Nos levantamos hoy día con más de lo mismo en el país del ”todo es posible en materia de ilegalidad, crimen organizado y toda práctica que conlleve la violación sistemática de los derechos de las personas”.
Las detenciones arbitrarias -como siempre- denunciadas por el partido UDDS, de tres mujeres familiares de los recientes evadidos de la cárcel de Evinayong, Cipriano Nguema Mba y Felipe Esono, mas conocido como Pancho, demuestran que la cosa sigue igual o peor si cabe, en Guinea, nuestra querida y añorada Guinea.
Para cualquier observador cada nueva acción proveniente de quien detenta el poder de manera ilegítima, Obiang, cuenta con más y más impunidad. Y no porque los casos no salgan a la luz pública sino porque da la sensación que al dictador no le preocupa ni un mínimo las posibles reacciones internacionales a sus fechorías. Y no le preocupan porque ninguna de ellas provoca las adecuadas y necesarias medidas para que el sátrapa rectifique o ponga fin a los graves excesos que practica contra la población.
Así las cosas y muy a pesar de las constantes voces que aseguran que al régimen le queda poco, permitid hermanos, mi escepticismo a que esto se haga realidad inmediata. El tiempo confirmará o desmentirá mis dudas. Deseo fervientemente equivocarme.
La nueva arbitrariedad obianguemista, estas nuevas detenciones, torturas de allegados a personas enfrentadas a quien se cree un dios, con magnanimidad incluida, determinan que dejarán de producirse cuando Obiang desaparezca. Solo y cuando éste deje el poder y con él su pléyade de colaboradores nacionales e internacionales. Cosa improbable a no ser que el pueblo –y digo pueblo- tome conciencia de que es el único que puede cambiar la triste historia de nuestro país. Difícil reto; pero no imposible.
Seamos críticos con nosotros mismos y hallaremos las respuestas. Preguntémonos qué hemos hecho hasta el momento para desembarazarnos del absolutismo en todos sentidos al que nos tiene sometidos el abortado titular de un premio sobre ciencias de la vida cuando tanto ha menospreciado la de los guineanos desde que tomara, a la fuerza, con mentiras, el poder en Guinea. ¿Qué hemos hecho, hermanos en respuesta a la resolución del Parlamento Europeo en la década de los 90 que recomendaba a la población guineana que nos desembarazásemos del opresor Obiang? No es un invento mío; esa resolución se produjo en los albores del proceso de transición una vez que la actitud de Obiang demostró que solo se trataba de una artimaña para ganar tiempo para robarnos y seguir hostigándonos y por supuesto mantenerse en el poder a base de procesos, pactos y negociaciones fraudulentas por su parte con la entonces legalizada oposición.
En la vida, tal como apuntaba aquí un colaborador, se debe mantener la memoria viva cuando se trata de conquistar un cambio real, una vida mejor, unos derechos jamás ejercidos por un pueblo que asiste desde hace mucho, mucho tiempo casi inerme, adormecido, inactivo, cobarde, para defenderlos como es su derecho y obligación.
Somos bastante rápidos en echar balones fuera culpando a los demás de nuestra situación. Que si la comunidad internacional, la oposición, con una gran dosis de fatalismo, superstición hacia la brujería que pueda ejercer Obiang contra nosotros, etc… Siempre nos quejamos pero jamás nos hemos planteado ser nosotros, unidos, quienes pongamos fin a tanta iniquidad. Esperamos milagros sin tener en cuenta que mientras tanto generación tras generación pierde la oportunidad de vivir en libertad y justicia y sí las hemos llevado con nuestra inacción al sometimiento de un dictador despiadado y ladrón.
El caso de Brígida, Concha y Alhelí, como el de otros muchos que sufren represalias por parte de Obiang por unirles lazos familiares a los que él considera enemigos, no es nuevo; lo ha venido practicando desde su propia asunción al poder. Este golpista que contra toda norma, ley nacional e internacional sigue en la poltrona gracias a la sangre, sudor y lágrimas de sus víctimas ha utilizado este sistema para impedir que los guineanos nos movilizásemos. Ha impuesto en el país la ley del silencio, de la aceptación forzosa de sus tropelías. La represión impuesta por Obiang continuará sin remedio hasta que el pueblo no solo diga ¡basta ya! sino que ponga en práctica, unidos, los resortes para poner fin a su era de malversación de TODO.
Pero y de ahí la necesidad de que prestemos atención a todo lo que acontece, es que Obiang utilizando sus propia forma de entender la Ley, el Derecho, luego de cometer atropellos como el de las tres compatriotas, lo arregla a modo personal concediendo la libertad tras el escarmiento sin dar explicaciones y lo que es gravísimo: con desprecio y total ausencia del Poder Judicial que él explota a su antojo y voluntad.
Pongamos un ejemplo: el de la detención reciente del responsable de finanzas del CPDS, Marcos Manuel Ndong de la que no se conocen ni cargos ni nada de nada. Pero, ahí continúa, en la cárcel, desconozco si con ayuda o no de un abogado. Es lamentable,-aprovecho para decirlo- que un partido permita tales arbitrariedades y mucho más formando parte de un parlamento, más fantasma que real y como consecuencia de un fraude electoral. Es inadmisible que callen con respecto a casos que no les afecten directamente pero, con este ejemplo deplorable que están dando a la ciudadanía, a su militancia, a sus futuros posibles votantes, con respecto a un miembro de su ejecutiva, es como una demostración palpable de su incapacidad para defender el más nimio de los agravios que puede sufrir por parte de la dictadura cualquier ciudadano de a pie. ¿Es así como hacen oposición o sus oposiciones a seguir en el país con “cierta libertad de movimientos” con la filosofía de “ vivir y dejar vivir” hasta que el cuerpo aguante?. No vale con la publicación de comunicados ( 1 por cierto, desde que fuera privado de libertad su compañero) hay que hacer otras gestiones que a cualquier buen político consciente de cómo está el patio deberían tener en cuenta. Por cierto, dado el silencio que se aprecia en este caso, se puede pensar que se espera alguna intervención generosa por parte de España que como en otras ocasiones pactará con el autor del desaguisado para que este caso quede solucionado a puerta cerrada en un nuevo acto de generosidad del que tanta “magnanimidad” atesora y no se hable más. Caso concluido sin luz ni taquígrafos, ni jueces ni abogados, ni ejecución de justicia, ni nada parecido. Para juez supremo, ejecutor de lo que se tercie y dictador y no solo, “por dictar leyes” ya está Obiang.
Insisto sobre ello en todas mis humildes intervenciones. NADIE está libre de las arbitrariedades de Obiang. Todo guineano dentro o fuera del territorio nacional puede ser objetivo de cualquier atentado a su seguridad personal. Obiang paga en dinero B sus encargos “especiales” y seguro en paraísos fiscales, al portador. A pesar de todo si los guineanos no afinamos la inteligencia, la voluntad, el esfuerzo y erradicamos la desunión, el miedo y cobardía del que somos presos, no habrá Dios que nos quite esa pandemia que venimos padeciendo casi 40 años, tiempo por cierto, que padecieron de dictadura los que nunca han prestado verdaderamente ningún caso a nuestro triste caso, los españoles de los cuales no debemos esperar nada y menos en función de los derechos humanos, democracia y todas esas palabras que tanto utilizan y a las que cada vez les conceden menos importancia en la practica.
(Muy bueno de lo Mbo y Crispin, es la purisima verdad del pais)
Fuente: Mia y UDDS
Seguir a @guinea_net
