No acabo de tragarme el estremecimiento que me ha causado las duras fotografías de los siete cadáveres hallados en un depósito en Nkoha Ntoma. No porque utilizo el término ‘cadáver’ se me hace más llevadero escribir esta pequeña reflexión, a lo mejor, si supiera los nombres de estos ‘hermano asesinados por la dictaduras’-, que por ‘suerte’ han sido encontrados sus cuerpos aunque en esta ocasión en un estercolero, digo ‘suerte’ porque muchos de los nuestros ni tan siquiera han sido hallado sus cuerpos-; escribiría esta reflexión con los nombres y apellidos de estos hermanos asesinados por la dictadura. No es fácil quedarse impaciente ante tanta violación de los derechos humanos, ni trivializar un asunto de tanta magnitud como el asesinato de nada más y nada menos que siete inocentes que llegan a nuestro país para buscar trabajo y vida y, además para ser de Guinea Ecuatorial un país próspero, aunque con la dictadura es imposible.

Hace escasos días hacía referencia de cómo los que han sufrido opresión ganan tablas para oprimir. Guinea Ecuatorial un pueblo diseminado por todo el mundo, oprimido y humillado por la dictadura y por los pueblos colindantes, empieza a responder devolviendo la cara de la misma moneda, matando y asesinando a otros hermanos, gracias a las sabías orientaciones del ‘hermano militante Teodoro Obiang Nguema’ y tomando el ejemplo que nunca deberían tomar.

Una más de las razones de las que describimos aquí y que muchos animosamente califican de ‘opositores al régimen’ por criticar la falta de conciencia democrática y humana y de todo tipo, de un gobierno que, matar es el ejercicio cotidiano de su poder. Desgraciadamente, tenemos fotografías de hermanos nuestros muertos y sus cuerpos en avanzado estado de descomposición, y el gobierno no puede aclarar nada, porque son asuntos turbios que implican a él y a los altos cargos de su gobierno, que son, quién sino los suyos, hermanos, primos sobrino y esta cohoerte que no conocen otro lenguaje que asesinar, robar, intimidar, buscar el enriquecimiento fácil. Lo peor de todo esto es que en medio de esta maleficiencia, algunos siguen creyendo que el que mata nos traerá vida. Demasiado paradójico para creérmelo.

Un país que nunca ha sido reconocido por nada, le añade por antemano el apelativo de xenófobos. Curiosamente un racismo encadenado en un circuito africano; mientras matamos a nuestros hermanos de color, bajamos las bragas a occidentales, libaneses, chinos y largo etc. Esta acción diabólica, marcará un antes y un después en la relación de Guinea Ecuatorial con respecto a los países del entorno.

Para todo lo que se ha dicho es bien claro que es un asunto turbio, no claro; sobre todo los que conocemos Guinea Ecuatorial palmo a palmo. Es totalmente falso aquella hipótesis de un viaje en un camión negrero, porque, entre otras cosas, cuesta más caro pagar el dinero a un camión negrero, que ir sobornando a estos inútiles militares en las innumerables barreras que existen en el páis y es más, darle dinero a cualquier militar de estos corruptos que están en Guinea para que te lleve a Bata es lo más fácil del mundo, como para subir en un camión negrero asfixiante y acabar muerto en una cuneta. Nadie que conozca el entramado de corrupción guineano puede corroborar con esta falsa hipótesis, la cuál quiere desviar el problema e inculpar a los verdaderos asesinos.
Espero que los países de procedencia de estos hermanos asesinados, exijan justicia y que lo busquen por otros tribunales , porque en Guinea Ecuatorial, no se lo van a dar.



Fuente: Propia

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