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Obiang, Rey Mago de Africa y Papa Noël gabonés . de nuevo viejo presidente publicado por: Joaquín Mbomio Bacheng el 26/02/2003 12:25:32 CET
Evitando el enfrentamiento con opositores de la talla de Felipe Ondo Obiang, Plácido Micó, Daniel M. Oyono, Manuel Ruben Ndong y Severo Moto a los que tiene mucho miedo, Obiang, se presentaba por tercera vez como « candidato hereditario » el 15 de diciembre de 2002, prolongando así el reinado de terror que inauguró con el régimen de Macías y reforzó con el golpe de estado de 1979. El usufructo exponencial de los inmensos yacimientos petrolíferos guineanos y el pillaje devastador de los recursos forestales y marítimos han hecho del Rey de Acuacam-Oyem-Gabón no solo el primer magnate del golfo de Guinea sino también un Hombre-Fortuna muy reclamado en el mercado international. Cotizado en las bolsas políticas de Madrid, París y Washington, Obiang, que pesa actualmente cerca de 500 millones de barriles diarios de crudo, miles de metros cúbícos de madera por mes y millones de kilos de atún tropical por semana se ha convertido también, después de Mobutu, en el segundo Rey Mago de Africa y Papa Noël de los gaboneses a quienese reparte petrodólares a troche y moche. En su cenit, adulado y robado por los extranjeros, su nueva vieja investidura del pasado 19 de enero en Malabo fue también, según los observadores, el anuncio de un canceroso ocaso tropical. Francia, país hegemónico de la zona, ha reaccionado con el anuncio de una conferencia constitucional en París, encargada de elaborar las bases de una transición pacífica y la instauración de un régimen democrático después de la muerte del dictador. Al tiempo que varios buitres, oliendo a cadáver, en vuelo planeado ya nublan también el cielo tropical.
Hacia finales de 1980, año de gracia en Guinea, Obiang iniciaba su andadura real en Francia, donde le recibió el entonces presidente Valery Giscard D´Estaing, un noble y republicano francés. En París, según un cronísta del Figaro Magazine, el mandatario galo se irritó de buena manera por el largo retraso de Obiang en la audiencia (más de 30 minutos). Giscard tuvo que armarse de paciencia, « c´est scandaleux ! »(escandaloso) gritaba. En aquellos días, el dirigente galo preparaba, de forma aristocrática, su reelección en las presidenciales de 1981. Elf Aquitaine, la nebulosa multinacional francesa del petroleo, ya le había adelantado una importante suma para su campaña, pero también exigía al presidente francés « embarcar » a Obiang en la patera de la Francofonía africana. Guinea Ecuatorial, decían los expertos del petroleo, sería, con sus bolsas petrolíferas, el futuro Eldorado de Africa Central. Bastó mostrar a Giscard la cartografía de la isla de Mbañe, usurpada a Guinea por los galos con la complicidad de Bongo, presidente gabonés y celoso celador de los intéresses franceses en Africa. En la audiencia con el nuevo presidente guineoecuatoriano, Giscard se fue de la lengua. « Tu país es rico, le dijo, y tu presidencia será larga y dulce como un reinado de turones si llegas a ser amigo de Francia ». Le brindó todos los honores, ante el regocijo del hombre que venía de Malabo. En su delegación, estaban Severo Moto, entonces director general de prensa, radio y televisión y Gregorio Michá Endang (cruelmente fusilado por Obiang) como Comisario militar de obras públicas, transportes y telecomunicaciones.
Se dijo que para impresionar al guineano, Giscard le hizo visitar Versalles. « Este esplendoroso conjunto arquitectónico que ves, le dijo a Obiang, es obra de Luís XIV, el Rey Sol. Su nieto, Felipe V, es el que introdujo la dinastía borbónica en España ». « Es como mi familia, replicó Obiang, nosotros emigramos de Gabón para venir a gobernar en Guinea ».
