias farmacéuticas de Sudán y Libia, la situación en Afganistán, Irak y Medio Oriente, para citar que unos cuántos ejemplos de los muchos, han dado origen al nacimiento del terrorismo internacional. Ahora bien, esta situación planteada, no sólo compromete la seguridad de los intereses occidentales en el mundo en general, y especialmente, en aquellas zonas o países por donde mantienen sus vínculos excepcionales de amistad y de cooperación, sino también pone en peligro las innumerables e inocentes vidas humanas de los países de referencia.

Es desde la óptica del precedente párrafo que suena el “Nkúl akong muan’áffiri-kárá” o tam-tám africano de alerta, para que no nos dejemos llevar por los consejos y discursos proteccionistas. Desde la fecha de nuestra independencia nacional en 1968 hasta el presente, por nosotros mismos hemos vivido siempre; nadie nos ha protegido, ni tampoco nos ha tragado nadie. Debemos seguir nuestro caminar como el de la Confederación Helvética. Ya que, no habremos cumplido con nuestro deber, si nos dejamos morir en un día menos pensado, sólo por el hecho de protegernos las costas y el intentar asegurar nuestros recursos naturales. El terrorismo internacional sólo podrá mudarse de zona o región; es decir, del Medio Oriente a Africa si, los líderes políticos de los países de este apacible continente, se dejan llevar por la peligrosa propaganda proteccionista de sus costas y demás vínculos especiales, con los países objetivos del citado terrorismo internacional.


A tí, las conclusiones y las consecuencias, diáspora guineana.



Fuente: Por LOM.- Embajador

¡Nota importante!
El contenido de los artículos publicados no refleja necesariamente la opinión de la redacción de guinea-ecuatorial.net
Véase también la declaración sobre el uso de seudónimos