Al margen de la situación infausta que vive Guinea Ecuatorial desde hace medio siglo, la oposición de guinea, tanto los de dentro como los de afuera, tienen graves problemas. Estas contrariedades hacen que el pueblo de Guinea Ecuatorial y los propios opositores pierdan confianza en su proyecto político. Intentaré acentuar algunos problemas, que me parecen, si no se arreglan, en vano estarán trabajando la oposición democrática en Guinea Ecuatorial.
El diccionario de la Real Academia Española, define la organización como asociación de personas regulada por un conjunto de normas en función de determinados fines, un sistema de actividades conscientemente coordinadas formado por dos o más personas. La cooperación entre ellas, es esencial para la consecución de los fines. Durante casi más de cuarenta años, el aspecto organizativo dentro de los partidos políticos guineanos y la relación entre los mismos partidos políticos, ha sido siempre nefasta: intereses oscuros e inconfesados, ambiciones políticas desmesuradas, dictadores camuflados en partidos ‘democráticos’, una historia propia de la novela de Frederick Forsyth.
El primer punto que llama la atención, en este turbio mundo que encierra a la oposición guineana, es la cantidad de partidos políticos que coexisten. Cada día nace una nueva formación política, sin objetivos claros, sin definición, sin ideología, sin procedimientos. En una población de algo menos de un millón de habitantes, es absurda la cantidad de partidos políticos que hay. Tiene una lectura posible, todos quieren gobernar en Guinea Ecuatorial, nadie quiere ser súbdito sino es por debajo del yugo de la dictadura y al desorden. Todos quieren mandar y, a su medida claro.
La obediencia, el compromiso y la organización cuestan mucho a los guineanos. Luego otro de las causas de esta proliferación política es que, el regionalismo se realza cada día en Guinea Ecuatorial, en su peor versión. Una gran culpa lo tienen los de Mongomo, que en lugar de ayudar a la buena gobernabilidad, lo que han hecho es meter en problemas a su hermano de región, robando al país como lo están haciendo, con algunas excepciones.
La falta de organización de estos partidos políticos, impide que haya una estructura fiable de reclutamiento, formación de potenciales líderes políticos, que puedan asumir con criterio los proyectos políticos de su partido, incluso el mismo partido gubernamental está envuelta en ese desbarajuste. Falta una renovación de las autoridades mediante el consenso y la aceptación de las reglas de competencia. Leemos a menudo que tal ya no es coordinador de tal partido, que si el otro vuelve a ser elegido presidente del partido, sin asambleas ni consultas a la militancia. Mediante prácticas casi antidemocráticas. Un auténtico ejercito de Pancho Villa. No hay una sólida organización. No hay un organigrama sólido, con personas cualificadas, política y humanamente. Faltan criterios transparentes de afiliación. Un partido político no es un ONG, su compromiso requiere exigencia y responsabilidad, y muchos como decía antes, les falta una posición política definida. Es decir, la definición ideológica y el mantenimiento del mismo en el modo de proceder.
Cuando se observa los procedimientos políticos de la oposición, tanto los que están aquí en Guinea Ecuatorial, como los exiliados, se nota que casi la mayoría tienen una estructura política dictatorial y unos procedimientos totalitarios. No se ve una coherencia de actuación y una cohesión interna en los procedimientos. A la mayoría de estos partidos políticos, les falta un estilo político de acuerdo al lugar y a las circunstancias del momento.
Las disoluciones, coaliciones, afiliaciones al poder, suceden a diario, y nunca van acompañado de una información contundente y una breve nota de prensa que aclare el estado de cosas, para que el pueblo sepa con claridad qué partido está en la oposición y qué partido es afín al régimen. Para evitar el confucionismo que vive Guinea Ecuatorial actualmente.
Otro punto que me preocupa es el compromiso social. La oposición guineana, está más preocupada en informar a España y a la comunidad internacional lo que ocurre en guinea, en lugar de movilizar e informar a la sociedad guineana lo que realmente pasa aquí. Son los únicos que pueden traer el cambio a Guinea Ecuatorial. Los partidos políticos de la oposición guineana, no han sido capaces de alentar a la población, después de perder la gran oportunidad de la POC (1995), de participara con ilusión y sumarse al proyecto político de la oposición.
La oposición guineana, en el tiempo que lo requería la población, no fueron capaces de armonizar e integrar un programa común. Nunca se han molestado en explicar a la sociedad, sus principios políticos, aperturas e ideas políticas, sólo se han limitado a criticar al Sr. Obiang y su gobierno, recordando hasta la saciedad al sufrido pueblo de Guinea Ecuatorial lo que ellos ya conocen y viven todos los días. Esta manera de hacer política es muy rácana y arcaica. “Divide y vencerás” en caso de Guinea Ecuatorial no puede funcionar, hay que abogar por “Define y vencerás”. Hay que definir las posturas políticas con convicción para que la población pueda percibir las semejanzas y las diferencias de unos y de otros y luego poder elegir.
Muchos guineanos de a píe, no saben el nombre de las formaciones política, ni tan quiera conocen los lideres políticos de la oposición nacionales y exiliados. Porque estos líderes, no han sabido fomentar la socialización política, ni han creado una orientación de la opinión pública. Han pensado y siguen pensando improcedentemente que la solución de nuestros problemas, lo tienen la comunidad internacional, la amnistía internacional y esa amalgama de organismos internacionales que no hacen otra cosa que custodiar los intereses de las potencias occidentales. Informan de lo que quieren informar y a quién quieren informar.
Otro problema a mi juicio, es la falta de diseño e información real y verdadera al pueblo sobre la política del gobierno. Ya sabemos que Obiang y su cuadrilla no hacen nada bien, y no van a cambiar, eso lo saben hasta los niños de preescolar, pero sabemos también que la oposición es la voz de los desfavorecidos, tiene el deber moral de explicarles qué riqueza produce nuestro suelo y dónde destina el gobierno este dinero, con datos reales no farsantes. La falta de libertad de expresión en Guinea Ecuatorial es más que demostrada, pero no exime a la oposición de la responsabilidad de informar al pueblo, cuál es su proyecto político y cuáles son las alternativas que proponen.
Finalmente, aunque en principio no parece obligatorio en hacerlo, pero es responsabilidad informar al pueblo, cuánto dinero reciben de la financiación pública y de dónde les viene la financiación privada y cómo y a dónde destinan estos bienes. Esto les hará transparentes y creíbles y además evitará los viejos fantasmas del oscurantismo del régimen de Teodoro Obiang Nguema.
Misisim
Fuente: misisim
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