El Rey Sol
Intronizado en el círculo del poder franco-africano de París, gracias en parte por su origen gabonés (Acuacam-Oyem), Obiang regresa a Guinea con perspectivas de presidencia vitalicia en la ex colonia española, por su alianza gala. Aprovecha la inexperiencia del nuevo Monarca español, Juan Carlos I (coronado en 1975), quien le niega refuerzo militar para su seguridad personal, para dirigirse otra vez a Francia. París ordena inmediatamente a su aliado Hassan II, el traslado a Guinea de dos compañías del ejército marroquí. Su misión: proteger al nuevo « embarcado gabonés » en Guinea pero también difundir la lengua gala en todos los sectores de la población guineana comenzando con el ejército guineano. Hoy, el resultado de la política francesa en Guinea es impressionnante. No solo cuatro de los generales de la « Casa Real Obiang», Armengol, Ndong Ona, Mba Nguema y Antonito, se expresan mucho mejor en Francés que en Castellano, sino que también en Guinea se ha creado un cuerpo de ejército, la Gendarmería, con un reglamento de ordenanza francés, muy ajeno al mundo hispánico y contrario a la tradición militar guineoecuatoriana.
Con este nuevo planteamiento galo-gabonés, la década de los años 80 se caractériza en Guinea con la penetración francesa en todos los sectores claves de la sociedad. En el plano militar se destaca el dominio de fuezas marroquies que configuran también el dispositivo de seguridad del presidente de la República; los magrebiés son también utilizados por el dictador para la represión y la tortura. El difunto maestro Primo José Esono Micá y el difunto abogado José Luís Jones Dougan, han sido dos de las víctimas de la cooperación franco-marroquí en el suelo guineano. En esta década se nota la ostensible presencia de asesores militares franceses. Al mismo tiempo, en la presidencia de la República, Obiang es asistido por un cooperante francés (con rango de asesor técnico) que en realidad era miembro de los servicios secretos galos. Este hombre, casado con una ruandesa (país donde los franceses hacían estragos con su descarado apoyo al dictador Juvenal Habyarimana) es el que ponía a París al corriente de todas las sabrosas menudeces de la famosa crisis presidencial entre Obiang, Coo, Victorino y Muancaban (une affaire d´Etat que acaba de tener su feliz desenlace con la misteriosa muerte de Muancaban hace unos meses en ... Estados Unidos). En el marco financiero, las principales instituciones africanas que dependen del Tesoro Francés (Unión Aduanera de Estados de Africa Central -UDEAC- y el Banco de Estados de Africa Central -BEAC- ) se apoderan de la economía guineana. Para asegurarse el monopolio de todas las operaciones bancarias y con la complicidad de la muy discreta Société Générale (Sociedad General), un banco francés amante de los suburbios financieros, París situa en Guinea, con el apoyo del grupo Meridien, a la BIAO (Banco Interafricano de Africa Occidental). Esta entidad es la que viene a facilitar la implantación de empresas francesas en la ex colonia española, tales como GE-TOTAL (hidrocarburos), GETESA (telecomunicaciones), SAUR-Afrique (energía y transportes), OMNIUM S.A. (seguros) etc. En el marco cultural se observa la intensa actividad de los dos centros culturales franceses (ICEF) de Bata y Malabo, que animan, con su dinamismo, la red commercial de productos galos provenientes de paises africanos patronados por Francia, la publicidad de la cerveza « 33 » que se elabora en Camerún es omnipresente en Malabo. Todas estas instituciones y empresas tienen en la cúpula personas allegadas al dictador, hermanos, parientes y paisanos. Obiang se transforma en el primer accionista de todas las empresas presentes en Guinea. Esta nueva república tropical, de inspiración afrogala, tiene como principal objetivo hacer de Guinea un país vasalio de Francia, con imigrantes, empresas y servicios francófonos, antes de la explotación petrolífera, meta principal de París en Malabo. Hoy, después del « milagro » petrolífero guineano, la prensa francófona, especialmente « Jeune Afrique », es la que canta las delicias del petroreino de Obiang, y de su hijo Teodorín. Este último, verdadera caricatura del funesto Kongolo Mobutu (hijo del dictador del mismo nombre), es considerado como un verdadero bufón en el mundo parisino, apodado por los mismos francófonos « le singe » (« el mono », es decir el hazmereir) por su cultivada inteligencia.
