El líder rebelde asegura que con la decisión reforzará la labor del enviado de las Naciones Unidas que pretende poner fin a los combates | El Consejo de Seguridad estudia el envío de más cascos azules a la zona.

Los rebeldes del Este de la República Democrática del Congo han anunciado este martes una retirada militar para apoyar una iniciativa de paz de las Naciones Unidas. Además, el gobierno ha despedido a su jefe de las fuerzas armadas a raíz de una serie de derrotas.

El líder rebelde Laurent Nkunda del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) dice que se retirarán 40 km desde los frentes en la provincia de Kivu del Norte para crear zonas de la separación de ellos y las tropas gubernamentales.

Asimismo, ha comentado que estaba haciendo esto para ayudar a los esfuerzos del enviado de las Naciones Unidas, el ex presidente nigeriano Olusegun Obasanjo, para poner fin a semanas de combates que han llevado a un cuarto de millón de personas de sus hogares y provocado una situación de emergencia humanitaria.

Un rebelde subraya que la declaración de las”zonas de separación” en el Kanyabayonga-Nyanzale y Kabasha-Kiwanja son frentes que deben ser ocupados por la ONU de mantenimiento de la paz. El CNDP y los comandantes de gobierno se reunirán mañana miércoles para discutir la creación de las zonas.

La ONU pide más cascos azules

El Consejo de Seguridad de la ONU estudia un proyecto de resolución que quiere aumentar de forma temporal en más de 3.000, los cascos azules actualmente desplegados en la misión del organismo internacional en la República Democrática del Congo, según informaron fuentes diplomáticas.

Al proyecto presentado ayer lunes por Francia y al que se ha sumado el Reino Unido, contempla el incremento de militares y policías en 2.785 y más de 300 unidades, respectivamente, que se sumarían a los actuales 17.000 soldados internacionales que forman parte de MONUC (Misión de Paz de la ONU en la RDC). El proyecto de resolución, condena también ”el resurgimiento de la violencia en la región oriental del Congo y pide a las partes el inmediato alto el fuego”.

Ban Ki-moon, el secretario de la ONU, ha pedido en varias ocasiones al máximo órgano de decisión de la institución una decisión en ese sentido, sobre todo para aumentar la presencia en las zonas de conflicto.

demás, expresa su ”extremada preocupación” por el deterioro que está experimentado la situación humanitaria y, ”en particular, por los ataques contra la población civil, la violencia sexual, el reclutamiento de niños soldados y las ejecuciones sumarias” que se están produciendo.

Fuentes diplomáticas han resaltado que todavía no se ha fijado en qué momento el Consejo de Seguridad analizará esa propuesta, aunque podría ser esta misma semana. Hasta ahora, MONUC es la misión internacional que más cascos azules tiene desplegados, pero los expertos consideran que incluso con un aumento de más de 3.000 militares y policías en el país africano, será difícil el control de la situación en un territorio tan extenso.

El inicio del conflicto

Los enfrentamientos entre el Ejército congoleño y los rebeldes de Nkunda comenzaron en agosto pasado en la provincia de Kivu este y, desde entonces, más de 250.000 personas se han visto forzadas a desplazarse de sus hogares.

Gran parte de los afectados por el conflicto huyeron hacia el sur cuando se intensificaron los combates el pasado octubre y llegaron a Goma, la capital de la provincia, localidad que los rebeldes no han conseguido tomar.

En un informe divulgado a principios de este año en Kinshasa, la organización humanitaria ”International Rescue Committee” señala que los conflictos y las crisis humanitarias que la RDC ha sufrido desde 1998 han dejado ya un saldo de 5,4 millones de muertos y continúan causando una media de 45.000 víctimas mortales cada mes.

Fuente: ADN.es

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