En una reciente reunión de Obiang con los militares en Malabo, éste arremetió contra todos sus ”enemigos”, al tiempo que les adelantaba la orden de desplegar al ejército en todo Kie-Ntem.

Kie-Ntem está inundado de soldados que patrullan la zona, sin que se sepa exactamente cual es el objeto del despliegue. Al parecer alguien dijo haber visto a gente vestida con uniforme de camuflaje en la frontera y como Obiang vive su propia pasión por el golpe de Estado y la invasión, ahora recorre la décima estación de su cruzada hacia el infierno. La frontera sur está asegurada con la venta de Mbañe, o al menos eso cree Obiang.

En la reunión con los militares, Obiang se mostró muy agresivo contra Occidente. Dijo que les iba a parar a todos los que quisieran echarle y que a los americanos les quitaría las concesiones y se lo daría a los franceses, a los que por cierto les ha pedido dinero para hacer el cambio de la titularidad de las acciones de las compañías petrolíferas.

El plan para deshacerse de las compañías petrolíferas importantes sería ampliar el capital social y dar la mayoría a los franceses y a Gepetrol (y suponemos que a Repsol también). O bien nacionalizar algunas explotaciones. Así piensa parar Obiang a los americanos.

De España dijo que son -cita textual- ”unos pobretones” a los que había cerrado la boca con dinero. Habrá que ver a quienes ha cerrado la boca, pero parecen confirmarse los rumores de un acuerdo económico para rebajar ”la fiebre democrática” de España. Con ello se prolongaría el tratamiento de Guinea como ”materia reservada” que lleva el gobierno y un sector de la prensa española afín.

Celestino Okenve Ndo



Fuente: Obiang

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