La manía guineana tiene sus peculiaridades. Unas de las expresiones más pronunciadas por los de Pro, son: “Guinea Horizonte 2020” “Guinea país emergente” donde se plasma un modo de pensar muy a la ecuatoguineana. No es banal, ni reducido a simples emociones, sino que es una clara filosofía de vida propagada en Guinea Ecuatorial durante 43 años.


Cuando se escucha estas jaculatorias o predigas políticas del propio Nkukuma (Así nombramos al presidente de nuestro país Guinea Ecuatorial) o en algún miembro de su gobierno, o en las asambleas de las juventudes en marcha del PDGE, ¿Se han parado a preguntar qué significa horizonte 2020?


Un horizonte es un horizonte, y si es en 2020 más todavía, es decir, de aquí a 10 años, pasará lo que pase o no pasará nada. No sabemos.


Hay expresiones ambiguas, sobre todo contextuales, y polisémicas gramaticalmente. En el mundo de la Política o los debates electorales, nunca ganará enteros expresiones tan perplejas y llenas de ambigüedades como “horizonte 2020” o son expresiones que quedan reducidas a perversas argucias.


El término horizonte tiene varias consideraciones: Límite visual de la superficie terrestre, donde parecen juntarse el cielo y la tierra; me parece a mí que nuestro ‘gran estadista y pensador’, no puede caer en un pensamiento tan fugaz que admitiera silenciosamente que en Guinea y sólo en Guinea Ecuatorial, para ser más exacto, se juntarán el cielo y la tierra en el año 2020. Pero aunque el saber no ocupa lugar y nuestros sentimientos son, a veces, los que contradicen nuestros pensamientos y no creo que unos ‘eruditos’ como los que forman el “gobierno del todo para horizonte 2020” se salven de este mal genio de nuestro ser.


Horizonte, es también espacio circular de la superficie del globo, encerrado por dicha línea; lugar, paisaje, límite, frontera, o término temporal previsto para un estudio, una actuación; de esta definición tomamos pulso, porque nos acerca realmente a lo que creemos, quiere decir ‘nuestro Hombre’ que es Sólo Uno, para Un País, que es Guinea Ecuatorial y para una ideología que es LA PDGISTA y para un horizonte, El 2020... ¡Nuevas generaciones! ‘Guinea ecuatorial Avanza’, única literatura que en más de 40 años la escuela naval guineana de Nkukuma (El Gran Jefe), saca a relucir en cada reunión, en cada mitin, en cada congreso. Todo muy calcado a la juventud en marcha de Macias Nguema (primo del actual presidente).


¿Qué significa Horizonte 2020? No dejaré de hacerme esta pregunta y echaré mi imaginación a volar para intentar dar una respuesta satisfactoria a los que me van a leer y a criticar.


Teniendo en cuenta cómo se dice, qué se dice, quién lo dice, dónde lo dice y qué se hace para el Horizonte 2020, uno saca hipótesis; ¿No sería que nos quieren decir que la ciudad de Malabo o la de Bata, Mbini o Akurenam o Nsok tendrá luz y agua a partir de 2020? Es probable que si, aunque dure lo que dure, me da igual, ¿Es que nos quieren o nos anuncian que a partir del 2020, el sistema sanitario guineano será uno de los mejores del África Central? ¿Nos quieren o nos dicen que a partir de 2020 habrá ‘educación en Guinea Ecuatorial? No quiero especificar si de calidad o no, me da igual, primero que haya educación y el informe PISA (Programme for International Student Assessment) ya nos examinará y en y nos colocará donde sea.


Estoy siendo bastante ecuánime y poco ambicioso sabiendo que estamos aspirando a ser un ‘país emergente’ desarrollados, ni hablar, sólo emergente. Se me acumula el deseo de querer saber si en 2020 los guineanos seremos libres, libres, y libres.


¿Qué significa realmente Horizonte 2020?, bien parece, no lo digo yo, que de aquí a 2020, habrá una educación para todos, se reducirá el hambre y la pobreza, la mortalidad infantil, y el analfabetismo quedará en tablas, se erradicará el VIH/Sida, la malaria y otras innumerables enfermedades desatendidas quedarán solo en las memorias de Guinea Ecuatorial.


Dicen que desaparecerá la corrupción, es decir, que la familia del jeque guineano dejará de transportar millones a España, Francia, Islas Bermudas, EE UU, Panamá, Brasil, China; y los cuerpos de seguridad del estado alcanzarán la honradez y empezarán a respetar los derechos humanos.


