NOTA: NOTICIA PROCEDENTE DEL SITIO WEB OFICIAL DEL GOBIERNO DE GUINEA ECUATORIAL EN EL EXILIO WWW.GUINEA-ECUATORIAL.ORG

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Fernando Micó, abogado guineano del presunto jefe mercenario Nick Du Toit, ha muerto de manera fulminante en el hospital de Malabo.

Una vuelta más de tuerca en esta farsa que ya se ha cobrado otras vidas humanas.
Madrid.- 12 de octubre de 2004. Fernando Micó enfermó de madrugada y cuando llegó al hospital nada pudieron hacer por su vida. No se le conocía enfermedad aguda alguna hasta el momento. La oposición guineana pide a la comunidad internacional y a los colegios profesionales de abogados que investiguen esta nueva muerte, relacionada con la supuesta intentona golpista contra la tiranía de Obiang Nguema

La presunta trama nunca existió y tras ella se esconde un submundo cargado de peligros contra la humanidad. El régimen bestial que encabeza Teodoro Obiang Nguema pretendía reocupar el vacío de poder que se ha creado entorno a su persona, un dictador muy enfermo.

Su hermano, Armengol Ondo Nguema, ideó una confabulación invirtiendo todos sus recursos. El objetivo no era otro que el de retrasar unas elecciones anunciadas y eliminar a Severo Moto de la escena política.

El Gobierno en el exilio , a través de su página Web, presentó casi de inmediato un informe descubriendo la mascarada. Desde entonces, Teodoro Obiang Nguema está utilizando ingentes cantidades de dinero público para detener la irreparable quiebra social y económica en la que ha sumido a su país y en destruir a Severo Moto y su equipo de gobierno.

El vergonzoso espectáculo que está ofreciendo la tiranía de Guinea Ecuatorial está poniendo al descubierto una serie de dramáticos interrogantes que es muy urgente responder. El pretendido juicio contra unos hombres inocentes, que llevan más de nueve meses bajo una presión infernal, es otra vergüenza intolerable.

En estos meses se han sucedido una serie de muertes enigmáticas, más propias de unas mentes enfermas que producto de la fatalidad.

La violencia bruta que ejerce el régimen contra cualquier atisbo de oposición ha sumido al país en un conmovedor silencio.

La irracionalidad cabalga sobre una población que ofrece su “resistencia pasiva” a un mundo que mira para otro lado. Las muertes se suceden y nadie se pregunta por qué.

Frente a la violencia desbocada del régimen de Obiang Nguema se encuentra un exilio que clama por el fin de la impunidad contra los habitantes de Guinea Ecuatorial. Se grita ¡Libertad! en los foros del exilio y hay equipos preparados para la reconstrucción del país.

Hacen falta unas elecciones libres en Guinea Ecuatorial.

La comunidad internacional debería preguntarse si vale la pena seguir “apoyando” la dictadura de Guinea Ecuatorial.

El país se ha transformado en un territorio al margen de las leyes internacionales, con el consiguiente peligro para TODOS.

Se puede falsificar cualquier documento, lavar dinero procedente de actividades delictivas, desestabilizar el sistema financiero de la zona, falsificación de moneda, tráfico de niños, trata de blancas, refugio de maleantes, almacén de armas, central logística para el tráfico de drogas, venta de artículos prohibidos e importación, utilización de sus costas, islas y aguas territoriales para fines y actividades altamente dañinas y letales, en algunas de sus consecuencias, contra el medio natural...

La situación es muy peligrosa y hoy sumamos un muerto más a esta inservible farsa.





Fuente: GOBIERNO DE GUINEA ECUATORIAL EN EL EXILIO

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