Anarquía y expolio desenfrenado en Guinea Ecuatorial. Parte I

Exilio 16 de noviembre de 2007.-

La situación en Guinea Ecuatorial es de una total anarquía. Esta anarquía es el ESPACIO ideal CREADO POR EL DICTADOR para realizar sus actividades de expolio en compañía de sus atláteres. Por tanto la anarquía que existe no es en principio el resultado de una falta de poder (el poder organiza los elementos del sistema y su ausencia desestructura al sistema) sino el resultado de una acción consciente del poder político para usar en su provecho la desorganización.

Esta anarquía interesada se da en varios niveles pero su principal manifestación es la ausencia de normas en el desarrollo de actividades públicas, parapúblicas y privadas por parte de las personas que ejercen el poder, pero especialmente por parte de Obiang Nguema y de su familia directa. Y cuando hablamos de ausencia normas nos referimos a la ausencia de disciplina o de orden o de conductas regladas en el ejercicio de los actos administrativos, políticos y privados de los que detentan el poder y solo ejercen la forma coactiva de ese poder, habiendo o no normas escritas o leidas en la radio estatal.

Es cierto que una parte importante de esa anarquía no se debe a acción consciente del dictador sino a la ignorancia de los gobernantes. El poder en Guinea se asienta sobre la ignorancia. La ignorancia proviene de gente ignorante o de gente ignorante que ejerce la jefatura de departamentos y que aun teniendo a personal formado en tales departamentos rechaza los consejos y los conocimientos de esos cuadros, ante el miedo de que sean ellos los que en realidad gobiernen el país y los ignorantes pierdan paulatinamente el poder.

Ha ocurrido que mucha gente afín al distrito, al clan o a la familia de Macias Nguema que fue becada para estudiar en las repúblicas comunistas (URSS, Cuba, Corea del Norte, China, Rumanía, etc.), no fue realmente formada, porque fueron al extranjero sin tener siquiera el bachillerato elemental y al regreso se hicieron llamar ingenieros superiores o licenciados en derecho o doctores en fisica nuclear o ginecólogos. Este grupo de gente, los llamados rusos, son los que más daño han hecho al país en lo que se refiere a la necesaria estructuración administrativa de un estado moderno. Muchos de ellos pasaron de la choza a vivir en un piso estudiantil de una ciudad soviética. Las autoridades soviéticas, para no tener problemas con la dictadura guineana, en lugar de exigir un mínimo nivel de estudios haciendo ellos los exámenes de ingreso para la universidad soviética antes de embarcarlos en Malabo, prefirieron callarse, colocar a esa gente a veces en centros de formación profesional y otorgarles un certificado de asistencia a clase. Esos certificados de asistencia, que no títulos universitarios, estaban escritos en lengua rusa y alfabeto cirilico y cada analfabeto que volvió de la URSS dijo poseer el título que quiso. Es verdad que no todo fue así ya que hubo gente bien formada en autenticas universidades comunistas, pocos.

Todos esos ”rusos” mal formados ocuparon puestos clave en los sucesivos gobiernos de Obiang Nguema. Pero esos gobiernos estaban asentados sobre una organización administrativa inexistente o pobremente estructurada. Sobre los antiguas delegaciones ministeriales de la época colonial se enquistaron unos personajes estrambóticos que lo único que sabían hacer era usar la violencia verbal, la violencia física y la mentira. No hubo una reforma administrativa mínima para organizar a la administración. En algunos ministerios como en Exteriores se consiguió una pequeña organización, por ejemplo en la estructura jerárquica del personal, pero poco más.

Desde los puestos clave, los ”rusos” continuaron su obra destructora. Cuando se debatió la necesidad de homologación de títulos universitarios, los ”rusos” estaban controlando el ministerio de Educación y ellos mismos se homologaron sin seguir un procedimiento científico. De pronto, un país que había tenido una tradición occidental en la enseñanza, en el ejercicio del derecho, en la medicina, en la ingeniería, etc. se encontró invadido por una tribu de inútiles que reclamaban el doctorado pero sabían menos que un bachiller. Y esa gente es la que ha estado hasta hace poco acompañando al poder de Obiang Nguema, otro ”iletrado” convertido en General por la gracia de sí mismo, que nombró generales a todos sus hermanos, coroneles a todos sus primos y capitanes a todos sus hijos.

Así que un señor que había hecho unos cursos introductorios de derecho marítimo, decidió que ya era abogado y reclamó ser miembro del colegio de abogados y ejercer el derecho en Guinea, donde la poca tradición del derecho moderno estaba en principio anclado en el derecho occidental español. En lugar de que esa gente se insertara en un cuerpo con tradición y aprendieran en ella, pusieron patas arriba todas las profesiones y, lo peor, eliminaron la incipiente doctrina que cada profesión ya tenía en Guinea o había sido creada desde la tradición española. Gente que no era siquiera ayudantes técnicos sanitarios ni diplomados en enfermería, pasaron a llamarse doctores y a ejercer sobre una tierra yerma matando a los pacientes y dejando a los hospitales guineanos en el lugar que ocupan hoy en dia: una cloaca en medio de ciudades cloacas.

Así tenemos numerosos ejemplos de gente cuyo paso por los ministerios supuso un huracán destructor como es el caso de Rubén Maye Nsue, que dice ser Doctor...en chapuzas. También se vieron casos de gente que habiendo sido incapaz de proseguir los estudios en España, volvieron a Guinea donde fueron becados para estudiar en Cuba o en la URSS, volviendo después a Guinea y reclamando ser abogados, como el actual registrador de la propiedad, que no consiguió pasar a tercer curso de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y que por ser de Mongomo, fue becado desde Guinea para Cuba en la época de Macias Nguema.

