Muchos guineanos y africanos que hemos vivido durante mucho tiempo en occidente, sabemos que en Europa existe racismo y se aplica en todos sus métodos y todas sus manifestaciones. También seamos sinceros, algunos de los nuestros, digo nuestros, guineanos y africanos que vivimos y hemos vivido en Europa , utilizan este calificativo como pretexto, alegatos evasivos para tapar cualquier comportamiento incorrecto y actitudes que no casan con la sociedad que nos acoge y nos acogió. Aunque no es el tema de fondo de este artículo, sirva de preámbulo.


En muchos de los casos, no somos capaces de respetar adecuadamente las normas que rigen las sociedades que nos acogen, lo que pedimos y exigimos a los otros, seamos también capaces de darlo. Cuando un español llega a Guinea y quiera imponer sus costumbres le llamamos colono, pero cuando un guineano llega a España y pone la música que alcanzan los 80 decibelios a altas horas de la noche le increpan los vecinos, los llamamos racistas.


Hace años me paró la policía municipal de Alcalá de Henares; conducía mi coche, me pidieron la documentación del coche, el seguro y el carnet de conducir; se los presenté y todo estaba en regla, en un momento distendido de comprobación de mis documentos, les pregunté de por qué me pedían documentos a mí a pesar de tantos conductores que pasaban en la vía, el más joven y avispado me respondió que era por aleatoria, respuesta que en ningún momento me satisfació, pero no me causaba ningún adversidad, a no ser el tiempo que perdí allí para recoger a un amigo en el aeropuerto de Barajas.


Mi estilo campechano y expontáneo, me ha valido y me vale para muchas cosas; como por ejemplo no enfadarme con facilidad, relativizar las cosas, no ponerme nervioso ante cualquier contratiempo, aunque en ese caso no lo fue; pero sobre todo en ganar la confianza y la cercanía a las personas y sacarles con facilidad su secretos, hasta profesionales y esto es lo que me pasó aquel día. Al final de esta inspección, se me acercó el militar con más años que otro avispadillo y de más experiencia profesional; entablamos una conversación amigable y sutil y me pronunció un demoledor frase: “es el único coche que conduce una persona de ´color´ que tenga la documentación en regla desde que hago ese servicio aquí en Alcalá de Henares”, aquello me sonó mortífero, y le pregunté qué tiempo llevaba en Alcalá prestando el servicio, me dijo que más de 10 años. ¿Diez años son bastante tiempo, tiempo como para que éste policía pueda llegar a esa conclusión? No lo sé. Lo único que le pude decir es que no creo que todos sean así. Me dijo más cosas que no me atrevo a desvelar aquí, porque en realidad no juegan a favor de los nuestros.


Durante mi trayectoria al aeropuerto, no dejaba de pensar en la frase, en la sentencia que me acababa de dictar el policía; que nosotros los “hombres y mujeres de color” hemos desbancado la actuación de los gitanos españoles en incumplimiento de las normas que rigen las sociedades democráticas para la buena convivencia, en su caso, en la seguridad vial: coches sin seguros de conducir, que no han sido pasan por la ITV en su debido tiempo, conductores sin carnet de conducir reglamentario o sin ellos llanamente, coches que no deben circular, vehículos robados, conductores ebrios, y otras infinitas situaciones que no puedo desvelar.


No es mi costumbre discutir con personas en sus puestos de trabajo y máxime cuando su actuación es correcta y exige máximo respeto, ni va conmigo cuestionar ni regañar a funcionario con la excusa de pago de los impuestos que realizamos los ciudadanos. Sabemos todos, lo difícil que es llevar bien el trabajo de todos y la policía nos guste o no, vela por el mantenimiento del orden público y la seguridad de los ciudadanos y de eso nos aprovechamos todos.


