NO EXISTEN HOSPITALES PUBLICOS EN GUINEA ECUATORIAL
Bata, 7 de Noviembre de 2013.-
Si uno llegara a Guinea y preguntara si hay hospitales públicos, le dirían que existen y le mostrarían por ejemplo el hospital regional de Bata o el de Malabo.
Pero si profundiza un poco para conocer su funcionamiento, se encontrará que son hospitales que cobran a los pacientes. Aparte de la consulta, se cobra todo lo demás, los medicamentos, los análisis y todas las pruebas que se puedan hacer en ese hospital. Los ingresados no reciben alimentación, y las sabanas y almohadas son responsabilidad del paciente, mejor dicho, de sus familiares, solo le dan el catre, si hay espacio, porque a veces ni eso hay.
Cuando uno se plantea la razón de todo esto, le responden que los hospitales son automantenidos, es decir, los hospitales deben ingresar dinero para poder dar el servicio a los pacientes. E ingresan dinero vendiendo los medicamentos de la farmacia del hospital, cobrando los análisis y todas las pruebas como rayos X y ecografía.
Es decir, aparte de unos médicos que son funcionarios públicos, todos los demás trabajadores, más el total de gastos para el funcionamiento del hospital, son pagados por el hospital, que obtiene sus ingresos cobrando como hemos indicado.
Si no hay pacientes, porque no pueden pagar los medicamentos, como ocurre en algunos hospitales del interior, el hospital deja de funcionar y solo tiene a los médicos. Los medicamentos son la principal fuente de ingresos y su mala distribución entre los hospitales ocasiona graves problemas, pues en algunos sobran y en otros faltan.
El edificio del hospital fue rehabilitado o construido en su día, no hace mucho, por el Estado, cierto. Pero en esa construcción intervinieron las empresas del dictador. El dictador solo autoriza aquellos gastos en donde él o su gente puede llevarse una parte.
Está claro que unos análisis de sangre sirven para salvar la vida a los guineanos pero al dictador no le beneficia, de modo que no deja que sean pagados por el hospital.
Como nos damos cuenta, la apariencia es de que existen hospitales públicos, pero en la realidad funcionan como centros privados, compitiendo con los demás centros que existen, a veces en inferioridad de condiciones porque están peor organizados.
Obiang es el maestro de la apariencia y del engaño. El país no tiene una sanidad pública pero la apariencia es de unos edificios llamados hospitales públicos.
Los médicos de estos centros son guineanos y cubanos. Los guineanos están muy mal pagados y los cubanos proceden de la cooperación internacional cubana, que posiblemente cobre dinero o petróleo de Guinea. Las guardias de médicos y enfermeras las tiene que pagar el hospital de ese fondo que se nutre con los medicamentos y análisis. Cuando no hay suficiente fondo, sencillamente no hay guardias. A veces en todo el hospital de Bata solo hay un médico los fines de semana, que tiene que hacer de todo. En Bata, gracias a los estudiantes de la facultad de medicina, hay personal facultativo al menos, aunque los estudiantes no pueden ordenar ningún tratamiento. No son médicos internos que cobren de la sanidad pública, de modo que duermen en el hospital por vocación.
Los médicos dicen que han solicitado varias veces que el Estado subvencione a los hospitales para solventar esta situación grave. Ayer escuché en la TV guineana, por casualidad porque es una tortura verla, que los parlamentarios habían discutido sobre la subvención a los hospitales en los presupuestos del Estado.
Y quedé asombrado.
Porque subvención es la entrega de dinero que hace la Administración a una persona jurídica o física PARTICULAR, para que realice una acción que se supone es beneficiosa. Por tanto cuando hablan de subvencionar a los hospitales están CONFIRMANDO QUE LOS HOSPITALES DE GUINEA NO SON PUBLICOS SINO PRIVADOS. Cuando se hacen gastos en entidades públicas no son subvenciones, forman parte de los gastos públicos propios de entidades públicas (gastos corrientes).
Si los hospitales no son públicos, quiere decir que NO HAY UNA SANIDAD PUBLICA EN GUINEA.
Lo curioso del caso es que INSESO, una entidad pública autónoma, recibe transferencias de fondos del Estado. Inseso es la encargada de ”la gestión y administración del régimen de Seguridad Social” en Guinea, con las competencias y personalidad que una normativa le debe atribuir , según la Ley de Seguridad Social de la Republica de Guinea ecuatorial (Ley que por cierto fue publicada mediante un decreto, una auténtica aberración legal).
En el artículo 4 de esa Ley dice que ”el régimen de Seguridad Social protegerá a los ecuatoguineanos sin discriminación por condiciones personales o sociales”. Quiere decir que de acuerdo a esa ley, todos los guineanos están protegidos con la Seguridad Social. Y sin embargo no es así. Según este artículo 4, todos los guineanos deben disponer de un número de la Seguridad Social y tener derecho a sus prestaciones, que son numerosas y entre las que se incluyen las prestaciones médico-farmacéuticas por enfermedad, maternidad, accidente de trabajo y enfermedad profesional (art. 9).
En buena lógica se deberían fusionar los centros de INSESO y los llamados públicos en un sistema sanitario público a cargo de INSESO, especializando los centros por zonas o por tipología de enfermedad o tratamiento.
Y el Estado debe realizar las oportunas transferencias de fondos a este sistema público de salud. El ministerio de Sanidad debe hacerse cargo de la Seguridad Social y no el de Trabajo. El ministerio de Trabajo debe, en cambio, realizar las obligadas inspecciones a los centros de trabajo para asegurarse de que todos los trabajadores están asegurados y cotizan a la seguridad social, sin corrupción y con total transparencias.
Si no se hacen públicos de verdad los hospitales llamados públicos, Obiang y su familia deberían coger esos centros privados de salud, como se han apropiado de todo lo público haciéndolo privado. Pero sin subvenciones.
Celestino Nvo Okeknve Ndo
Fuente: cokenve