Ruben Maye, incapaz de entender siquiera la separación que existe entre una institución privada como es el colegio de abogados y el ejecutivo, lo disolvió ilegalmente y se hizo nombrar presidente del colegio, siendo al mismo tiempo ministro. Una auténtica aberración. Tanto este mismo Rubén como los miembros de un tribunal de opereta que juzgó en el 2002 a militantes de FDR, UP y CPDS, juzgaron a gente sin pruebas y violaron de forma flagrante principios básicos del proceso penal, como la necesaria correlación entre la acusación y la sentencia penal, que exige que una vez queda configurado el objeto del proceso en el instante de las calificaciones provisionales, ya no pueden crearse nuevos acusados ni nuevas cosas juzgadas y por lo tanto no pueden aparecer en la sentencia. Todos los miembros del tribunal eran ”rusos” más un ”teniente coronel” que no era oficial de carrera ni sabía nada de Derecho. En aquel juicio muchos fueron detenidos pero un tercio de ellos no aparecían en el documento acusatorio leido por el fiscal. En ese juicio la sentencia condenaba a unas personas que no habían sido acusadas ni juzgadas en la fase de calificaciones provisionales. Los mismos graves defectos de procedimiento se observaron en el juicio por el supuesto intento mercenario de 2004 y en el juicio contra los bubis de Luba, y en todos los juicios. Las graves violaciones de los procesos penales se han dado siempre, lo que evidencia anarquía sistemática en el sistema judicial. Esas violaciones constituyen a su vez un delito que nunca ha sido juzgado en Guinea.

La generación de los llamados rusos son los responsables de la anarquía que hay en Guinea. Tras la debacle de la dictadura de Macias Ngumea, Guinea hubiera necesitado una organización desde casi cero del aparato del Estado y de la Administración. Pero los mismos elementos que fomentaron el desorden en la época más trágica de Macias, continuaron con el mismo durante el reinado de Obiang Nguema. Obiang Nguema por tanto es el responsable de la anarquía porque su poder es el que permite, mediante el nombramiento a dedo, que exista una horda destructora en casi todos los elementos con poder en el pais.

¿Qué hubiera ocurrido si los responsables de la administración hubieran sido gente formada académica y administrativamente? Siendo Obiang presidente, es posible que esa gente se hubiera enfrentado a él porque él representa la personificación de la anarquía. Y en ese enfrentamiento, los resultados hubieran sido siempre los mismos: Los formados que exigieran rigor hubieran sido reprimidos y apartados del poder.

El actual “gobierno”, con un primer ministro que no es realmente jefe de gobierno al no haber formado gobierno ni recibir los reportes directos de los ministros, al carecer de la autonomía propia de un jefe de gobierno y al carecer de autoridad sobre lo miembros del “gobierno”, se encuentra enfrentado al mismo dilema del supuesto último. El actual escenario contempla un gobierno con gente más formada que en los anteriores “gobiernos” pero bajo el control estricto de Obiang y su familia, cuyas reuniones nocturnas son los verdaderos consejos de gobierno. Armengol Ondo Nguema y Constancia Mangue tienen más autoridad que el primer ministro Ricardo Mangue, quien por otro lado posee títulos académicos pero carece de formación para organizar la complejidad del entramado administrativo y político de un país moderno. La anarquía sigue siendo la regla porque el orden se opone al desorden natural de una persona que es Obiang Nguema, que sigue medrando en el desorden sin sujetarse ni al derecho administrativo ni a los principios de incompatibilidad.

El Derecho Administrativo –que rige a la Administración, a sus miembros y a las relaciones entre administrados y administración- establece en sus principios que la Administración es una instancia reglada en toda su actuación, es decir, nunca hará nada que no esté autorizada para ello de forma explícita en una Ley y si lo hace autorizada, lo hará tal como se contempla en la Ley. La Administración es la primera obligada al derecho, nada sin el Derecho y todo según el Derecho.

Un gobierno no puede declarar que sus miembros pueden ser empresarios porque la Ley no lo prohíbe, eso indica mala fe o grave ignorancia. La ley debe autorizar a los miembros del gobierno a ser empresarios, especialmente al que dice ser jefe de Estado, si éstos quieren ser empresarios mientras ocupan cargos públicos. Así es en cualquier país regido por el derecho, independientemente de que sea democrático o no, porque el Estado de Derecho debe ser obligatorio y anterior al Estado Democrático.

Un país en que su jefe de Estado se declara empresario es lo máximo de la anarquía, porque no hay separación entre lo privado y lo público. Esta confusión de instancias entre los privado y lo público es la nota dominante del gobierno de Obiang desde el comienzo de su dictadura.

Analizaremos en las siguientes entregas las formas graves que ha adoptado la anarquía, así como sus efectos graves sobre la economía, sobre las derechos civiles y sobre el bienestar de los guineanos. Entre los efectos perversos de la anarquía destaca el haber sido el entorno ideal para facilitar el expolio desenfrenado por parte de la familia dictatorial, cuyos miembros se han convertido en los amos de todos los recursos de Guinea Ecuatorial.


Nvo Zang Okenve
Presidente de Foro Solidario por Guinea Ecuatorial


Fuente: propia

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