El desarrollo de la farsa electoral preparada para dentro de tres días en Guinea Ecuatorial, desde la misma fecha elegida por quien la convoca y aceptada sin rechistar por los partidos convocados a participar, no aporta nada nuevo a los procesos electorales anteriores. Es más de lo mismo: fraude, fraude, fraude.

Siempre resulta ser una gran pérdida este tipo de pantomima donde no se trata de conocer la voluntad del pueblo en la elección de sus representantes al frente del país si no de mantener el poder a toda costa por el que lo detenta desde hace años sin el apoyo popular legítimo. El más perjudicado de los actores en que se lleve a cabo este costosísimo montaje de farsa electorera es el propio pueblo convocado. Y es a ese pueblo a quien corresponde pronunciar la última palabra. Dar respuesta adecuada sin vacilaciones, con rigor y contundencia al filo del espectáculo vivido en estos días y la metodología seguida en este ”proceso” es obligación y derecho del pueblo, conceptos ambos a los que no puede ni debe renunciar.

Nada más que añadir a esta nueva ”jornada” calco de las anteriores; mínimos de transparencia; censo inexistente; listas electorales missing; observadores intencionales independientes, 0; carnets electorales por doquier, falsos; pocos partidos concurrentes (para los que deberían figurar) pero cómodos para el que tiene intención de revalidar el mandato con abultado porcentaje; sin obviar el voto que, como es ”costumbre”, puede ser público y no secreto como es preceptivo en cualquier consulta electoral. Tampoco es descartable la represión al elector para que ejerza su derecho a la fuerza o se pronuncie por el candidato que previamente se da como ganador invencible.

Total, lo dicho. Dado que todos los concurrentes (partidos) se mantienen en sus trece de seguir el sainete aunque se quejan y quejan de las irregularidades como si se tratara de la primera vez que se producen, no le cabe otra al pueblo que tomar la iniciativa y optar por la postura más digna y democrática. Y esta no es otra que la abstención, el boicot a una farsa repetida obstinadamente por quien ha dado pruebas fehacientes de su falta de voluntad de cambio y de no respetar los derechos de los ciudadanos de Guinea Ecuatorial.

Del silencio, omisión de medidas y pronunciamientos en torno a la farsa del día 29 por parte de gobiernos, organizaciones e instituciones de la llamada ”comunidad internacional” más de lo mismo de siempre, desvergüenza total; hipocresía al límite. La actitud de los políticos españoles no sorprende a nadie que les haya visto y oído de cerca. Por tanto, más de lo mismo. Lo que sí me sorprende es que determinados expertos guineólogos se rasguen las vestiduras decepcionados de cómo ha transcurrido el ”proceso” y el papel desempeñado en el mismo por personas y medios de comunicación determinados. A estas alturas y con una evaluación de la situación guineana de décadas estos despertares y quejas simplemente son raras, raras, raras...sin poner maledicencia en el comentario. Pero, sí en función de la coherencia, señalar que si tantas irregularidades se han producido porqué aceptar las reglas de un juego a lo ”democrático” y no exigir el cumplimiento estricto de las normas que configuran el sistema democrático, real, vigente, a nivel internacional... y si no...¡no hay juego ni juerga! ¡Hay retirada, hay abstención, hay boicot al apaño!

Lamentable los lloros mientras por otro lado no se tomen las posturas que la situación requiere. Lamentable y gratuito por otro lado. ¡Hagan memoria, señores! Después del fraude nada podrá hacerse. Los concurrentes habrán contribuido a que el convocante de esta aberración democrática se consolide ante la ”comunidad internacional” como ”ganador” y a tirar pa´lante. ¿Cuántos recursos post electorales han prosperado en la cronología de los procesos electorales guineanos ? ¿Acaso ha camnbiado la dependencia de la JEN a quien ordena y manda en Guinea?


Quedan tres días para la ”jornada” incluida la de reflexión. Una ”jornada” en la que miles de euros han sido distribuidos no como ayuda para la campaña entre las filas de la oposición sino como anzuelo para pescar voluntades. Se observa, resulta ciertamento patético, que parte de algunos concurrentes ,conociendo de sobra el terreno que pisan y se mueven se esfuercen en gritar a quien se hace el sordo cuando de antemano se debería conocer la reacción de ”no hay respuesta a las denuncias” como tantas veces ocurre.

Esta convocatoria no es ni mejor peor que las anteriores. Es lo misno de siempre por muchos dólares y euros (hurtados al pueblo) que se hayan manejado por el mismo de siempre que conoce muy bien o es parte del trabajo de sus costosos asesores la condición humana, más entregada al ”becerro de oro” que al bienestar de los demás. Las ideologías, convicciones y toda la carga de intenciones presente en los programas, mítines, etc, de los partidos que se prestan a semejante mascarada fraudulenta, quedan en demagogia barata, solo útil para objetivos personales y de consumo interno.

Es de cajón, ”quien se presta a jugar con tramposos corre el riego de convertirse o pasar por uno de ellos”.

Por cierto, quiero felicitar a quienes convocaron la concentración en Madrid en repulsa por el más que previsto pucherazo. No se les puede reprochar que no tomen otras medidas; son las únicas que tienen a su alcance y una saludable y pacífica forma de manifestar su repudio por la larga e insostenible situación antidemocrática que atraviesa su país. Ahí están las fuerzas que tambien pertenecen a la oposición, aunque por motivos de todos conocidos no estarán el dia 29 en Guinea. A ver si España toma nota de que la oposición en su conjunto no está en Guinea y les presta un poco más de atención y respeto aunque el perfil de esos opositores no responda a lo que España desea sin entrar en matices. Ellos son oposición y si a alguien corresponde ponerles nota y calificativos es al pueblo guineano que en unas elecciones libres y transparentes decidirá quienes merecen su voto o no, pero en libertad, en conciencia. Mientras eso no suceda: igualdad de condiciones para todos los partidos guineanos, Ellos, los que se concentraban el pasado día 25, claro, que son oposición.












Fuente: Propia

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