Sinceramente, no creo que en toda Alcalá de Henares, de los muchos guineanos que viven allí, y los que vivían en mi tiempo, fuí el único que tenía un coche con documentación en regla, no lo creo; pero tampoco deja de ser verdad que muchos paisanos se la juegan mucho y desobedecen continuamente las norman que rigen estas sociedades que nos acogen con una cultura distinta y unas normas de convivencia diferentes a las nuestras, que en sus aplicaciones en contra, no deben ser tomadas sólo desde una visión partidista como actos racistas, por que daría entender que utilizamos racismo como excusa y pretexto para no hacer las cosas bien y la acusación tan grave como racismo perdería su ardor.


Las normas son para todos y todos los ciudadanos las debemos rcumplir; no le toca al policía de turno eximirle de las obligaciones reales, cada uno hace su trabajo y eso hemos de entenderlo.


La mayoría de mis paisanos en España no cuidan las leyes que regulan el funcionamiento de los establecimientos públicos. Un bar no puede estar provocando ruido hasta las tantas de la noche, cuando un vecino llama a la policía y llega la policía y precinta el bar, les decimos que son racistas; cuando un joven guineano, en lugar de formarse, o buscar trabajo honradamente, se juega la vida sustraendo carteras a los viandantes para un posterior falsificación de sus documentos un delitos a toda regla, le envían a la cárcel, decimos que los españoles son racistas; cuando uno no se asea debidamente, sube en un autobús y nadie quiere sentar a su lado, tilda a la gente de racista; cuando no somos serios en los puestos de trabajo y nos despiden excusamos con el pretexto de que mi jefe es racista; cuando todavía corre en nuestras venas la sangre machista y maltratamos a nuestras mujeres y aparece la policía los tildamos de racistas; cuando realmente no somos capaces de tomar en serio nuestros estudios, nuestra formación y un profesor/a nos suspende, decimos que es racista; cuando nos increpan en público ante una situación incontrolada: como subir tarde en un transporte público, hablar gritando por teléfono en los mismos, no pagar las debidas tasas, anteponemos el racismo por delante y nos vamos siempre de víctimas y acusamos de racismo a los otros; cuando tengamos una discusión con un nativo como dos ciudadanos ante hechos reales y normales, anteponemos racismo como excusa.


El racismo existe en Europa y lo he sufrido varias veces, pero llamemos cada cosa con su nombre; no creo que todo lo que los nativos digan que hacemos mal deba ser sólo tomado como racismo, ni hemos de considerar que todos los blancos son racistas. No es algo que nos favorece, porque siempre pensamos, que nos ocurre aquello por que soy negro o diferente y deberíamos ser cuanto menos autocríticos.


La historia más pasmosa y surrealista de todo esto del racismo, que obede a ese artículo, es lo que acaba de protagonizar el gobierno de Guinea Ecuatorial personificado en su ministro de transporte D. Vicente Ehate Tomi, quien acusa a Iberia de trato discriminatorio a los ciudadanos de Guinea Ecuatorial. A todos nos preocupa que Iberia sea una compañía que gana dinero por los negros que racialmente desprecia; si eso fuera verdad y no demagogia que siempre nos tienen acostumbrados la dictadura, no haría falta que el Sr Ministros cancelara dos vuelos a Iberia, sino que los mismos negros que llenan el airbus cada domingo, cada miércoles o cada viernes dejarían de hacerlo. Nos parece que es muy grave estas acusaciones.


Hace tres meses viajé con Iberia Malabo Madrid, el avión iba lleno en su mayoría guineanos; no sé si soy racista o no, pero el comportamiento de los guineanos en los vuelos deja mucho que desear; a lo mejor el ministro debería empezar por instruir un código deontológico a sus propios conciudadanos de cómo se comporta en un transporte público. No quiero contradecir las acusaciones que el ministros ha vertido a la tripulación de Iberia, siempre que no sean fruto de ensoñaciones y tácticas de la dictadura, para presionar los cobros de beneficencia. Porque me suenan demasiadas a la ligera para unas acusacionwa tan grave como actos racistas. Porque no parece que el mismo ministro lo tiene claro, y si es así, el ministros desprecia más a su color de la piel y su cultura, que la tripulación Iberia.


