VI DOMINGO DE PASCUA
EL CÍRCULO DEL AMOR
IDEAS PRINCIPALES DE LAS LECTURAS DE ESTE DOMINGO
- 1ª Lectura: Hechos de los Apóstoles 10, 25-26, 34-35. 44-48: Comienza una etapa: la apertura de la Iglesia a los paganos. La abertura esta iniciativa la tiene Dios, pues para él no hay muros, ni razas, ni grupos, pues no tiene preferencia de personas. El discurso de Pedro viene interrumpido por el nuevo Pentecostés sobre los gentiles.
- 2ª Lectura: Primera Carta de San Juan 4, 7-10: “El amor es de Dios” no sólo significa que el amor tiene su origen en Dios como a su fuente, sino que Dios es amor. Quien no ama, no lo ha conocido; por el contrario, quien ama a Dios, ama también a los hermanos.
- Evangelio: Juan 15, 9-17: Al hablar que Dios nos ama, no se piense que sea un título de un libro; es una realidad permanente y experimentada; es un don, un puro regalo de Dios en Jesús. Pero también es tarea del hombre que exige guardar sus mandamientos. El mandamiento del amor es la raíz de toda vida cristiana.
1. Queridos hermanos y hermanas en Cristo: El evangelio de hoy está tomado de la cena de despedida de Jesús con sus discípulos. La que llamamos “la última cena”. Además hoy es el último domingo de pascua. Lo que Jesús nos revela es el gran circuito del amor, su recorrido: “Salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo el mundo y vuelvo al Padre”. Y los apóstoles lo entendieron: “Ahora hablas claramente, no en lenguaje figurado”. ¿También le hemos entendido claramente a Jesús?
2. Por si no le hemos entendido, el evangelio de hoy nos habla de que Jesús, precisamente cuando se estaba despidiendo de discípulos y, por tanto, les estaba diciendo lo último que les tenía que decir, les habla de lo que más le gusta oír a cualquier ser humano. Jesús, en efecto, habla de relaciones humanas, concretamente de amor, de amistad, de alegría. Y si les habla de Dios, ni siquiera menciona ese nombre. Jesús les habla del Padre, que le quiere a él. Y que les quiere a ellos, les cuida y les dará lo que le pidan.
3. Pero hay algo más interesante. El criterio de Jesús es que las buenas relaciones humanas son el único medio posible para que sean buenas también nuestras relaciones con Dios. Da la impresión, oyendo a Jesús, que lo humano y lo divino está tan unido, tan mezclado, tan fundido, tan hecho una sola cosa, que no es posible ni pensar que estamos en buena relación con Jesús o con el Padre, si las relaciones entre nosotros los humanos no están claras, no son limpias, ni transparentes.
4. Hoy Jesús nos urge a amar por encima de todo. El amor que nos apremia va más allá de un simple sentimentalismo que puede acabar evaporándose con el primer fallo que encontramos en los demás. Nuestra condición de bautizados en Cristo nos impulsa a amar a todo aquel que Dios ha puesto a nuestro lado. Este amor tiene origen y fuente en Dios, Padre; Jesús mostró el rostro humano del Dios-amor curando a los enfermos, buscando a los pecadores para perdonarlos, enterneciéndose con los niños e identificándose con ellos. A este amor nos apremia Jesús cuando dice: “Como el Padre me ha amado, así también os he amado yo: permaneced en mi amor”.
5. ORACIÓN
El Dios, que por la resurrección de su Unigénito
Os ha redimido y adoptado como hijos,
Os llene de alegría con sus bendiciones. Amén.
Y ya que por la redención de Cristo,
Recibisteis el don de la libertad verdadera,
Por su bondad recibáis también la herencia eterna. Amén.
Y, pues confesando la fe habéis resucitado con Cristo
En el bautismo, por vuestras buenas obras
Merezcáis ser admitidos en la patria del cielo. Amén.
(Bendiciones Tiempo Pascual)
Fuente: Jesús Rafael Edu Eyama Achama