EN DEMOCRACIA ¿QUIÉN ES “OPOSITOR”?
Por: Ponciano MBOMIO NVÓ, Doctor en Derecho
Desgraciadamente, en mi país, los que tienen el derecho de calificar a los demás, me dan el calificativo de “OPOSITOR”, calificativo que asumo con dignidad aún cuando me ocasiona problemas profesionales al tiempo de enfrentarme legítimamente a una CORRUPCIÓN JUDICIAL.
Pero ahora tal no es el caso, sino hacer una aproximación a mis lectores al concepto democrático de “opositor” frente a la versión tiránica y detractora del término reinante en nuestra controvertida sociedad política.
A) Así las cosas, empecemos por el significado gramatical que la palabra OPOSICIÓN tiene en el Diccionario de las Américas, edición de 1995. Según este Diccionario, OPOSICIÓN es:
a) Disposición de algunas cosas, de modo que estén unas frente a otras.
b) Contrariedad o repugnancia de una cosa con otra.
c) Concurso de los pretendientes a una cátedra, prebenda u otro empleo, por medio de ejercicios en los que demuestran su suficiencia. (Creo que he demostrado mi suficiencia como tal).
d) Minoría que en los cuerpos deliberantes impugna habitualmente los actos y las doctrinas del gobierno.
Este último significado nos aproxima al tema objeto de debate o estudio, o sea, al significado democrático de OPOSICIÓN POLÍTICA, por lo que debo acudir a los eruditos que se han ocupado del caso en su dimensión científica.
B) Para Mario FERNÁNDEZ BAEZA , “oposición” es un tipo de conducta o de comportamiento político, cuya formalización en las instituciones y en los sistemas políticos ha tenido lugar junto al desarrollo del parlamentarismo y de los partidos políticos. Desde esta perspectiva, para este autor, la expresión “oposición” se manifiesta en cuatro vertientes:
a) “Oposición” es el resultado del ejercicio de libertades y derechos como la libre expresión, asociación y reunión y, por cierto, de sufragio.
b) La “oposición” sólo aparece en sociedades pluralistas, en las cuales se garantiza la libre expresión de ideas e intereses y el funcionamiento de grupos que los encarnan .
c) “Oposición” se relaciona con la alternancia en el gobierno, pues uno de sus rasgos principales es justamente que la oposición es tal en cuanto no concuerda con el gobierno y presenta un curso de acción o programa distinto.
d) La “oposición” sólo se entiende en cuanto “aspirante al gobierno”, y esa aspiración sólo es viable en sistemas en los cuales la alternancia está garantizada en la medida en que se obtiene el apoyo electoral requerido.
En síntesis, para FERNÁNDEZ BAEZA, “oposición” se relaciona con el conflicto político entendido como la mutua, simultánea y contradictoria aspiración de dos fuerzas oponentes a un mismo objetivo.
c) Acuñando en su sentido estricto el pluralismo político:
a) En los estados democráticos, la “oposición” se identifica con los partidos políticos que perdieron la elección para formar el Gobierno en el caso de los Parlamentos o fueron derrotados en la elección presidencial.
b) En los estados no democráticos, la oposición se identifica con las personas que de manera más abierta se oponen al gobierno, pero también con organizaciones de todo tipo, en ocasiones incluso armadas, partidos políticos en la clandestinidad, medios de comunicación que publican información que el gobierno quiere que sea restringida o ignorada de plano.
c) En los partidos políticos, la oposición se identifica con los grupos que han perdido la posibilidad de que sus candidatos sean los de su partido, también con los diputados, senadores o parlamentarios que disienten de la postura oficial o que votan en contra de la mayoría de sus camaradas.
