Según los datos que nos han sido remitidos por nuestros informantes, las Fuerzas Armadas de Guinea Ecuatorial están realizando movilizaciones en varias zonas de la Isla de Bioko. Y siempre según estos mismos datos, el día 3 de diciembre de 2001, el régimen del general-presidente Teodoro Obiang Nguema movilizó al ejército con el traslado de 60 militares en tres camiones a la villa de Rebola, sin dar ninguna explicación a las autoridades locales.
Tras recorrer las calles de dicho poblado, los militares se adentraron a pie en los bosques de la localidad, y después de varias horas de exploración, aparecieron en el poblado de Basilé. En la semana del 10 al 16 de diciembre, los militares realizaron también sus ¨maniobras¨ en el distrito de Riaba, al Sur de la Isla de Bioko.
En los últimos días los activistas del MAIB, tras varias exploraciones, han podido apreciar la colocación de minas antipersonales en los bosques visitados por los militares. Los datos que poseemos nos confirman que ya hay minas antipersonales en los bosques de Rebola, Baney, el Valle de Moka y la zona costera de Malabo, concretamente desde el kilómetro cinco dirección Este. A parte de las minas antipersonales, cuyo número desconocemos, también se han colocado explosivos que funcionan por control remoto a lo largo de la carretera que comunica con Rebola, Baney y hasta el kilómetro veinte dirección Este.
Los activistas del MAIB siguen tratando de localizar otras acciones emprendidas por el ejército del régimen nguemista. Nos consta que los explosivos fueron descargados en el puerto de Malabo días atrás por los militares, y en horas nocturnas. El material fue trasladado al campamento militar 3 de agosto, ubicado en la denominada zona presidencial.
El MAIB considera que la colocación, por parte del ejército, tanto de minas antipersonales como de explosivos, es un aviso del régimen nguemista para dar a conocer a la población bubi indefensa que el país se encuentra en situación inestable e imprevisible. La movilización militar no es más que una señal inequívoca de dar protección al dictador ante cualquier amenaza interna o externa. Este establecimiento de mecanismos de autodefensa del régimen contrasta con la aparente tranquilidad de la población ante la ocupación militar que existe en la Isla de Bioko.
Ya en el mes de noviembre de 2001, la delegación del MAIB que mantuvo contactos con los representantes de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que visitó el país, dejó bien claro al Sr. Gustavo Gallón Giraldo cuál era la situación de opresión que padece el Pueblo Bubi dentro de Guinea Ecuatorial. Entre los puntos analizados estaba la situacióhn de los Bubis en las Fuerzas Armadas del Estado de Guinea Ecuatorial, prácticamente con una estructura monoétnica fang, donde los Bubis no llegamos a ser ascendidos a los altos mandos oficiales de los ejércitos, y no porque carezcamos de menos aptitudes que los compañeros fang quienes, aun siendo de la misma promoción, llegan a ser tenientes coroneles o generales.
La delegación del MAIB manifestó al Sr. Gallón Giraldo nuestra preocupación por la permanente actuación discriminatoria del gobierno guineoecuatoriano en otros campos, incluidos los proyectos de desarrollo.
El Sr. Gallón Giraldo, que presidía la representación de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, se interesó por recabar ciertas informaciones bien precisas para la elaboración de su informe sobre la situación de respeto de los Derechos Humanos en los momentos actuales en Guinea Ecuatorial. Por ello, en lo relativo a las barreras militares en la Isla de Bioko, la delegación del MAIB manifestó que aún existían severos controles militares a lo largo de la Isla, especialmente en los siguientes puntos:
Camino del Este
- Km. 5 (control militar obligatorio y permanente)
- Dos controles militares a la entrada de Rebola
- Un control militar a la entrada de Baney
Camino del Oeste
- Controles militares en Banapá, Basupú del Oeste, Basakato del Oeste, Boloko de Lubá y Cruce de Moka.
La ocupación militar permanentemente soportada por el Pueblo Bubi no constituye un hecho nuevo. Durante el período colonial español, los 2017 kms cuadrados de la Isla de Bioko (entonces Fernando Poo), representaban una situación privilegiada y de gran valor estratégico en el Golfo de Biafra. Si ahora añadimos su importancia económica por sus yacimientos de petróleo, no cabe duda de que la preocupación de cualquier administración gubernativa antidemocrática girará en torno al control total de la población, con objeto de impedir cualquier reivindicación justa.
