Fuentes cercanas del entorno del gobierno dictatorial de Guinea Ecuatorial, aseguran que el dictador está al asedio, buscando cómo lavar su imagen ante el revés que supuso el asesinato de los cuatro opositores, José Abeso Nsue, Manuel Ndong Anseme, Jacinto Michá Obiang y Alipio Ndong; en sus mil y una promesas a los gobiernos occidentales. Tanto el gobierno americano, como la diplomacia francesa, también España, no creyeron la versión de los hechos, tal como lo explicó el gobierno de Teodoro Obiang Nguema.

La misma fuente nos asegura que el exceso de torturas que aquellos cuatro opositores recibieron de manos de los militares de la dictadura, en el penal de Black Beach, obligó al dictador a optar por la ejecución de los cuatro. Algunos de ellos, según la misma fuente, fueron llevados moribundos al lugar del fusilamiento. Esta misma fuente asegura que nunca los llevaron al tribunal militar, por el deterioro estado físico en que se encontraban; ojos rotos, los dedos de las manos desmembradas y las orejas cortadas, los pies entumecidos, y las profundas heridas causadas por la tortura, estaban degradándose; muchos habían perdido el habla y la conciencia.

Esta misma fuente nos cuenta que, un alto miembro de la seguridad, llamó al dictador desde Corea, para explicarle, que algunos de los cuatro opositores les quedaba muy poca posibilidad de seguir viviendo, y que en estos días se encontraba una delegación de Ginebra por el país que pedían visitar el penal. Ante esta situación, el dictador se vio entre la espada y la pared; había negado a los cuerpos diplomáticos y al gobierno de España el secuestro de opositores, y si alguno muriera en la cárcel y otros quedaban vivos, la situación le iba a resultar embarazosa para explicar al mundo internacional, sobre todo Estados Unidos y Francia, el secuestro y la muerte de opositores en la cárcel; por tanto, ordenó un simulacro de juicio sumarísimo para ejecutarlos e intentar pasar la responsabilidad a la justicia y tapar los hechos. Pero todo le ha salido mal, confiesa la misma fuente, que lamenta la situación y afirma que, hasta el mismo gobierno de España, dudó de la versión oficial del Gobierno guineano.

“Todo el mundo sabe que Obiang andaba mendigando confianza por todo el mundo, y había convencido con sus mentiras a aquellos que tienen la osadía de escuchar sus promesas. Estaba pendiente el premio UNESCO, la integración de su país en la comunidad lusa, hacía escasos meses había prometido en Sudáfrica, avances en el proceso de democratización” comenta la misma fuente. “Pero el caso de los Opositores secuestrados, le traía quebradero de cabeza” testifica. “La brutalidad de su régimen, no supo medir la consecuencias de las tortura que estaban llevado a cabo a los opositores en el penal de Black Beach. Viendo esta situación o los asesinaba a todos, o los ponían en libertad, pero dado al deplorable estado físico en la que se encontraba algunos, no tenía otra salida que ejecutarlos, a pesar de ser una vía innecesaria” lamenta la misma fuente.

Esta fuente asegura también, que el dictador está tremendamente preocupado, por los efectos que puedan derivar del asesinato de los cuatro opositores, tanto por la oposición más radical en el exilio como de los Gobiernos Occidentales que quisieron confiar en él y que con estos asesinatos, pueden devolver el apoyo y a la confianza a la oposición. “Está continuamente diciendo a los altos miembros de la seguridad a que extremen las medidas de seguridad y que estén al corriente de los viajes de los opositores, tanto los exiliados como los que viven en el país” prosigue.

Esta fuente, que nos ha pedido confidencialidad, asegura que, dentro de muy poco, habrá un intento de golpe fantasma para implicar a opositores, tanto del exilio como del país; está buscando forma de cómo volver a ser víctima y así justificar ante sus socios occidentales sus abominables crímenes. Esta fuente nos ha sugerido que estén atentos los opositores, que en cualquier momento pueden recibir una propuesta de golpe o invasión de Guinea, de algún extranjero o un alto miembro del gobierno guineano. Todo es una trampa.

Queremos con estas confesiones, hacer un llamamiento a la oposición, a extremar las medidas de seguridad y estar alerta ante cualquier propuesta de intentona golpista. La muerte de cuatro opositores ha causado una profunda escisión en el mismo gobierno que ven innecesaria la persecución política que el gobierno de Teodoro Obiang Nguema está llevando acabo.


Fuente: confidencial

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