Sin que esté en el ánimo de esta Oficina Nacional, el establecimiento de una polémica inútil, pues sigue manteniendo que este espacio no es el adecuado, y ante el hecho de que varios personajes de la vida política de Guinea Ecuatorial, antes actores de desmanes y desaciertos en la gestión del País, hoy, rebautizados “demócratas”, en un intento de imitar al avestruz, pretenden esconderse, con falsos ataques a personas e instituciones del régimen actual de Guinea Ecuatorial, de la escabrosa realidad de su pasado, y puesto que nos invitan a hablar, ¡hablamos!:
Eran las 4’00 horas de la tarde de un día de noviembre de 1976, cuando me encontraba dormitando en mi celda de la cárcel de Black Beach, (a donde había ido a parar por orden del entonces Vice-Presidente de la República, Bonifacio Nguema Esono, en su lucha por el poder con Daniel Mba Oyono y en la que Nguema Esono, al no poder nada contra el “Superman”, decidió ensañarse con el grupo de jóvenes que trabajaban con él en INFORTUR), escuché, procedente del patio de la cárcel, gritos, golpes, insultos y un trotar irregular de pisadas: Buenaventura Ocha’a Ngomo, Secretario General permanente del PUNT, gritaba que él no había intentado nada contra “Papa Masie”, que no entendía lo que pasaba, que era un error lo que hacían con él. La turba de milicianos que le acompañaba no le hizo el menor caso y continuó maltratándole hasta que, abriendo primero la puerta de la nave donde se encontraban nuestras celdas, y segundo, la de una de ellas, fue introducido como un animal.
Jesús-Alfonso Oyono Alogo, Secretario de Estado, fue traído de la misma manera media hora después.
Ajenos al triste destino que se les había reservado, Ocha’a Ngomo le comentaba a Jesús-Alfonso que “esto es una arbitrariedad de Bonifacio Nguema Esono, estoy seguro que cuando Papa Mesie se entere, nos mandará sacar y Nguema Esono se va a enterar”.
Pero Macías se enteró del caso cuando, desde la misma noche en que los trajeron, y tras varias sesiones de tortura y paliza indiscriminada, Ocha’a y Oyono, habían rendido su alma al Señor. Después, por radio Bata, y por un comunicado elaborado por orden de Nguema Esono, el Pueblo de Guinea Ecuatorial se enteró de que Buenaventura Ocha’a Ngomo y Jesús-Alfonso Oyono Alogo, dos traidores que habían planeado un golpe de Estado contra el Presidente Vitalicio Constitucional, y que se encontraban recluidos en la cárcel de Black Beach, arrepentidos de su culpa y avergonzados, se habían suicidado en sus celdas.
Macías, cogido por el hecho consumado, tuvo que tragarse la pérdida de dos de sus más fieles colaboradores.
En la misma trama, unas semanas después, eran principios de diciembre, perecían por la paliza recibida en un baile macabro organizado en el patio de la cárcel por el jefe de la misma, Sargento Ondo Ela, los Señores José Esono, Sacerdote, Pablo-Guillermo Nseng, Manuel Nzi Mba, Rafael Mambo, Job Obiang Mba y quedaban muy mal heridos Norberto Nsue Micha y Miguel Eyegue Ntutumu. En boca de los mismos solo había un nombre: Bonifacio Nguema Esono. Concretamente dijo Manuel Nzi Mba, “¿por qué nos quiere eliminar Nguema Esono?; si quiere heredar el Poder de Macías, nosotros no somos sus oponentes, él mismo sabe quién lo es, pero no puede nada contra él y tenemos que pagarlo nosotros”.
La confirmación de la participación, si no la dirección, del Vice-Presidente en toda esta tragedia la tuvimos la noche en que sacaron a “bailar” a la gente arriba indicada: Uno de los verdugos participantes en la paliza le sugirió al Sargento Ondo Ela que “saquen a bailar también a los intelectuales de INFORTUR”; éste se negó diciendo que “no había recibido instrucciones del Vice-Presidente sobre estos chicos”.
