España debe exigir al dictador, YA, algún gesto importante. QUID PRO QUO

Madrid 5 de Junio de 2007.-
El presidente de Guinea, Obiang Nguema Mbasogo, en su encuentro con el jefe de gobierno español Jose Luis Rodriguez Zapatero el dia 15 de noviembre de 2006, se comprometió a liberar a los presos políticos, según nos informaron fuentes gubernamentales españolas tras la reunión de ambos mandatarios en el Palacio de la Moncloa.

Zapatero añadió que había insistido a Obiang en la necesidad de que su Gobierno lleve a cabo ”gestos importantes” en el proceso de democratización y de respeto de los Derechos Humanos, señalando que ”la mejor ocasión” para hacerlo serían las próximas elecciones. Obiang se comprometió además a promover una mayor distribución de la renta e invitó a los parlamentarios españoles a que viajen a Guinea para comprobar los avances.

Miguel Ángel Moratinos también dijo que era obligación de España ”ayudar, acompañar e incentivar” a Guinea Ecuatorial en sus reformas, ”les guste o no a ciertos sectores” de la sociedad española.

España ha hecho un plan para que en las próximas elecciones, aquellos partidos o mejor dicho, aquellas personas designadas por sus ”expertos”, tengan una cuota de poder en Guinea y siga la dictadura. No más poder de lo planeado por España, pero quizá menos de lo planeado por ellos, según determine Obiang.

En el esquema diseñado por España, sus expertos han pensado en dos instancias ligadas a los dos partidos mayoritarios españoles, un esquema difícil de sostener por su artificialidad y que evidencia el desprecio que esos expertos tienen a la realidad social guineana y africana. En todo caso tales expertos tienen un amplio margen de libertad para errar y no nos debería preocupar a los que de verdad queremos el cambio real en Guinea. Podemos diseñar el futuro ignorando a los expertos, de la misma forma que ellos han hecho, siendo nuestro diseño más ajustado a la realidad y de carácter más nacionalista.

Estos expertos que diseñan Guinea sin guineanos, han previsto tres partidos en el escenario: el PDGE del dictador obiang, el CPDS de Adolfo Fernández Marugan y un APGE en proceso de prueba a la disciplina de Madrid. Para los “expertos”, la dictadura seguirá porque no interesa su desmantelamiento rápido, para evitar la pérdida de control sobre Guinea por parte de España y de Francia. La desactivación de la dictadura, cuando tenga lugar, se hará de acuerdo a pautas disciplinadas, enfriando el ambiente previamente con los partidos satélites y repartiendo las corruptelas entre sus dirigentes títeres. Ni que decir tiene que este escenario de los expertos es un puro horror y error.

Ni en los encuentros anteriores mantenidos con Obiang por parte de los numerosos ministros que han visitado Malabo, ni en la condonación de la deuda con Guinea a través de varios mecanismos, ni en los gestos de apoyo a la dictadura exhibidos por el histrión Miguel Angel Moratinos, se ha evidenciado después ninguna contrapartida por parte de Obiang. Mientras Obiang mantenía impertérrito su icono hierático de déspota insensible, todos los ministros de España han danzado para él al son de sus propias castañuelas, sin que desde Malabo sonara el tam-tam de acompañamiento. Todo lo más, algún mohín del sátrapa afeándole a España la falta de energía para desmantelar a la oposición residente en España.

Hasta ahora Obiang ha conseguido todo SIN QUID PRO QUO. Eso supone un fracaso de la diplomacia española, algo al parecer corriente en Exteriores y que no les debe preocupar.

Transcurridos seis meses desde el viaje de Obiang, no se ha sustanciado ninguna de sus promesas. Los presos políticos siguen en las cárceles, algunos sin causa abierta, como el pastor bubi Bienvenido Samba Momesori, arrojado a la cárcel de Evinayong desde hace casi cuatro años, hasta nueva orden del Armengol Ondo Nguema.

España debe saber que la letanía de concesiones infinitas a una dictadura impresentable no le hace ganar credibilidad ante el mundo internacional. Al día de hoy, España debería exigir a Obiang el cumplimiento al menos de una de sus promesas, antes de que los parlamentarios españoles viajen a Guinea. Porque el viaje a Guinea de los parlamentarios españoles, sin contrapartida significativa por parte de Obiang, es otro cheque en blanco a una dictadura moribunda. Sin presos en la calle nadie debe viajar a Malabo.

Obiang tendría el premio Pullitzer del mayor numero de promesas incumplidas, si hubiera ese premio. Los guineanos sabemos que Obiang jamás ha cumplido en 28 años ninguna promesa positiva. Porque sencillamente no espera ninguna penalización por su incumplimiento.

España, por contra, jamás ha exigido a Obiang ningún gesto importante, amenazándole –en caso de su incumplimiento- con iniciar acciones diplomáticas y políticas que le sitúen en una posición delicada, al menos con el mundo internacional. España es miembro de la Unión Europea y de la OTAN, tiene más de 40 millones de habitantes y es potencia industrial, pero España es débil respecto al dictadorzuelo de un pais que no supera el medio millón de habitantes y que está malgobernado por una pandilla de ineptos barrigones incapaces de hacer la O con un donuts.

La elección de la fecha de las próximas elecciones como un mojón en la ruta trazada por los expertos españoles es otra visión gratuita o un diseño errático. Con una dictadura, o se negocia o se desmantela. Aplazar los cambios cada vez, mediante fechas simbólicas que no suponen ningún cambio significativo, es trabajar a favor del mantenimiento de la dictadura. No es hacer el juego a la dictadura, es ser la propia dictadura exhibiendo sus mentiras. En eso se ha convertido España, en acompañante del engaño perpetuo de una dictadura criminal y corrupta, asegurando que nadie desmantele a la dictadura ..hasta que transcurra un siglo o hasta la muerte del dictador. Tal es el plan del gobierno socialista, consensuado con el PP.

Ha habido otras fechas ”electorales” que solo han sido revalidaciones de una dictadura corrupta y criminal. El 2008, si la oposición no lo remdia, será otra revalidación de la legitimidad ”manu militari”, léase ilegitimidad.

Como decimos, cada quién es libre de hacer sus planes. Que España haga sus planes antiafricanos y ahistóricos. Nosotros haremos nuestros planes africanos y quizá incluso negociemos con el dictador la desactivación cronometrada de su feroz sistema. Quizá, aunque improbable, dado el hieretismo estéril de un icono que solo sabe quitar la vida y no crearla. La oposición deberá diseñar escenarios realistas de forma inteligente y avanzar, mostrando sabiduría, magnanimidad, determinación, equilibrio y sentido de Estado.

En ese avanzar nos marcamos como exigencia al dictador un primer mojón realista en la ruta hacia la normalización política: LA LIBERTAD DE TODOS LOS PRESOS POLÍTICOS, ahora y ahora. Es el QUID.

Nvo e´ Zang Okenve Mituy
Presidente de Foro Solidario por Guinea Ecuatorial.


Fuente: propia

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