Las informaciones en este portal provienen de los autores que libremente las publican.

No se exige que las informaciones tengan necesariamente un carácter ni se exige que los articulistas sean de la oposición. Se puede publicar información relevante sobre fútbol guineano o sobre la mosca común que se encuentra en las antiplanicies de Kukumankog. Todo en principio es ”información” y todos en principio son ”informadores”. Esta es una política de los gestores de este portal que se mantiene y que en principio, a pesar del riesgo que comporta, supone un triunfo del concepto de información. Puede que en el futuro se imponga otra política ”informativa”, menos asamblearia y más ”profesional”.

Vayan aqui por tanto las primeras precisiones necesarias.

Entiendo que con esta política del ”todo es información”, la necesaria acción de filtraje de lo que realmente es información la lleva a cabo cada lector de la página, obligandole a participar de forma activa en cierta medida en el proceso informativo. Es el lector el que con el tiempo aprende a discernir lo real de lo ficticio, ya que se le supone inteligencia para ello.

Solo escasas veces ciertas ”noticias” permanecen en el claroscuro entre la verdad y la no verdad. Y a veces la no verdad no es necesariamente la falsedad.

La libre concurrencia de ”informadores” debería garantizar mediante el contraste de opiniones y de informaciones, un producto más cercano a la realidad. De modo que a una información falsa se le puede oponer otra menos falsa o más cierta, algo que al lector inteligente que acude a esta página le situaría en mejor posición para descartar el ruido informativo de la verdadera información.

Lo último hace alusión a la idea que debe animar a los informadores y, en esa línea, nuestra Magda Ada debería haber tenido en cuenta a la hora de informar sobre las ”mensonges”. Si, pongo como ejemplo, Teodorín no se encuentra detenido en Sudáfrica pero se encuentra en algún balneario europeo, Magda Ada, reconvertida ahora en ”periodista-encuestadora”, debería haber informado sobre su paradero exacto, dando las referencias que confirmen la veracidad de su ”encuesta”. Negar una falsedad no es afirmar su certeza contraria necesariamente. En nuestro ejemplo, parece confirmarse que Teodorín no está en Guinea. ¿Por qué Magad Ada no informó de ello sabiendo el hambre de información que tenemos los guineanos debido al oscurantismo que reina en Guinea?.

Lo que trasluce la ”información” de Magda Ada es una animadversión no solo contra el llamado gobierno en el exilio, sino contra toda la oposición, a la que se califica de poco seria y a la que se anima a informar de la verdad y solo de la verdad. Y otra consecuencia de esta misma ”información” es que se desprende una simpatía protectora de Ada con el primogénito del dictador guineano. Puede que Teodorín y Ada se hayan visto en Paris, donde en tiempos estuvo depositada nuestra esperanza para asaltar la Bastiella

Aconsejar a la oposición para que sea creible, viniendo de alguien que hasta hace poco decía ser también de la oposición, es como poco, muy sospechoso. Será que ese alguien ha logrado las excelencias de la credibilidad o ha dejado de ser oposicion y utiliza los mismos argumentos del poder de Malabo...para desacreditar a la oposición.

Ni el llamado gobierno en el exilio es toda la oposición, ni todos los que informan aqui son todos de la oposición. Si ha de reclamarse una mayor veracidad informativa, tal reclamo se ha de hacer extensivo a todos sin exclusión, incluyendo a los que desde París disparan lenguas ”profond” de Moliere.





Fuente: propia

¡Nota importante!
El contenido de los artículos publicados no refleja necesariamente la opinión de la redacción de guinea-ecuatorial.net
Véase también la declaración sobre el uso de seudónimos