Durante los años 80, de cara al exterior, Obiang se escuda detrás de Bongo, que le sirve de pararrayos. Cede definitivamente la isla de Mbañe a Gabón, mejor dicho a Francia. Nombra a Bongo Tutor y Protector de la República de Guinea Ecuatorial. Declara el Francés « lengua de trabajo ». Crea un ministerio de la Francofonía y Guinea pasa a ser miembro de esta entidad internacional, sin siquera haber sido colonia francesa. Paralelo a esa neocolonización galogabonesa, Guinea atraviesa una importante crisis de identidad cultural, acentuada por el despojo de los principales valores hispánicos muy arraigados en la sociedad, como es la práctica misma del Español. El uso correcto del Castellano se pierde en las instituciones administrativas con notables repercusiones en los médios docentes. Los proyectos culturales de la cooperación española son rudamente combatidos en los aledaños del poder guineano, de este modo se pierde una de las mejores radios de Africa Central, la Radio Africa 2000 de Malabo, obra de la cooperación española, que ya contaba con una buena audiencia en Africa. Más tarde, con la llegada de Aznar en la Moncloa, el Stalín español, se suprime también, en 2001, el pincipal programa de Radio Exterior de España (REE) para Africa, las emisiónes semanales para Guinea de Rafi de la Torre. La sociedad guineana aparece desarticulada e indefensa ante tanta adversidad. A este proceso deliberado de aculturación y de desinformación, se añade el fenómeno del hedonismo galo, muy frecuente en las ex colonias francesas de Africa como Gabón y Togo. En Guinea, este fenómeno consistirá en adular y admitir todo lo fútil que provienne de Francia y de sus satélites de Africa. En este periodo se ve llegar a Malabo a los grandes déspotas de la economía francesa en Africa, los Bolloré, el Clan de los Corsos, pero sobre todo Bouygues. Este último intenta apoderarse de la central hydroélectrica de Riaba y explotar también la fructuosa línea aérea Malabo-Duala mediante su filial Saur-Afrique. En esta Guinea de los años 80, de los negocios sucios, de pérdida de identitad y oscurantista, Obiang brilla como el Rey Sol.
Con la corona de Fernando VII
De este modo se asiste por primera vez en Guinea a la aparición de crímenes rituales, hasta entonces considérados como la panacea de paises fronterizos como Gabón o de antiguas colonias francesas como el Congo Brazzaville. En Bata y Malabo cunde el pánico en la población con el descubrimiento de cadáveres de niños mutilados, rapto de recién nacidos e incluso inmolación de menores. Al tiempo que personalidades conocidas por la población como virulentos torturadores del régimen , Cayo, Eduforet, Efepulet, etcetera, cometen, de cuando en cuando, asesinatos en toda impunidad, dejando a su paso cadavéres descuartizados a los que se ha despojado sus órganos vitales y partes genitales Este periodo de neoprimitivismo franco-africano celebra también el redescubrimiento del mundo de la brujeria y del esoterismo en Guinea. El colectivo de los curanderos, brujos y demás charlatanes recibe un trato privilegiado como « nobleza colectiva » por parte del soberano dictador. Empiezan a llegar a Guinea grandes « médium »(brujos-videntes) de paises del mundo francófono. El régimen utiliza argumentos surrealistas para atajar todo tipo de organización, económica o social. Para arruinar la economía de Kie Ntem, una de las regiones más dinámicas de la economía guineana, se acusa injustamente a los jóvenes comerciantes de Ebebiyin de practicar el Kong (práctica totalmente desconocida hasta entonces en esta región ecuatorial). Mientras que en Malabo, al caer la noche, destacados colaboradores de Obiang se reunen en Newbili, un barrio de la capital, a darse a las prácticas nocturnas. El mismo Obiang, sale una noche de Bata para participar a una sesión del Bueti en las riberas del Utamboni, en el delta del Rìo Muni. En este momento el reyezuelo guineano se identifia con la corona de Fernando VII. Monarca y felón.
