Malabo, 5 Julio (AFP).- El tercer congreso ordinario del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE, en el poder), que se abrió el miércoles en Bata por tres días, se desarrolla sin gran pasión, ha constatado un corresponsal de AFP.


Ese clima de indiferencia de la población, a pesar de los llamamientos a la mobilización del partido en el poder, contrasta con la afluencia masiva al último congreso que se habia celebrado en 1995 en esta ciudad de la parte continental y capital económica del país.


Si una cierta animación reinaba el jueves alrededor del Palacio de congresos de Ngolo, donde se desarrollan los trabajos, los habitantes de la ciudad, que continúa sufriendo numerosos cortes de electricidad, se dedican tranquilamente a sus ocupaciones cotidianas.


Sólo algunos pequeños carteles en color del presidente Teodoro Obiang Nguema, pegados en los muros o en los coches, dejan notar la celebración de esta reunión abierta el miércoles por el jefe de Estado y Fundador del ex-partido único.


Sin embargo, las puestas hechas en juego de esta tercera ¨misa cantada¨ del partido son de talla, según sus responsables: ¨Se trata de definir las grandes lineas de la política económica y social que el gobierno debe poner en marcha para los próximos años y determinar nuevas políticas cara a los desafíos del futuro¨, ha afirmado a la AFP el Secretario General del PDGE, Agustín Nzé Nfumu.


¨La reestructuración de los órganos del PDGE, creado en 1986 por el jefe de Estado, en vista de adaptarlos a las exigencias del momento, la elección de un presidente que podrá no ser su fundador y la designación del candidato del PDGE a las próximas elecciones presidenciales de 2003 son entre otros tantos temas importantes¨, ha señalado.


A pesar de los discursos prometedores, la mobilización de los militantes no ha estado a la altura de las esperanzas de los responsables del PDGE que atribuyen principalmente esa falta de entusiasmo a una circular oficial recordando que ningún funcionario no debe ausentarse de su puesto de trabajo durante el congreso.


En realidad, estiman los observadores, el clima político un poco deletéreo en el seno del PDGE es el orígen de esta notoria indiferencia.


Ese Congreso se produce en efecto cuando un rumor persistente apunta al nombramiento del primogénito del presidente Obiang, Teodoro Nguema Obiang, en el cargo de Vice-presidente y esto a pesar de las denegaciones de los responsables del partido porque ¨este punto no está en el orden del día¨.


Una crisis sacude igualmente a la familia presidencial, que opone el mismo primogénito del presidente, muy popular en la ciudad de Bata, a sus tíos, los generales del ejército.


Esas tensiones han llevado recientemente consigo el cierre de una de las emisoras privadas de ¨Teodorín¨ y el despojo de su servicio de seguridad. Ellos han enfriado también las esperanzas y las espectativas de una buena parte de los jovenes militantes que quieren ¨cambios reales¨ y el fin de la ¨demagogia actualmente reinante¨ en el PDGE.


¨No se espera nada más de ese congreso que de simples discursos y de resoluciones pomposas que al fin de cuentas no seran materializadas a causa de los conservadores que minan ese partido¨, resume un joven desempleado de 21 años vestido de una camiseta con la efigíe del emblema del PDGE, una antorcha encendida.



Fuente: LD/AFP

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