Lanzar acusación sin pruebas no debe ser criterio de actuación de ningún gobierno por muy estúpido que sea, porque una de las cosas que le debe caracterizar a un gobierno es la prudencia, y no actuar con ligerezas ni con sentimiento, porque estamos ante un asunto de razas, de desprecio de una cultura a otra. Porque Iberia no sólo sus pasajeros de color son guineanos, también lo son los nigerianos, los sudafricanos, los afroamericanos. Lanzarle tal acusación tiene que tener justificación y sino consecuencias. Y como el estado guineano no le importa el descrédito, la vergüenza se lo llevará siempre el estado guineano; mientras millones de guineanos siguen viajando con Iberia y la compañía Iberia seguirá engrosando su capital con el dinero de los negros que ellos ningunean. ¿Se imagina ese ministro a una compañía aérea americana acusada de trato racista a los negros americanos y tener como pasajeros cada vuelo a los negros americanos? No. ¿Por qué Iberia sigue viajando a Guinea Ecuatorial y llenar sus vuelos con los negritos guineanos? ¿Eso quiere decir que las afirmaciones del Sr Ministros son una falsedad? ¿No sería fruto de un cabreo de uno de los amantes de un prohombre de la dictadura al personal de Iberia? Merece una explicación.


Dejemos aparte este tema, aviso que volveré a escribir un artículo sobre ello; pero me quiero fijar más hacía, al parecer, los cambios que acomete en su ministerio el Sr Ehate Tomi. No deja de ser curioso que el Sr. ministro no mira las tarifas desorbitadas y el trato inhumano que realizan las aerolíneas General Works y Ceiba que llevan el monopolio de los vuelos Malabo-Bata-Malabo. Señor ministro aplaudimos sus iniciativas y sus cambios, pero esperemos que no vayan solo hacía Iberia, porque en éste caso serían sospechosas y dudosas; nos parece que los precios de billete en Iberia Madrid-Malabo son precios abusivos; pero también creemos que lo son más todavía los precios de General Works y Ceiba en sus vuelos Malabo_Bata, que también deben reducirse . Aplaudimos, si fuera así, sus quejas con Iberia en trato discriminatorio hacía pasajeros de origen guineanos, pero creemos que debería también exigir estos cambios de trato en los vuelos nacionales. Sr ministros usted sabe muy bien que hace escasos diez años, el billete Malabo-Bata costaba diez veces menos de lo que cuesta en la actualidad; debe saber que el 85% por ciento de los guineanos viven con menos de un dólar al día, y no pueden costear un pasaje que ronda los 40.000/50.000 francos Cfas. ¿Sabe Sr Ministros cuanta gente en su gobierno cobran 150.000 fcos al mes? Muchas, para viajar de Malabo-Bata-Malabo, son 100.000 francos ¿ Y sabe Sr Ministro lo que le queda? 50.000 francos. Haz usted las cuentas si puede llegar al fin de mes.


Sr. Ministros, sólo tendrá sentido y encontrará apoyo en los ciudadanos guineanos lo que usted dice, cuando demuestre que sus quejas son auténticas y patrióticas, mientras tanto, nos siguen creando dudas y zozobra y nos suena a una estrategia más de la dictadura para despitar a la poblaciòn evadirse de los problemas.


Porque sino fueran así, debería usted mejorar los desorbitados precios del billete del Barco San Valentín que cuesta el triple de lo que siempre costó los billetes Malabo-Bata. Sr ministro ¿Sabe usted cuanto paga un bebé en los vuelos nacionales? Un 90 % del precio normal, es decir, de los 50.000 francos que paga un adulto, un niño paga 40.000 francos; no hay descuentos para estudiantes, para personas mayores, ni ofertas de temporadas ¿Cómo quieren usted que tomemos en serio sus quejas? ¿Cree usted Sr ministro que España toma en serio sus quejas y las de su gobierno?

Volveré.


Fuente: PROPIA

¡Nota importante!
El contenido de los artículos publicados no refleja necesariamente la opinión de la redacción de guinea-ecuatorial.net
Véase también la declaración sobre el uso de seudónimos