La felonía y la brujería, de la mano de Obiang, instalan en Guinea una nueva jerarquía del poder; el de los sacrificios humanos ; el del don de esposas e hijas, y, claro está, el de los poderes ocultos. Se intenta recuperar por todos los médios los restos mortales de Mboo Ba, un ancestro bantú cuyo poder había sido consensuado por las tribus fang como Caudillo del Oban (la armada fang que luchó contra los Negreros del Norte). Entre 1987 y 1992, Nsoc Nsomo, lugar donde se encuentra la tumba mítica de Mboo Mba, es objeto de varias e infructuosas expecdiciones exploradoras organizadas por el hombre de Acuacam-Oyem-Gabón. No se da con el pellejo del terrible Mboo Mba, que cada vez desaparece siempre y cuando que Obiang se acerca, pero, eso sí, principales figuras de la vida política, social y económica guineana mueren en circunstancias más que misteriosas. Una larga lista de muertes y cadáveres : Cona,Abeso Mendú,Mba Oñana, Ovono Eneme, Felipe Ovono Mañana, Efua Efua Asangono, Juan Sesinio, Ncua Ibadán, Santiago Molongua, Constantino Ocha N´vee, Francisco Mbua Edu, Antonio Nculu Oyé, Tío Lucas, Mbá Ndemonzogo, Petit Pierre, Felipe Inextrosa Ikaca, Eduardo Ondo Mba Nfono, Antimo Esono, Joaquín Alogo, Muankaban, Martín Nká, Florentino Ekomo, etc.En suma, un enorme panteón viviente donde todavía chorrea sangre caliente recuperada por la lengua sediente y ávida del hombre que vino de Gabón para gobernar Guinea. Otros son violentamente asesinados por oficiales del régimen y sus cadáveres despojados de sus miembros (cerebro, partes génitales, corazón, pancréas, etc). Es el caso de Pedro Motu Mamia y de Julian Esono (primer embajador de Guinea en . Francia). El último parte necrológico del dictador de Malabo indica que las muertes repentinas en extrañas circunstancias ya no solo se llevan a destacadas personalidades, sino también a simples estudiantes salidos de Guinea. En 2002, en el intervalo de unos meses, entre el anuncio de la campaña presidencial y el anuncio de la formación del nuevo gobierno, dos cadáveres de becarios guineanos fueron repatriados, uno desde Ghana y otro desde Argentina. En Guinea, con Obiang, la política ya no es el arte noble de la convivencia humana y de la buena administración pública. Ya se trata simplement de un canibalismo primario, puro y duro, para alimentar, nutrir y sustentar al « Nkukuma », el Jefe, el Eterno, el Rey. Obiang.
El soplo de Pentecostés
El descubrimiento del petroleo guineano en la década de los noventa y el creciente interés que demuestran actualmente los Estados Unidos por el petroleo africano han hecho de Obiang un actor de primer plano en la región ecuatorial. Si en Guinea Obiang, con todo lo que ha hecho, ha llegado a ser un astro majestuoso, convidado de Palacios y adulado en la Moncloa, es también porque también a los guineanos se les ha despojado de todo, en todas partes y en todas las circonstancias. Carecen de dignidad personal, aun cuando se reclaman de la oposición, o cuando reivindican diplomas y carreras universitarias. Los guineanos se odian, pierden el tiempo con rencillas personales y discriminan a sus compatriotas que no son de la misma afiliación política. En Kenia, en enero de 2003, la oposición ganó las presidenciales por su unión. En Guinea, en diciembre de 2002, cada candidato iba por su cuenta contando con su grupillo. El día de la elección es cuando a nuestros políticos « candidatos-a-la-presidencia » (un cargo muy venerado en Madrid) les llegó el soplo de Pentecostés. Se dieron cuenta tardíamente de que Obiang era muy tramposo. Cuando Obiang ya había ganado la partida, cuando ya había muerto gente inocente (como el caso del pobre Avelino Aba Eló que acababa de terminar brillantemente sus estudios en Francia) cuando, por fin, ya se había distribuido el dinero mendigado como participación a la campaña ¿Aquél que pretende ignorar hoy que Obiang es cínico y criminal merece la confianza de los guineanos? Obiang, aprovecha buenamente la desunión de los guineanos, para desbancar a los que le dan cara como Plácido, como Ondo Obiang, y rodearse él a su vez de sus paisanos gaboneses a quienes colma de bienes, ofrendas y becas. Muchos de los estudiantes de Gabón en París viven con becas de Guinea Ecuatorial, mientras que los mismos guineanos estudian en condiciones muy precarias. Por eso Obiang es también Mago. Por su comportamiento, algunos miembros de la oposición en el exilio ya han asimilado, en lo más profundo de su ser, que el guineano no se merece nada, ni siquiera las riquezas que produce su propio país, sino míseras subvenciones de instituciones dirigidas por gentes con cara de Júdas. Destacadas personalidades extranjeras se han dado cuenta de esta vuelta a Egipto de la mente pensante guineocuatoriana y, seducidos por la inmensa fortuna del Monarca guineano, prefieren viajar a Malabo rabo entre piernas y cola al viento. Así lo hace el rector de la Universidad de Alcalá de Henares, así lo hizo el honorable Alcalde de Madrid, así lo ha hecho recientemente el impecable Gil Casares, personalidades que van a celebrar el poderio de Obiang en Guinea. Sin vergüenza ni traición, sino con alta inversión. El petroleo manda y ordena, aunque en las costas gallegas hace estragos.