Dicen que desaparecerá estos horrendos sistemas de seguridad instalados en los aeropuertos de Malabo y Bata y las barreras que inundan las travesías del interior del país; o sea, se acabará la arbitrariedad y la discriminación política y partidista en el empleo, que las becas de estudios serán facilitadas según las cualificación de cada alumno y no por su origen ni afiliación política, que las viviendas sociales no serán sólo para los del clan que ya acumulan y atesoran más de 10 viviendas cada uno; que un vehículo nuevo sin estrenar no tendrá que pasar ridículamente por la Inspección técnica; que el pasaje de avión Bata-Malabo-Bata costará la mitad de lo que cuesta ahora, lo mismo que el famoso san Valentín, para equilibrar la desventaja económica de aquellos que viven en la Isla.


Reconozco que cuando escucho, leo, y medito las jaculatorias del “Horizonte 2020”, me superan en emociones y en esperanzas, posiblemente a las que me produce las cláusulas de las Bienaventuranzas de Mateo, entre otras cosas, porque de “Horizonte 2020” me hablan hasta los incompatibles del régimen, y yo, declarado un empírico empedernido y un práctico efectivo que vive necesitado desde hace cuarenta décadas de la libertad, de agua potable, de luz eléctrica, de alimentación, de creatividad, de autonomía, de justicia… me lo quiero tragar.


Estoy ansioso de agarrarme a cualquier propuesta sin evaluar sus fines, sus razones y sus matices. Sólo quiero oír y escuchar y supongo que mis paisanos también, a cualquiera que me diga que el año que viene tendré luz, agua, comida, un lugar para guarecerme, salud, educación para mis hijos, un espacio para saborear una buena lectura, un medio de transporte público para llevarme a mi pueblo sin que me paren en ninguna barrera y sin que la vaina o la pólvora de una metralleta perfore mi costado ni el de mis paisanos; donde ningún documento me cuesta el doble de su valor real; donde vivo sin desasosiego, sin ansiedad provocada por los chicos de Ngohete en las oscuras noches de Bata y Malabo, donde la justicia brota como un manantial, la democracia corre como un río y los derechos humanos son escrupulosamente respetados.


Esto es lo que me hace mendigar propuestas, hambrear ofertas, requerir licitaciones. Escucho atentamente cuando hablan, no se si para eso está CEMAC o el Parlamento de Bata se ha quedado muy chico, para resolver tanta y tanta injusticia, tanta y tanta corrupción, tanta y tanta mafia, tantos y tantos problemas, tanto y tanto desorden, en poco menos de 10 años, es decir para 2020.


¿Qué será el horizonte 2020? No, no es la pregunta que quiero hacerme, todavía estoy con la misma pregunta, ¿Qué es horizonte 2020?, esa es la pregunta ¿Es un comienzo?, o sea, ¿Es cuando todo empieza o cuando todo acaba? Según parece, nadie sabe, lo que sí sabemos es que “NO HAY NADA NI HABRÁ NADA” los eones seguirán su ciclo y 2020 pasará y vendrá 2021 y nos hablarán de otro horizonte, quién sabe 2040, y los guineanos seguirán consintiendo que sus sumos gobernantes roben a los pobres para enriquecer a los ricos.


No es una realidad evangélica que al que tiene se le dará y al que no, se le quitará lo que tiene, no; es la mala saña, el mal gobierno, la incapacidad de no saber hacer y no saber estar, pero no me toca a mí decir eso, lo dirán quienes cobran por ello ya sea en la CEMAC o en el Parlamento de Bata o en sus despachos disímiles, o por qué no, en su vocación política.



Vueltas a estas ansias de los chiquillos, traquetea mi estomago aquello que mi curiosa curiosidad alardea ¿Habrá horizonte 2020, sin virtud ni letras? ¿Quiénes, en realidad, hacen que el Horizonte 2020 sea una realidad?, mi escepticismo es casi patológico, y sobre todo en ese horizonte y futuro de Guinea Ecuatorial y del guineanoecuatoriano o ecutoguineanos, me da igual los gentilicios, que cada día pinta muy mal, porque siento que mi inteligencia pugna con mis emociones y mis emociones combaten con mis sentimientos y mis sentimientos se riñen con la realidad que me hace un guineano pesimista.


En HORIZONTE 2020 habrá lo que siempre hay pero multiplicado por dos: corrupción, violación sistemática de los derechos humanos, enfermedades desatendidas, analfabetismo, represión, injusticia, robo, desorden, despilfarro del dinero del Estado, clientelismo, nepotismo, resumiendo, la dictadura aumentará su volumen de represión en todos sus ámbitos. ES EL VINO NUEVO ENFRASCADO EN ODRES VIEJOS.





Fuente: opinion

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