La doble moral de Bruselas ante las promesas de Obiang
Bruselas 18.09.2000 - El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, se ha mantenido contradictorio ante las tentativas llevadas a cabo por Obiang la semana pasada de reestablecer la ayuda económica a Guinea Ecuatorial. En el encuentro, bastante criticado, de los dos líderes, el presidente guineano presentó una larga lista de promesas y planes para llevar a cabo el esperado proceso de democratización. Pero, para conseguir la ayuda, no sirvieron sólo las promesas y Europa quiere ver resultados, aunque ya ha dejado una puerta abierta a la cooperación.
Obiang viajó a Bruselas para entrevistarse el jueves con el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi y el Comisario de Desarrollo y Ayuda Humanitaria, Poul Nielson. Las confusas informaciones que se han recibido en los medios han aumentado la polémica de esta visita, que ya fue en primer lugar criticada por los eurodiputados socialistas. En primer lugar, fue el gobierno guineano quien informó de esta visita. Seguidamente, la Comisión Europea no anunció en la agenda de Prodi niniguna reunión con Obiang, que iba a ser recibido, según la Comisión, sólo por Nielson. Y, finalmente, Obiang acabó reuniéndose con ambos, mientras Prodi se mantenía en silencio respecto a las críticas de los socialistas exigiendo explicaciones sobre los motivos de esta ḿisteriosa´ reunión entre el dictador y el ´presidente de Europa´.
CARLOS CARNEROI, representante de la Delegación Socialista Española al Parlamento Europeo, fue bastante claro en sus declaraciones antes de la reunión. ”Exigiremos la máxima información por parte del presidente de la Comisión y de sus miembros. Resulta, cuando menos, sorprendente, que un señor que ha rechazado todos los procedimientos democráticos de control planteados por la Unión Europea -como es el caso de las últimas elecciones legislativas de marzo de 1999 y municipales de mayo del 2000-, se reúna con lo que para muchos ciudadanos representa que es el presidente de Europa” (SIC).
Para Carnero es más que evidente que Obiang no cumplió ninguna de las promesas que ya realizó al anterior presidente de la Comisión Europea, Jacques Santer, en 1997: ”Pedimos, una vez más, a Teodoro Obiang, que cumpla con todos sus compromisos anteriores a través de hechos y actuaciones concretas y que no se quede todo en mera palabrería, como ha sido el caso hasta ahora”. Así, Carnero concluía sus declaraciones avisando a Prodi: ”Que no caiga en el error de Santer. Esta vez no nos contentaremos con sólo expresiones de buena voluntad por ambas partes”. Recoredemos que Obiang ya había acudido a Bruselas en 1997 para conseguir que la Comisión levantase la retirada de ayuda a Guinea Ecuatorial que se había producido en 1993 dada la situación de los derechos humanos y los nulos avances democráticos. Efectivamente, en dicha reunión el presidente ecuato-guineano convenció a Santer, a base de palabrería, de grandes cambios en el país, haciendo que se reanudase la ayuda económica por un tiempo. Quedaba, por tanto, más que evidente, cual era la intención de Obiang con esta nueva visita.
Así, el resultado de la reunión fue bastante frío por parte de ambas partes. Prodi manifestó en una conferencia de prensa posterior al encuentro que Obiang le había garantizado cambios en el país. ”Bruselas está dispuesta a apoyar al gobierno guineano”, fue la conclusión. Y ante ésto, una misión comunitaria ha viajado a Malabo para formar a los que serán los componentes de un futuro programa de cooperación centrado en la democratización, los derechos humanos y la reducción de la pobreza. Por su parte, Obiang se apresuró a comentar tan sólo que en el país no existen presos políticos y que toda la información que publicamos diariamente en los medios europeos no tiene nada que ver con la realidad de Guinea Ecuatorial.
Finalmente, que Obiang nos llame mentirosos a los que intentamos informar sobre un país en el que ha prohibido nuestra entrada no nos extraña a estas alturas, pero que Prodi deje abierta la puerta de la cooperación después de la metedura de pata de Santer hace que todo parezca surrealista. En cualquier caso, las conclusiones de la Comisión Europea resultan bastante subjetivas: ¿quiénes serán los reclutados para esa comisión en Malabo?, ¿qué exige ver la Comisión Europea como pruebas palpables de desarrollo democrático en el país? ¿y qué lugar ocupa el petróleo y las exportaciones en toda esta nueva camaradería? El resultado está por ver, pero todo indica que Europa volverá a tropezar con la misma piedra.
ESTAMOS EN 2007 Y ALGUIEN NOS TOMA POR IDIOTAS
ESTAMOS EN 2007 Y ALGUIEN NOS TOMA POR IDIOTAS
ESTAMOS EN 2007 Y ALGUIEN NOS TOMA POR IDIOTAS.
Fuente: afrol.com
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