Antes de proseguir en este relato por entregas de mi modesta experiencia como conductora, responsable o como quieran calificar de la Emisión para Guinea Ecuatorial, deseo hacer mención a un hombre que protagonizó, con su actitud moderada, con sus luces y sombras (quién no las tiene ? momentos cruciales en apaciguar ánimos en tiempos de la POC, Miguel Eson Eman,todo un caballero que dejó en España un trabajo fijo a fin de incorporarse al que luego resultó, proceso democrático, propugnado y nunca cumplido por Obiang. Eson Eman, dejó, como digo, trabajo, esposa, familia y se fue con su APGE (ACCIÓN POPULAR) , persuadido de que había llegado el momento del ansiado cambio. Es de rigor reconocer el gran esfuerzo realizado por él y su esposa, Mercedes. Miguel, lo pasó mal, muy mal y de ello doy fé. Me lo contaba cuando hablábamos por teléfono por cuestiones informativas. Al final su partido fue absorbido por un compañero con bastantes lagunas de conocimiento para cualquier actividad por fácil que fuese y menos para dirigir un partido, que pasó a formar parte de los satelizados por Obiang con el objetivo de que hiciese bulto a la hora de hablar de multipardismo y elecciones. He mencionado a Miguel, porque en estos días, al cumplir años, ha pasado a la jubilación sin que se cumpliera su mayor deseo: volver a su querida Guinea. Por esa razón y porque, como él hay otros muchos guineanos esperando, con su pie en el estribo, para reencortrarse con la tierra que les vió nacer.

Pasando a otra cuestión en este repaso, más de comportamientos que de secretos de partido, intrigas, traiciones, y todo el oropel en este sentido existente en el caso de Guinea,( abundante) he de señalar que nada de lo que aquí plasmo es nuevo, pero no se dice abiertamente. Lo cual imposibilita cualquier cambio favorable en la dirección correcta y ¡sobre todo! que la oposición guineana esté dotada de los suficientes instrumentos y políticos que eviten que se ”cuelen” algunos con intenciones de ocupar, aunque sea con otro disfraz, el puesto vacante e impidan llevar a los guineanos a un verdadero Estado Democrático. Por lo pronto, la desunión entre los opositores es ”perfecta” para quien lleva la batuta y emite órdenes de la superioridad.

Voy con otro tema del cual he sido conocedora por comentarios y personalmente fuí ”zarandeada” verbalmente. No pude contestar puesto que fue justo el día en que el último relator de la ONU, Gustavo Gallón, celebró una rueda de prensa en la sede de la Federación Española de DDHH, en Madrid y por evitar un incidente guardé silencio. Una actitud bastante rara en mi y difícil de controlar. Pero voy al caso.

Fuí conocedora através del CPDS, de cómo llegaban (con reiterados atrasos) los libros de la UNED, así como otros aspectos de la cooperación española hasta Guinea, ya en los últimos tiempos meses, semanas de la emisión donde el veredicto de su cierre estaba ya firmado desde altas, muy altas instancias de la administración española y no sólo de partidos o gobierno. Por cierto en este apartado he de aclarar un aspecto que me gustaría se tuviera en cuenta, lo de la UNED y sus presuntas irregularidades que según algunos expertos, las ha utilizado Obiang, para acallar las críticas provenientes de las diferentes administraciones españolas. Otra cuestión conocida en las filas opositoras guineanas sin, que yo sepa, haya exigido una investigación. Lo dejo ahí.

Como he señalado los libros de la UNED llegaban con un retraso excesivo a las aulas guineanas de ello se me habia informado en directo por Plácido Micó o Andrés Esono. Me puse en contacto con la UNED que se excusaron dando vueltas a la cometa pero, al final ante mis preguntas hubieron de reconocer que se habia extraviado el contenedor que los transportaba.

Dias más tarde, me llamó por teléfono un profesor examinador, AGUSTIN VELLOSO, que viajaba a Guinea para este menester como trabajador de UNED, y deseaba hacer unas denuncias de cómo funcionaba la organización en ese país. Según él tenía en su poder una lista de firmas de estudiantes que apoyaban sus denuncias de mala gestión. Le invité a visitarme en la redacción del programa y asi hizo. Debo aclarar que en esos días se estaba tratando el cese del director que hasta ese momento habia ostentado el cargo de responsable durante, quiero recordar, un período de más de una década y nombrar a otro.