D) EL CONCEPTO TIRÁNICO DE “OPOSITOR” EN MI PAÍS
En mi país tengo pegado con grapas en la cara el sello de “OPOSITOR”, porque así me califican los detractores de la palabra “oposición”, los que tienen el derecho de calificar a los demás, sobre todo, los que utilizan el término con fines de oportunismo político. Pero si comparamos las acciones que realizan esos detractores con las de mi autoría, resulta que en realidad sólo soy “opositor” en sentido gramatical, y ellos no son lo que piensan o se pasan de ser, sino son más bien militantes del oportunismo político.
Pues, como abogado de profesión, no sé de dónde me sale el calificativo de “opositor”, porque, a la luz del ejercicio de mi profesión, puedo poner como casos o ejemplos de atropellos indirectos causados por otros abogados acomplejados, y que cito a continuación:
a) “No vayas a realizar prácticas o pasantía en el Gabinete Jurídico de Ponciano, porque es un “opositor”, aconsejan los detractores a los jóvenes recientemente egresados de diferentes Universidades (pero esos detractores no tienen capacidad para formar a esos jóvenes).
b) “No vayas en su compañía, porque tiene malos antecedentes, está perseguido por el ¿Régimen?
c) “¿Por qué le has arrendado tu inmueble para instalar allí su Gabinete Jurídico? ¿Acaso no sabes que es opositor?”, apostilla un magistrado de alto rango.
d) Siendo primer ministro del Gobierno de Guinea Ecuatorial el señor “X”, un abogado acomplejado, entonces alto cargo del país, se le acerca y le dice: “habla con el ministro “Y” para que no vaya siempre en compañía de Ponciano, porque es más opositor que Plácido Mico”.
e) Otro abogado acomplejado, que acude a la empresa aseguradora “Z” (que es mi cliente) para asegurar dos vehículos de su propiedad, a sabiendas de que uno de los vehículos es de estado inservible por haber sufrido con él un accidente casi mortal, sorprende la buena fe de la aseguradora, que efectivamente le asegura los dos vehículos; pero al cabo de unos meses reclama indemnización por el vehículo inservible por supuesto accidente de circulación. Yo me opongo a su demanda judicial por considerar su conducta de estafadora y temeraria, y pierde el pleito. Comenta después que Ponciano no le deja comer, y hoy, por ostentar un cargo en la judicatura, se declara enemigo mío y me llama “opositor”.
En fin, a base de intentar robar con bolígrafo a mis clientes mediante actos carentes de garantía procesal, mi oposición jurídico-profesional se convierte en “opositor” a lo ecuatoguineano.
Empero, esos calificativos gratuitos, oportunistas, propios de gente acomplejada, no deja ir a misa ante cualquiera instancia del poder. Y lo cierto es que esos detractores acaban siempre en desgracia cuando se descubre que su objetivo, utilizando como tapadera la condición opositora de Ponciano, acaban siempre en desgracia cuando la divina providencia descubre su realidad de fondo, que no suele ser otra cosa que el enriquecimiento injusto.
Entonces, si la práctica cotidiana de calificar como “opositor” al que realmente no lo es, porque su conducta no se encaja en la definición de “oposición política” que nos ha ofrecido el constitucionalista Mario FERNÁNDEZ BAEZA, ¿qué se entiende por “opositor” en Guinea Ecuatorial?
Es hora para que los ciudadanos ecuatoguineanos que tienen el derecho de dar calificativos a los demás, se pongan a la altura de las circunstancias para aproximar a la realidad sus comportamientos antidemocráticos, los cuales se oponen incluso a las propias leyes reguladoras de los atributos que imponen a sus supuestos oponentes políticos. Pues, si la propia Ley Fundamental de Guinea Ecuatorial reconoce el “pluralismo político” ¿Por qué el término OPOSITOR sigue siendo peyorativo en Guinea Ecuatorial, e incluso con exclusión social del que lo detenta?
Es una historia que parece un cuento, o un cuento que parece una historia, pero la realidad es que en el fondo hay una verdad muy triste.
Fuente: Ponciano Mbomio Nvo
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