Curiosamente, fue el propio Nguema Esono, Vice-Presidente de la República, quien, meses después, tras la tortura física y psicológica intensa a la que nos había sometido, y mientras nos encontrábamos haciendo trabajos forzados en la construcción del Campamento de la Milicia de Ela Nguema, mandó a su casa a todo el grupo; así, sin trámite alguno.
Y podemos seguir contando, pues en Guinea Ecuatorial lo que sobra son testigos y víctimas que tienen mucho, muchísimo que maldecir a cierta gente. No estamos en contra de la “reconversión” a la democracia y al respeto de los Derechos de los demás por parte de esos individuos, pero nos oponemos a que quieran presentarse, aprovechando la ignorancia de la Comunidad Internacional, como personas honorables.
No merece consideración seria alguna, la afirmación que hace Nguema Esono del Secretario General Agustín Nze Nfumu en el sentido de que, “sus prioridades son el sexo, la música y la diversión” por considerar que son expresiones propias de una cortedad intelectual sin límites, pues, nada de lo que menciona han constituido nunca delito; es más, entendemos que a Nguema Esono la música le parezca algo negativo, pues su inestabilidad emocional no le permite apreciar los valores de algo tan íntimamente ligado a la paz del espíritu; en cuanto a las otras dos afirmaciones, recordamos a Nguema Esono que ambas son propias de la naturaleza humana y el que no lo vea así es un monstruo. Lamentamos que, como hemos indicado arriba, las prioridades de ese Señor hayan sido el sufrimiento, la sangre y la muerte de sus semejantes.
Que conste a todos, y lo sabe perfectamente el Señor Nguema Esono, que ninguna de las “prioridades” que ha atribuido a Nze Nfumu le han impedido, en ningún momento, cumplir cabalmente con sus obligaciones y la prestación de los servicios que le hubiesen sido encomendados: Cuántos discursos no le escribió al Ministro de Asuntos Exteriores Nguema Esono, los cuales éste leía siempre dificultosamente; cuántas veces le sirvió de intérprete ante Jefes de Estado y personalidades extranjeras, “arreglando” en su interpretación, las incongruencias e incoherencias del Ministro; cuántas veces Nze Nfumu, Antonio Mba Ndong y otros tuvieron, en muchas Conferencias Internacionales, que intervenir en nombre de Guinea Ecuatorial, mientras el Jefe de la Delegación, que no se enteraba “ni pí” de qué iban las cosas, se dedicaba a dibujar en el block de notas que le había sido entregado para la Conferencia, modelos de trajes que quería coserse. Después, Agustín Nze Nfumu, joven entonces de “veintipico” de años, salía a divertirse como corresponde a toda persona normal. Recuerde Nguema Esono, que el ex-Presidente Bill Clinton es saxofonista consumado, y podríamos citar innumerables ejemplos de personalidades, mucho más importantes que Nguema Esono y Nze Nfumu, que tienen la música como pasión, practican el sexo como cualquier ser humano y se divierten para distenderse de la carga del trabajo. Si él no sabe hacerlo, se lo aconsejamos.
En cuanto a amos y no amos, solo una aclaración: Solo es esclavo de los demás aquel que no está seguro de sí mismo y no es consciente de su condición de ser humano con virtudes propias, defectos propios y trayectoria propia que hacer en esta vida.
Si quieren, seguimos hablando, pero consideramos que es inútil, porque para la comunidad internacional muchos ídolos con pies de barro se derrumbarían en su propia indefinición.
Todo ello, con independencia del natural respeto que sabe Nguema Esono que hemos guardado siempre hacia él, como persona mayor y político.
Malabo, 10 de febrero de 2003.-
LA OFICINA NACIONAL DEL PDGE.
Fuente: OFICINA NACIONAL DEL PDGE