Dueño y señor del tesoro guineano, hombre-fortuna con estrella de Oriente, diamante de muchos quilates, Obiang es actualmente una de las mayores joyas africanas más atractivas en el mercado, gran hallazgo de los banqueros del presidente americano George W. Bush (se dice de este señor que es un hombre muy atrevido, sabe confundir perfectamente Iran por Irak. Su hermano también es astuto, sabe situar a Stalín Aznar en su tiempo, como presidente de la República de España). Todas las compañías estadounidenses que explotan el petroleo en Guinea contribuyeron financieramente en la campaña del actual inquilino de la Casa Blanca, en particular la CMS Energy y Exxon Mobil. El rey del crudo guineano, Obiang, que junto a Angola, batió el record de las licencias de explotación petroleras otorgadas en aguas territoriales durante el año 2002, será en pocos años, el tercer gran productor africano, con cerca de 740.000 bariles diarios, superado por Nigeria y Angola pero superando a Gabón y Congo Brazzaville. Por eso la administración americana reserva un trato preferencial al golfo de Guinea. En su nuevo planteamiento, Washington considera al continente africano como uno de sus objetivos geostratégicos prioritarios. Los Estados Unidos quieren sacar de Africa más del 25 % de sus importaciones de oro negro. El golfo de Guinea, con sus reservas incalculables, será el primer gran campo petrolífero del mundo de explotación en alta mar. En este sentido el informe anual de la CIA publicado el año pasado califica a Guinea Ecuatorial como el nuevo « Koweit de Africa », « un país, añade el mismo informe, gobernado por dirigentes corruptos que han pillado y arruinado la economía nacional ». Washington ha situado en Malabo a un consultante de alto rango, Chuster Norris, antiguo embajador. En el plano militar se prepara la instalación de fuerzas americanas en la isla de Sao Tomé y Principe, la patria chica de la segunda mujer de Obiang, nuestro Soberano rey del petroleo. Para la custodia de las costas guineoecuatorianas, el hombre de Acuacam-Oyem-Gabón ha firmado un contrato con una sociedad paramilitar americana, la Military Professional Ressources Inc. Con Obiang, al parecer, el guineano no es capaz de proteger su propia morada.