Estos temores de ayer (durante el período colonial) han sido heredados por el régimen nguemista, y tienen una connotación esencial en la marginación de la población bubi dentro del cuerpo castrense, con una actitud continuista por parte de la administración en plaza. El régimen colonial español, para ejercer un mayor control de la población autóctona bubi, estableció varios puestos militares que se siguen manteniendo en la actualidad, lo que indica una clara ocupación militar de la Isla de Bioko. Estos cuarteles, o campamentos, están ubicados en los poblados de Rebola, Baney (con un campamento en el mismo poblado y otro en la costa), Basakato de la Sagrada Familia, Bahó Grande, Riaba, Cruce de Moka, el mismo poblado de Moka, Lubá, Basakato del Oeste, Basupú del Oeste y Malabo. Los grandes núcleos urbanos como Malabo, Elá Nguema (o San Fernando) y Lubá disponían (y disponen) también de comisarías, así como de controles de puertos y aeropuertos (Malabo). La presencia de Bubis entre los efectivos militares era, y sigue siendo, insignificante.
Tras 33 años de ausencia española en estos territorios, la situación no ha variado. El actual régimen nguemista y continuista sigue aplicando el código militar español de 1945, hecho que quedó patente en el ¨juicio¨ sumarísimo contra 117 Bubis, celebrado en mayo de 1998. Estos Bubis fueron acusados por los hechos de sublevación del 21 de enero de ese mismo año. El régimen de Obiang Nguema sigue manteniendo los campamentos, cuarteles y puestos militares que heredó el 12 de octubre de 1968. En la actualidad la ocupación se hace más intensiva, al incorporar en dicha vigilancia y control de la Isla de Bioko, a elementos de la Seguridad presidencial (policías sin uniforme que se mezclan entre la población autóctona bubi) para detectar cualquier gesto de protesta o expresión de descontento, procediendo inmediatamente a la detención de los promotores.
A parte de lo expuesto, la estratega del Ministerio de Defensa del Gobierno nguemista ha llevado a la colocación de militares en las haciendas abandonadas de los excolonos españoles. A raíz de esto se ha procedido al establecimiento de puntos militares en Ureka, Batete y sus patios o haciendas, en Cacariaka (Riaba), etc. Tenemos constancia de que grupos itinerantes de militares se mueven en los bosques de la Isla de Bioko de forma continua.
Después de los hechos del 21 de enero de 1998, el régimen ha adquirido material militar variado. Los militares realizan labores de patrulla en las carreteras a todas horas, especialmente en horas nocturnas, así como una vigilancia costera. Todas estas operaciones militares en el interior de la Isla de Bioko, tanto en la época colonial como postcolonial, a parte de intimidar al Bubi, inducen a pensar que éste era y es considerado un elemento nocivo y peligroso para los intereses de los ocupantes, lo que conduce a la administración de turno a marginarle, desplazarle, vigilarse, perseguirle, detenerle arbitrariamente, torturarle para acallar sus protestas, e incluso asesinarle para silenciar sus justas reivindicaciones.
Tanta concentración militar en tan pocos kilómetros cuadrados (2017) no se fundamentan en proporcionar seguridad a la población autóctona, sino controlarla mientras que fuerzas mafiosas, siempre en nombre de la administración y del gobierno, expolian sus recursos.
Por todo ello, el MAIB hace un llamamiento a los intereses económicos que operan en Guinea Ecuatorial para que no frenen los cambios que se avecinan, y que éstos sirvan en realidad para poner fin a tanta opresión, marginación y exterminio. Que en esta ocasión el cambio contribuya a favorecer la participación de la población bubi en la toma de decisiones de cualquier índole sobre su hábitat y asuntos del Estado de Guinea Ecuatorial.
El MAIB, como integrante de la Resistencia Nacional de Guinea Ecuatorial (RENAGE), y en su deseo de configurar unas Fuerzas Armadas y de Segurdad, otorgándoles el papel real que deben desempeñar, según se recoge en el Programa Político de RENAGE, las Fuerzas Armadas, Cuerpos de Seguridad del Estado y del Orden Público tendrán un estatuto propio con las misiones específicas que les son propias, como son la seguridad de los Pueblos de Guinea Ecuatorial, la defensa de la unidad e integridad territorial frente al exterior y la fidelidad al Estado de Derecho y a la Democracia plural, y todo ello bajo la autoridad civil y regulado por Ley invita a poner fin a la ocupación militar de la que es objeto el Pueblo Bubi, todo ello con el deseo de configurar un Estado en el que se respeten las identidades de sus Pueblos.
Madrid, 21 de enero de 2002
EL COORDINADOR GENERAL
D. Weja CHICAMPO PUYE
Fuente: Movimiento para la Autodeterminación de la Isla de
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