Lo anterior ha sido tomado de la prensa especializada sobre Africa. No es un secreto por tanto. O al menos lo que relatan, porque detrás puede haber más que lo que aparece de frente.

En Guinea hay varias formas de este sistema de protección del dictador Obiang. Y no solo protección al dictador sino a toda su familia cercana, que incluye a su mujer y a su hijo. Los israelíes están en Malabo desde hace bastante tiempo y cobran enormes sumas de dinero por su aparato de seguridad, que incluye la seguridad personal, la erección de una fuerza de intervención rápida, la formación de soldados en Mongomo y la vigilancia y neutralización de peligros desde el exterior. La fuerza de intervención rápida o cuerpo especial estaba acuartelada en Nkoatoma y en Sampaka. Nkoatoma fue destruida y los pocos efectivos que quedaron fueron llevados a Oyala.

Muchas cosas quedan todavia sin desvelar y aunque en apariencia las explosiones pudieron ser provocadas o pudo darse un accidente negligente, hay sin embargo una sensación de que fue un ataque que evidenció la debilidad de esas llamadas fuerzas especiales, entrenadas en Israel y con una supuesta capacidad de responder ante un ataque dirigido contra el dictador o su hijo. Porque cuando se habla de seguridad en Guinea, se habla de la seguridad de la familia del dictador.

La presencia de israelíes en Guinea, aunque sea para proteger a esa familia y ser una empresa privada, supone un reequilibrio de la geoestrategia en la zona, donde hay una lucha por ocupar posiciones: Turkia, EEUU, Francia, Egipto, China, Rusia e Israel. Los radicales islamistas no andan lejos, aunque no lo parezca.

Y en medio de esta lucha en el tablon de ajedrez, los guinenos, todos, pueden ser usados como simples peones.

Obiang está en el poder y sigue porque el equilibrio, dinámico y volatil, no les ha permitido definir todavía  a los jugadores un nuevo socio que asegure el equilibrio geoestratégico de los poderosos, equilibrio por cierto donde España no pinta nada, porque no quiere jugar y prefiere ir al socaire de los poderosos.

Las explosiones en Nkoatoma pueden haber sido una remodelación de esa lucha geoestrategica. El cuartel fue destruido, cientos de guineanos muertos e Israel envió su equipo de ayuda, más para saber quien habia sido. Los radicales islamistas pretenden cortar Africa en lonchas de este a oeste.

Si bien es cierto que desde siempre los poderosos se han valido de los déspotas asesinos como Obiang para hacer sus movimientos en ese espacio del juego, cada dia van a ser más insostenibles las dictaduras de Africa central, por mucha información que manejen los chinos, americanos, israelíes y franceses.