Malabo, 12 de Diciembre de 2014.-

Nadie entiende que un señor, que ha creado una crisis económica en su país por falta de liquidez y déficit presupuestario, se dedique en apariencia a regalar dinero a extraños. Posiblemente Freud no pudo hallar y clasificar este mal entre sus conciudadanos en sus estudios de psicoanálisis.

Esta anómala conducta es la que acaba de exhibir el dictador Obiang Nguema Mbasogo, que en el mes de septiembre de este año envió al ayuntamiento de Brazzaville Tres mil ciento veinticinco (3.125) millones de francos CFA. (4.764.794 euros).

Como pueden comprobar en el documento que hemos tenido acceso y que ponemos aquí, el sr. Obiang Nguema, que se autoproclamó ordenante nacional de pagos, dice lo siguiente:

No sabíamos que una de las obligaciones de este presidente fuera pagar al ayuntamiento de la capital de la República de Congo, más de seis millones de dólares. Esto no es un concepto que figura en los presupuestos del Estado.

Esta transferencia a todas luces delictiva puede explicarse cuando tenemos en cuenta que el actual alcalde de Brazzaville es yerno del otro dictador Sassou Nguesso. Estas mismas cantidades han sido transferidas en el pasado a través de Ale Nvoro, su testaferro de toda la vida, quien, usando las cuentas de Gepetrol, enviaba los dineros a Brazzaville. No sabemos cuántas veces ni desde cuándo.

Y mientras Obiang regala nuestros dineros a los extraños, los trabajadores guineanos están siendo despedidos por falta de pago del Estado a las empresas con las que había contratado las obras.