A la vista de la pretendida carta abierta que el FRRAGE, o lo que es lo mismo, Manuel-Rubén Ndong, Fundador y único afiliado al mismo, publica en este espacio de noticias, y para que, como aconseja el moderador, no se convierta esto en un intercambio absurdo de acusaciones y contra acusaciones, la Oficina Nacional del PDGE desea, para aclaración de la comunidad internacional, reiterar lo esencial de su comunicado de ayer 30 de enero de 2003:

1. La Oficina Nacional del PDGE en ningún momento de su comunicado pretendió atribuirse las facultades o hablar en nombre de ningún Tribunal de Justicia. Se limitó, con el simple ánimo de aclarar situaciones sobre el lamentable caso de la retención de Simón-María Nsue Mokuy, a recabar información de los servicios competentes, como se supone haría cualquier persona jurídica o moral en situación semejante, y, a la vista de la preocupación alarmista mostrada por FRRAGE, informarle de la misma.

2. Opina esta Oficina Nacional que no se debería permitir ninguna Formación Política o persona avanzar acusaciones sobre terceros sin la seguridad de disponer de pruebas para sostener dichas acusaciones. Es lamentable que, en su afán de un protagonismo político desmesurado que no posee, Manuel-Rubén no dude en franquear todos los límites de la manipulación y la falsedad. Por eso no sorprende a esta Oficina Nacional que él pretenda en su panfleto que la retención de Simón-María Nsue Mokuy fue ordenada por el Partido Democrático de Guinea Ecuatorial. Al respecto, solo podemos añadir que esperamos que el día que Rubén gobierne Guinea Ecuatorial no confunda la actividad de su partido con otras que no le son propias, por cuanto que el PDGE sí que sabe cual es su cometido en el escenario político nacional, cometido que no incluye el dar órdenes de detención.
Por lo demás, entendemos la frustración de D. Manuel-Rubén ante su incapacidad real de constituir una verdadera fuerza política digna de tal nombre, igualmente comprendemos su dificultad para interpretar correctamente un comunicado en español, pero le rogamos intente siempre que los conceptos le sean claros para que sus respuestas, en lo posible, sean coherentes y dignos de alguien que dice dirigir una Institución Política.

Como hemos dicho, no pretendemos polemizar sino aclarar conceptos; por esa razón, nos reservamos de hacer más comentarios sobre la naturaleza misma de su carta dirigida a todo un Jefe de Estado en las condiciones en que ésta lo ha sido y con el impresentable sentido propagandístico con que la ha rodeado enviando copias a misiones diplomáticas occidentales en Paris, gobiernos de países occidentales y de la Unión Europea y a Amnistía Internacional, como si se tratara de una simple invitación de boda.

Lo curioso es que, encima, pretende que se le tome en serio.

Malabo, 31 de enero de 2003.-
LA OFICINA NACIONAL DEL PDGE.


Fuente: OFICINA NACIONAL DEL PDGE

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