La parroquia de Monteolivete celebró ayer una ceremonia con ritmos tribales, para favorecer así la integración de los súbditos guineanos


CRISTINA S. ULLOA (VALENCIA)

Tienen nombres españoles y aprendieron el castellano desde pequeñas. Verónica, Ángela, Consuelo y Maribel son algunas voces guineanas que ayer animaron la cuarta misa oficiada en fang en Valencia, una de las lenguas oficiales de Guinea Ecuatorial.

La parroquia de Monteolivete, cercana a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, ha sido el escenario elegido por un grupo de 40 inmigrantes para celebrar la liturgia católica ¨al estilo africano´´, durante el primer domingo de cada mes.

¨El 95% de los guineanos son católicos y nuestras misas son muy parecidas, tienen el mismo fondo que las españolas´´, explica Aquilino Nguema, el director del coro.

Sin embargo, la forma guineana de acompañar la liturgia es, a juzgar por los gestos de sorpresa del resto de feligreses, un tanto inusual para el espectador nacional. Cantos tribales, música tradicional y movimientos de caderas son el complemento de su ceremonia religiosa.

¨Digamos que -insiste el director del coro- la misa en la población de Guinea no sólo es considerada como un encuentro con Dios sino como una fiesta entre amigos, hermanos y vecinos. Y la mejor manera que sabemos de expresar nuestra alegría es a través de la música y del cuerpo´´.

A pesar de la espontaneidad que caracteriza a los ritmos católicos del otro lado del Estrecho de Gibraltar, los cerca de 40 integrantes que participan en el coro de Kulturama-Guinea ensayan varios días durante la semana para ¨sacar lo mejor de nosotros ante el altar y ante los demás´´, comenta Maribel, una de las muchacahas de la coral.

Esta joven de largas trenzas llegó hace siete años a Valencia. Para ella, esta asociación cultural es una forma atractiva para que los guineanos asentados en España, en especial los más pequeños, se integren en la sociedad española sin olvidar las raíces de su cultura. ¨Queremos que participen gente de todas partes del mundo, y queremos estrechar las relaciones de hermandad que mantuvo España con Guinea durante más de trescientos años´´, explica la bella corista mientras recuerda que, hece escasamente 35 años, Guinea seguia bajo el protectorado español. Para los cerca de 200 fieles que asistieron ayer a misa de seis en la parroquia de Monteolivete, la liturgia mantuvo hasta el final un ambiente alegre y divertido. El sacerdote que presidió la misa, Nicomedes Ecua, traducía de forma simultánea cada uno de sus discursos del fang al español, gesto que los asistentes valencianos agradecieron a la salida.¨Me ha parecido interesantísimo el hecho de que el párroco se dirigiera a las dos culturas. Tenemos mucho que aprender de la forma en que celebran sus misas porque aquí en España son mucho más aburridas´´, reconoce Alberto.

Otro de los asistentes, que entró a mitad de ceremonia inducido por los ritmos tribales que se oían desde la calle, insiste en el ¨desconocimiento´´ de los españoles ante unas tradiciones tan similares con el culto católico de las iglesias españolas.

Fuente: Las Provincias Digital (17.02.03)

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