H O J A nº 6/ 2003

NADA. Ayer tuvo lugar la ceremonia de investidura del dictador guineano Teodoro Obiang Nguema para un nuevo mandato presidencial. En contra de lo anunciado por la propaganda oficial que había difundido la posibilidad de que asistieran el rey Juan Carlos, el Presidente del Gobierno español o alguno de sus ministros (en concreto la Ministra de Asuntos Exteriores) y el Secretario General de Naciones Unidas y que hubiese en Malabo una especie de ¨cumbre mundial¨, todo se ha reducido a la presencia de nueve Presidentes o Jefes de Estado africanos, sin que haya traslucido, tampoco en este ámbito, ninguna declaración o se haya difundido idea alguna que afecte a los países o al área política a la que pertenecen.

El representante del gobierno español, Ramón Gil Casares, se reunió el sábado con Obiang. A la salida fue entrevistado por la radio y la televisión oficiales. La actitud del señor Gil Casares ante las preguntas que se le hacían (su opinión sobre las elecciones pasadas, su opinión sobre la situación política guineana, nada sobre un posible indulto a los presos políticos de Black Beach) puede calificarse de ¨esquiva¨. No respondió a lo que se le preguntaba y afirmó por su parte que las relaciones entre Guinea Ecuatorial y España tienen bases históricas y de lazos entre los dos pueblos que las ponen por encima de situaciones coyunturales; deseó que las riquezas del petróleo lleguen a la mayoría de los guineanos y les permitan disfrutar de mejores condones de vida, al tiempo que se avanza por el camino de la democracia.

El discurso del dictador recordó demasiado a su mensaje de fin de año. Fue el viejo discurso de siempre. Habló de su predisposición a que todos los partidos políticos guineanos (todos) participen en un próximo gobierno; habló de las inminentes mejoras (ahora sí) en la sanidad, la vivienda, las comunicaciones, la enseñanza... y se quejó de la incompresión con la que se ven en el extranjero sus políticas y las de su partido que intentó justificar refieiendose a algunas condiciones específicas de la sociedad guineana. Los últimos discursos de Obianga vuelven a mostrar un evidente estilo franquista...

¿De qué sirvió la presencia de los nueve Presidentes africanos? Para nada que no sea otra demostración de la atracción política que supone la riqueza petrolera. No cabe esperar de Obiang ninguna función de liderazgo en la zona. Teodoro Obiang Ngema representa siempre políticas nefastas en el ámbito interno y la simple nulidad en las relaciones internacionales.

En resumidas cuentas, nada.

OACPDS-Madrid, 20 enero 2003

Fuente: OACPDS-Madrid.

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