DECAM exige que EEUU intervenga políticamente para instaurar un proceso de democratización efectivo en Guinea Ecuatorial
La plataforma Demócratas por el Cambio (DECAM), que aglutina a importantes partidos políticos y asociaciones guineanos del exilio, se concentra sobre las 18h00 de este viernes, primero de junio, ante la embajada de Estados Unidos en Madrid, España, para exigir al Gobierno norteamericano su mediación en el caos político que reina en Guinea Ecuatorial.
Estados Unidos es, desde 1994, el principal socio económico y comercial del régimen dictatorial de Teodoro Obiang, que ha encontrado en las multinacionales petroleras norteamericanas una histórica oportunidad para ahondar su permanencia en el poder con las rentas que obtiene de la venta del crudo.
Sin el petróleo, el dirigente guineoecuatoriano sería no más que un simple déspota. La llegada de las multinacionales norteamericanas ha potenciado la capacidad de maniobra política del régimen para eternizarse en el poder al margen de los procedimientos legales refrendados en 1993, dos años tras la proclamación oficial del pluripartidismo político, que nada ha servido para llevar a cabo un proceso de transición política conforme a las reglas de juego democráticas consensuadas en el marco del ya desahuciado Pacto Nacional.
Con los yacimientos del petróleo, cada día pendientes de concesiones a las petroleras occidentales y asiáticas, los países democráticos occidentales y sus gigantescas multinacionales miran para otro lado, el lado comercial y energético, mientras el país se ha convertido en un gigantesco campo de concentración, donde la práctica de violación sistemática de los derechos humanos es el modus operandi del régimen, minado por una corrupción generalizada y la represión inmisericorde de la disidencia política.
En la actualidad, más de 300 presos políticos languidecen en las cárceles. Los secuestros y asesinatos a opositores exiliados en los países africanos han disparado y se calcula en decenas los casos registrados en los últimos tres años. En el peor de los casos, hasta los opositores exiliados en países democráticos occidentales, como España, corren el riesgo de ser perseguidos y asesinados impunemente, como los dos casos registrados en 2005, con el intento de secuestro y de asesinato a dos miembros de Fuerza Demócrata Republicana en las ciudades de Granada y Madrid, respectivamente.
Mientras, a penas se oye en ningún país democrático occidental una voz de alarma para que la dictadura detenga su extrema violencia y persecución contra la disidencia política, que democratice el país, o que respete los compromisos internacionales suscritos sobre el respeto de los derechos humanos y la democratización.
La crisis política guineana ha llegado a tales extremos, que lo más previsible podría ser una gran explosión social de dimensiones incalculables. La dictadura, amparado en la riqueza petrolera que, sin embargo, no llega al 85 por ciento de la población, parece haber silenciado y comprado las voluntades de gobiernos democráticos que hacen apología del respeto de los derechos humanos, la legalidad internacional, el Estado de derecho y la democratización del mundo.
Precisamente, la concentración convocada este viernes por la plataforma Demócratas por el Cambio, tiene como objetivo principal presentar al Gobierno norteamericano, aprovechando la presencia en Madrid de la Secretaria de Estado norteamericano Condeleezza Rice, el malestar del pueblo guineano y de la oposición del exilio, la única considerada como tal en el país centroafricano.
El Gobierno norteamericano tiene que ser consciente de la crisis política guineana y debe, cómo no, tomar cartas en el asunto, ejerciendo desde ahora la diplomacia preventiva. Los intereses económicos, energéticos y petroleros no pueden estar por encima de las relaciones con el régimen guineano cuando el país desangra de miseria, pobreza, corrupción generalizada, violación sistemática de los derechos humanos y de las libertades públicas. Puestos a comparar, la situación guineana no es menos preocupante que la situación cubana. ¿Por qué las exigencias de democratización en Cuba y no en Guinea Ecuatorial?
La oposición guineana, a través de DECAM, exige como acciones concretas e inmediatas, la amnistía general a los presos de conciencia y exiliados políticos; legalización de todos los partidos políticos y organizaciones sociales; organización de elecciones democráticas, libres y transparentes; la distribución equitativa de la renta nacional, de modo que contribuya al desarrollo y al bienestar del pueblo guineano en su conjunto y no como ahora, que solo está al alcance del 15 por ciento, que representa la oligarquía dominante y sus adictos.
Fuente: DECAM
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