Ocaso tropical y vuelta a Francia
De este modo se observa la fuerza bruta del crudo guineano, cuando Obiang, que pesa ya varios millares de dólares en el mundo de las finanzas, demuestra no solo a los guineanos (que son prácticamente sus esclavos) sino también a « la comunidad internacional » que él con su crudo, una fortuna colosal, puede hacer todo lo que le da la gana en Guinea. De esta manera, en la primavera de 2002, detuvo a la casi totalidad de los militantes del FRD (Fuerza Republicana Democrática), con torturas y asesinatos. Dos semanas después de haber iniciado su cruenta redada Obiang era recibido pomposamente por el presidente del gobierno español, José María Aznar (stalin), quien apareció en las camaras del mundo entero junto a Obiang con una gran sonrisa en los labios. Y cuando todavía se seguía torturando en Malabo, con juicios sumarisimos contra Felipe Ondo Obiang y Plácido Micó, la « comunidad interncional » reunida en el Palacio de las Naciones en Ginebra, el 19 de abril de 2002, absolvía a Obiang de todos las violaciones cometidas en Guinea contra los derechos humanos, despidiendo en el acto al relator de las Naciones Unidas, Gustavo Gallón, alegando humorísticamente que la situación de los derechos humanos en Guinea ya había mejorado notablemente y que no necesitaba más la presencia de un observador de la Comisión de los derechos humanos. Los Estados Unidos van a abrir de nuevo su representación diplomática en Malabo, Obiang ha sido consultado para la visita que el presidente americano efectuará este año en Africa, se prevee una escala en Malabo. Al comienzo del año algunos jefes de estado y jefes de gobierno que tenían los bolsillos rotos han aprovechado la investidura del nuevo Rey Mago africano, Obiang, para presentar su factura de despalazamiento. Las buenas lenguas cuentan que todos los invitados han regresado de Malabo con sonrisas de judío y alforjas de Sancho Panza.
Con todas estas proezas a su favor, Obiang ya ha demostrado sobradamente su inmenso poder de Rey y Mago. Su leyenda continua. Pero eso sí, la vida de Obiang y la de su familia ya no dépenden de él, ni de los guineanos ni mucho menos de los gaboneses, sino de la de su propia resistencia orgánica como paciente. Francois Miterrand, su homólogo galo, luchó contra el cáncer durante todo su mandato, 14 años, desde 1981 hasta 1995. Mitterrand era nada menos que presidente de Francia. Tenía todo a su alcance. Obiang no. Obiang es jefe de banda de una república bananera. Todo lo que tiene es superficial y depende de la quimérica voluntad de los americanos en fluctuante función de la cantidad y rentabilidad del petroleo soterado en nuestro suelo patrio. Ser amigo de los norteamericanos es también eso, es algo así como ser el amante de una gran puta. El cariño se paga con dólares. Ayer, hace 15 años, los estadounidenses se enamoraron locamente de Sadam Hussein en el golfo Pérsico, hoy, hace pocos años, estos mismos americanos están perdidamente atolondrados por Obiang, en el golfo de Guinea.
Promovidos por fuertes intereses europeos, los franceses se oponen a la guerra contra Irak en el golfo Pérsico, esos mismos franceses, movidos por los mismos intereses, han diseñado su zona de influencia hegemónica en Africa y dentro de esta zona está Guinea. París ha decidido que el ocaso de Obiang en Guinea no será como la muerte teatral del Rey de Ionesco. Habrá un nuevo reparto del bacalao. Se abre de esta manera un intenso periodo político que acompaña los últimos años del dictador, su muerte y su sucesión. Francia ya ha dado su luz verde para la celebración de una conferencia sobre Guinea Ecuatorial en París, en el mes de abril, que fijará las bases de este país después de la muerte de Obiang. Para ello, Francia ha rehabilitado al antiguo opositor Manuel Ruben Ndong que vuelve en primer plano después de una ligera travesía de desierto. La cúpula de FRD ha aceptado gustosamente la iniciativa de París, otros movimientos como RENAGE también han acogido favorablemente la idea y estudian las modalidades de su participación. La iniciativa de París ha cogido de sorpresa al ejecutivo de Madrid, la cual ha sacado a relucir a su vieja y nueva locomotora, el Partido del Progreso de Severo Moto, que celebraba su vigésimo aniversario el pasado 25 de febrero. Ante el desenlace de los acontecimientos, Severo Moto tuvo que poner en órbita a su principal mente pensante, el célebre escritor Donato Ndong Biyogo, que se había mantenido en la sombra durante veinte años. Naturalmente, Donato Ndong Bidjogo, desveló a su audiencia lo que para muchos en Guinea sería el secreto del siglo : « Hace veinte años, Severo y yo . decidímos crear este Partido ». Decididamente el entierro anunciado de Obiang se presenta como una larga procesión, con confesiones, eventos y descubrimientos, quizás un nuevo adviento para Guinea.
Joaquín Mbomío Bacheng Periodista y escritor guineoecuatoriano
Fuente: Joaquín Mbomío Bacheng
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