Con ocasión de la conmemoración del vigesimoctavo aniversario de su partido PDGE, Obiang anunció a bombo y platillo su disponibilidad a dialogar con los grupos políticos en el exilio. Si bien es cierto que algunos grupos ya se han pronunciado al respeto a través de comunicados oficiales como es el caso de la Coalición para la Restauración de un Estado Democrático (CORED), otros grupos tanto en el interior como en el exterior siguen sin pronunciarse al respecto. El anuncio que hace Obiang está muy lejos de ser una propuesta seria siempre que no especifica cuáles son los grupos a que hace referencia.

Si los problemas de Guinea Ecuatorial fuesen privados, no me molestaría en absoluto opinar sobre ellos. Yo sé que a muchos les molesta mis opiniones pero creo que como ciudadano con todos los derechos, puedo y debo expresar mis reservas sobre lo que acontece en el país sin que esto signifique un ataque a ciertas personas o grupos. Una vez más asumo el riesgo de ser calificado de polémico por los de siempre pero las cosas hay que decirlas tal y como son.

Los que quieren participar en la Obiagmanía están en su pleno derecho pero también deberían respetar la decisión de los demás que ven en este anuncio una trampa de las muchas que nos ha tenido el dictador para su propio provecho. Los que ahora nos piden unirnos a la iniciativa de diálogo con el dictador olvidan que hace tiempo les veníamos pidiendo en activa y pasiva que su participación en las instituciones de la dictadura no era más que un balón de oxigeno que la mantiene en vida y que para obligarle a dialogar seriamente con la oposición en su conjunto, debería ser aislado políticamente por la oposición y así no vendería una democracia que brilla por su ausencia. Es más, cuando ellos firman un Manifiesto condenando a un grupo de guineanos que luchan contra la dictadura, ¿esperan que estos les apoyen en algo que tiene pinta de ser una maniobra más del dictador para perpetuarse en el poder?

Yo siempre he dicho que hay que ser respetuosos no sólo con los demás sino y consigo mismos. ¿Cómo se puede entender que algunos que a lo largo de casi dos décadas han acompañado al dictador en su huída hacia adelante participando activamente en los cambalaches electorales y asumiendo un eterno escaño único supuestamente ganado en las fraudulentas elecciones, sean ahora los que nos estén vendiendo la moto de que la oposición debe unirse y hablar con una sola voz cuando siempre han hecho lo contrario?

Sin ánimos de protagonismo, creo que sin lugar a dudas que la creación de la CORED y su nuevo discurso político en el seno de la oposición, ha sido el preludio para que hoy de repente se vuelva hablar de un hipotético diálogo entre el gobierno y la oposición, y sobre todo con la oposición en el exterior que siempre fue ninguneada por los que dicen que “la política se hace dentro y no a miles de kilómetros”.

Dicho esto, el régimen debería como primer paso, reconocer sin ambigüedades a todos los grupos políticos en el exilio y que sepa que el diálogo que ha anunciado no es con personas individuales ni con la colonia guineana en el extranjero sino con personalidades políticas que representan el espectro político de la oposición en el exilio. Nosotros al menos desde la CORED no vamos a aceptar un simple Edicto de Obiang como que: “Los guineanos que lo deseen pueden volver a su país”. Ahora es cuando la oposición y sus representantes deben mostrar su madurez y el saber hacer la política. Obiang lleva décadas toreando, regateando, burlando a la oposición y ahora es el momento de plantarle la cara sin complejos ni ambigüedades. La oposición debe negociar con Obiang su marcha y el desmantelamiento de las estructuras dictatoriales bajo supervisión de organismos internacionales en materia de pacificación y estabilidad de los Estados. Este requisito es innegociable.

Obiang trata de ganar tiempo para que su plan de sucesión pueda funcionar de ahí esa disponibilidad que manifiesta en dialogar con la oposición aunque sin dar detalles sobre su nuevo plan de engaño al pueblo. Es aquí donde la oposición debería prestar su máxima atención para no volver a tropezar con la misma piedra. Si la oposición en el exilio decide regresar al país para dialogar con el dictador, éste habría conseguido su objetivo cual es, acabar con el único foco de disidencia que le sigue poniendo piedras en el camino para llegar a su objetivo que es, entronar a su hijo y conservar la dinastía de los Nguema Eneme por los siglos de los siglos. ¡Amén!

Dr. Samuel Mba Mombé, Médico
Activista Político y Miembro de la CORED

Fuente: LD

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