15 junio 2010.-

El premio dotado con 3 millones en metálico donados por Teodoro Obiang Nguema, dictador de Guinea Ecuatorial desde 1979, ha sido congelado por la Unesco, por temor a su reputación. Obiang se queja de una ”actitud racista y neocolonial”.

Desde que la donación del dictador a la UNESCO se diese a conocer, organizaciones científicas y de defensa de los derechos humanos han protestado enérgicamente. La agencia de la ONU para la Cultura y la Ciencia - que también representa a los medios de comunicación y la libertad de expresión - no debe prestar su prestigioso nombre a uno de los peores violadores del mundo de los derechos humanos, denunciaban.

El presidente Obiang había hecho la donación para establecer el Premio Unesco-Obiang de ciencias de la vida. La agencia de la ONU, en primer lugar aceptó la donación e instituyó el premio. Ante la falta de solicitantes, tuvo que ampliarse el plazo máximo hasta el 30 de Abril. Se tenía previsto anunciar este mes los primeros ganadores del premio anual de 300.000 dólares.

Pero las protestas contra el premio Unesco-Obiang se hicieron globales en poco tiempo. En primer ligar, se puso en duda la procedencia de la financiación. El presidente Obiang y su clan controlan el pequeño país de África Central, rico en recursos petroleros, acumulando enormes riquezas mientras la mayor parte de la población de Guinea Ecuatorial sigue viviendo en la pobreza, sometidos a una férrea dictadura.

Primero llegaron las protestas de los grupos de defensa de la libertad de prensa, recordando a la Unesco que no existía prensa independiente en Guinea Ecuatorial. Estos fueron seguidos por una alianza mundial de casi 200 grupos de derechos humanos. ”Al crear un premio Unesco-Obiang, la Unesco está apoyando su régimen y socavando su propio apoyo a los derechos humanos”, escribieron las organizaciones en una carta dirigida al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, la semana pasada.

Pero también la comunidad científica internacional, que se iba a beneficiar del nuevo galardón, protestó enérgicamente la conexión del premio Unesco con Obiang. Incluso un gran número de anteriores galardonados con otros premios de la Unesco han puesto en tela de juicio la credibilidad de la Unesco. El lunes, incluso el Premio Nobel de la Paz Desmond Tutu instó a la Unesco a reconsiderar su posición ante el polémico premio.

A medida que el organismo de la ONU ya estaba empezando a temer por su reputación, los países miembros y un número creciente de embajadores ante la ONU comenzaron la semana pasada a tomar medidas. El delegado de EEUU ante la Unesco, con sede en París, Stephen Engelken, fue uno de los miembros de la organización que exigieron rechazar el dinero del premio. ”El daño que está haciendo a la reputación de la Unesco es grave”, advirtió hoy Engelken. Los grupos que habían protestado por el premio ”suelen ser partidarios de la Unesco. Existe un riesgo real de que esta organización podría quedarse sin aliados”, añadió.

Hoy, la directora general de la Unesco, Irina Bokova, anunció que la dirección de la agencia de la ONU había cedido a la presión internacional. Si bien no dijo que se cancelaba el premio Unesco-Obiang por completo, dijo que la próxima entrega de premios quedaba congelaba.

”He escuchado las voces de muchos intelectuales, científicos, periodistas y por supuesto de gobiernos y parlamentarios que han acudido a mí para proteger y preservar el prestigio de la organización”, dijo hoy Bokova en una reunión con los miembros de la junta ejecutiva. ”Vengo aquí con un fuerte mensaje de alarma y ansiedad”, añadió. La junta acordó debatir el posible futuro del premio Unesco-Obiang en su próxima reunión en octubre.

Mientras tanto, en la capital de Guinea Ecuatorial, Malabo, la noticia no ha sido bien recibida. La desafortunada controversia ”nos obliga a revivir la desconfianza generada hacia África durante siglos de esclavitud y colonialismo. Ecuatorial Guinea siente que detrás de la polémica suscitada por la generosa ayuda ofrecida por nuestro presidente a la ciencia y la investigación, son las intenciones ocultas de instituciones occidentales y grupos de presión los que continúan relegando a un país africano como un ser inferior”, dijo el gobierno de Guinea Ecuatorial a través de un comunicado emitido hoy.

”En otras palabras, creemos que esta controversia contiene una oculta actitud racista, arrogante y neocolonial y la agenda de grupos de presión que no quieren que los africanos puedan también poseer riquezas, e incluso que las compartimos, y posicionarnos al mismo nivel que los gobiernos occidentales”, precisa en un furioso tono el comunicado del gobierno.

Es triste ver, continúa la declaración, cómo ”determinados grupos de interés e instituciones internacionales nos siguen tratando como bestias salvajes e insultándonos porque éramos un pequeño país que, hasta el descubrimiento del petróleo, no hemos sido capaces de evolucionar tan rápido como Europa, en términos de libertades y la democracia”.

De acuerdo con el gobierno del presidente Obiang, los grupos que protestan por el premio - una coalición mundial y unida de organizaciones científicas, de defensa de los derechos humanos y la libertad de prensa - ”desconocen nuestro país y África”. De hecho, su presencia en Guinea Ecuatorial no es aceptada.


Fuente: Afrol

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