El profesor mencionado, efectivamente era, Agustin Velloso, que se quejaba de ser objeto de represalias en la UNED donde, según él, ya habia presentado sus quejas sobre el funcionamiento y carencias observadas durante sus visitas(voy a obviar detalles que en nada aportan, pero que si es n ecesario haré). El relato del señor Vellloso, me dejó muy interesada y le dije que haría las investigaciones pertinentes, aparte de las realizadas anteriormente ante las denucias sobre este caso del CPDS. Le solicité que me enseñara las listas de estudiantes a las que se había referido durante nuestra conversación telefónica y cual no sería mi sorpresa cuando en estas sólo figuraban unos escasos nombres (el número de estudiantes en aquel entonces era muy numeroso) con firmas casi ilegibles. Le indiqué que ésta dificilmente podría ser una prueba a aportar, AUNQUE LO HARÍA, a la hora de tratar el tema con los responsables de la UNED en aclaración y por supuesto la regulación adecuada a las deficiencias y que tras esas investigaciones y contactos, solo entonces, con la versión de la otra parte, sería suceptible una entrevista que, por supuesto le haría. Y aquí viene lo más destacable de la reacción de este profesor.

Se levantó de la silla en la que se encontraba sentado como si le hubieran puesto un resorte y con la cara roja y en un estado de excitación increíble, enormemente contrariado, me exigió que se la hiciera en esos momentos porque tenía derecho a hacerlo. Yo le repliqué, al tiempo que pretendía tranquilizarle, que mi modo de trabajar era el de contrastar las informaciones antes de elaborarlas y que si eso lo hacía con todos los invitados al programa, incluidos los guineanos, con lo laborioso y las dificultades que suponía, con él no habría excepciones. Le prometí que al dia siguiente o a los dos o tres días, una vez fuese confirmado, contrastado este problema, le llamaría para hacerle la entrevista. Velloso, esgrimía frenéticamente la hoja con las firmas, que ya he comentado, como si se tratara de un instrumento, mejor una batuta con vida propia puesto que la había situado durante esta reacción suya junto a otros papeles, a modo de apuntes que traía. En fin se fue profiriendo comentarios que no voy a repetir pero que dejaron muy claro su talante dialogante y de comprensión hacia mi postura que en nada podía interpretarse como una negativa a la entrevista. Hice las investigaciones oportunas y un portavoz de UNED, respondió a cada una de las preguntas que le formulé ateniéndome a la información facilitada por CPDS y el profesor Velloso.

Dado que todo lo que figuraba como motivo de la posible entrevista se explicó por el portavoz, de forma puntual y clara, me puse en contacto con Velloso, para que viniese a hacer la entrevista. Vino, pero una vez más y antes de entrar en el estudio le pregunté si había quedado satisfecho con las aclaraciones del portavoz que, además, prometía que los libros y material escolar llegarían a Guinea antes de comenzar el curso y una serie de promesas de cómo iba a funcionar la UNED en Guinea, etc. Entonces yo le propuse que hiciera una valoración de lo qué más se necesitaba en una entrevista distendida dando por hecho que no se debería crear un nuevo frente de discordia cuando, le dije, están a punto de cerrar esta emisión con las consecuencias tan nefastas para la población que no contaban con otra vía para estar informados de lo que acontencía y sobre todo, denunciar los excesos del régimen. Quien me conozca, con toda honestidad podrá suponer que por explicaciones mías no quedó. Sin embargo, el profesor Velloso, abandonó la redacción muy airado y en alta voz me acusó de haberle tendido una trampa en colaboración de los que él consideraba le perseguían por ser sincero y otras palabras, frases, que ya no recuerdo. Pero acabó así.

Lo que sí recuerdo fueron las palabras de este defensor de la verdad y la justicia que, como he adelantado anteriormente, coincidió con la comparecencia ante los medios, del ya ex relator de Derechos Humanos de la ONU, Gustavo Gallón Giraldo. Al entrar yo en la sala donde se iba a celebrar el encuentro con la prensa - ya destituída de la Emisión para Guinea - pero, aún trabajando en RTVE, en lo que fué mi último cometido profesional en ese ENTE, casi tropecé con el profesor Velloso, que estaba sentado. Tan cerca estuvimos que no sé por qué le comenté: ”¿recuerdas que te dije que quedaba poco a la Emisión? ”Pues ya ves, continué, ahora le ha tocado al relator”. Con una expresión realmente de odio, rencor, muy desagradable, el buen profesor dijo lo siguiente y eso no se me olvida por lo que representa de didáctico, dialogante tal como requiere la actitud de un pedagogo vocacional: ¡Pues que te jodaaaan! Y no contento con emitir el primer ”buen deseo” hacia mí, volvió a repetir: ¡Te ha tocado, que te jodan¡. Así acabó la clase magistral impartida por este ilustre profesor ocupado y preocupado por las causas justas, AGUSTIN VELLOSO. Lo relato tal como ocurrió.




Fuente: Propia

¡Nota importante!
El contenido de los artículos publicados no refleja necesariamente la opinión de la redacción de guinea-ecuatorial.net
Véase también la declaración sobre el uso de seudónimos