EL FUE CONVOCADO Y ASEGURA QUE ESTA CONTENTO CON SU SELECCION.
El pequeño de los Zarandona Esono, nació en Valladolid el 30 de agosto de 1981, su padre, un vasco de portugalete y su madre, guineana, no cabían en sí de gozo cuando la Selección de Guinea Ecuatorial liderada por Óscar Engonga,quien reparó en futbolistas de doble nacionalidad, como Iván, le llamó para disputar las eliminatorias para el Mundial de 2006 en Alemania. El hermano del conocido bético Benjamín iba a tener la oportunidad de visitar la tierra de su madre gracias a lo “único que me imagino haciendo en la vida”, nos comentaba el propio Iván, muy involucrado en la actualidad con el proyecto de ascenso del Real Valladolid CF SAD.

Cuando Iván formaba parte de la plantilla del Caravaca, en el mes de octubre de la pasada temporada, defendió la camiseta de su “otro país”, curiosamente, con otros 11 “españoles”.

Iván en un momento de la entrevista

¿Qué recuerdas de tu primera visita como internacional a la tierra de tu madre?

Recuerdo con más alegría el primer partido que el segundo. Cuando el Árbitro pitó el final del primer encuentro con un gol a cero a nuestro favor, brindamos con champán igual que si hubiéramos ganado la Copa de Europa. Los aficionados lo celebraron con nosotros en el campo y se les veía con muchísima ilusión porque era el primer partido que se ganaba como Selección. Allí el fútbol lo es todo, no hay muchas más cosas que hacer. Me gusta contar anécdotas que recuerdo como que los aficionados, unas 25.000 personas en el partido de ida, son capaces de estar cinco horas antes del inicio en el campo con un calor increíble o que no dejan pasar un camión junto a las taquillas por miedo a “que se cuele”.

¿Qué ambiente viviste en el vestuario al lado de guineanos y españoles?

La ilusión era mucha, se va alimentando a medida que ves el sentimiento del país. Casi todos compartíamos la doble nacionalidad aunque había algún jugador guineano de su división profesional


¿Tuvisteis oportunidad de entrenar antes de afrontar la eliminatoria?

Entrenamos un día nada más después de que nos llamara Óscar Engonga, para conocernos y poco más. Óscar supo hacer el grupo y me llevé, aunque ya tenía muy buena relación con él de mi infancia, un grandísimo recuerdo de él, del país de mi madre y de toda la familia que allí tengo y que no conocía, un montón de primos y primas negritos que fueron a verme y se emocionaron mucho.

En el segundo encuentro en la capital de Togo, en Lomé, tuvisteis algún problema...

El partido de vuelta estuvo lleno de trampas. Estuvimos hora y media esperando en el autobús a 40 grados de temperatura porque se negaron a abrirnos las puertas a la hora que nos citaron, no había agua en las duchas y soportamos un arbitraje muy sospechoso. El primer gol nos lo metieron en el minuto 53 y el Árbitro llegó a añadir 11 minutos de descuento además de no pitar una falta clarísima a nuestro delantero en el segundo tanto. Nos vinimos abajo. Incluso la FIFA llamó al Árbitro para pedirle explicaciones pero reconoció que había recibido amenazas de muerte y el resultado no varió.


A Zarandona le llamaron la atención las equipaciones de las Selecciones de Castilla y León. Él vestía con la camiseta oficial de Guinea Ecuatorial


¿Has seguido la evolución del combinado guineano?

Sé que ahora han fichado a un entrenador brasileño, las cosas se están haciendo mejor con ayuda de algún profesional español. Hace falta enseñarles disciplina. Próximamente inaugurarán dos estadios en ambas capitales, Malabo y Balta, el primero de ellos con capacidad para 30.000 personas. He recibido una convocatoria para el próximo 3 de febrero para jugar unos partidos de Copa allí con la Selección, aunque no me va a ser posible acudir debido a mis compromisos con el Real Valladolid. A la eliminatoria de la Copa África, en abril, si que iré.


¿En qué momento te encuentras como futbolista del Valladolid?

Estoy muy ilusionado, he vuelto a mi casa, después de empezar aquí con ocho años y probar suerte con el Betis vallisoletano, el Extremadura, Mallorca B y el equipo murciano de 3ª División, CF Caravaca. En principio, esta temporada, sólo venía a entrenar con la segunda plantilla del Real Valladolid, pero Kresic, con el que coincidí en el Mallorca y a quien debo todo, me incorporó a la primera plantilla. Curiosamente ayer me decía en el entrenamiento: “Iván, date cuenta de donde estás ahora y donde estabas, mira a tu alrededor y date cuenta de eso” y es verdad, yo confío mucho en mi trabajo pero hay factores que te ayudan, como estar en el momento adecuado con las personas adecuadas. He estado en muchos equipos y en todos he luchado mucho, pero aquí ha llegado mi momento.

¿Qué consejos te da tu hermano Benjamín?

Consejos verdaderos como futbolista y casi también como un padre. Me llama después de los partidos y me dice lo que he hecho bien y en lo que tengo que mejorar, si ese movimiento así no, si esa jugada más rápida.... Está ilusionadísimo y lo vive con mucha emoción.


Iván, sonriente, con el corazón compartido entre Castilla y León y Guinea


¿Le recuerdas vestido con la camiseta de la Selección absoluta de Castilla y León?

Sí le recuerdo con una ilusión tremenda el día del partido. Para mí sería una gran alegría jugar con la Selección de nuestra región, algo inolvidable que espero llegar a hacer como muchos otros.

¿Cuál es tu meta como futbolista?

Yo estoy a muerte con el Real Valladolid. Mi meta es luchar por el ascenso y por la Copa y continuar aquí, demostrando mi trabajo y mi esfuerzo.




Fuente: Federacion de Castilla Y leon de Futbol

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