Cuantiosos escritos en diferentes formatos están saliendo en distintas cloacas de las redes sociales y paginas web guineanas con un único mensaje NO ACUDIR A VOTAR en las próximas elecciones del 26 de mayo en Guinea Ecuatorial. Quiero recordar que Guinea Ecuatorial es un país donde, para una cuarta parte del todo su gobierno es una tiranía impropia, para otra cuarta parte ese mismo gobierno es una dictadura con la D de dura, para otra cuarta es un ensayo democrático y para un grupito es una Democracia. Sólo para repartir la tarta, pero en realidad, Guinea Ecuatorial es una dictadura, pura y dura. La pregunta es ¿Qué hay que hacer para desmantelarla? Si alguien ha encontrado una piedra filosofal para este cometido, por favor que la comparta.
Decía yo que cualquiera que asoma a los escritos que se producen sobre el caso, diría que se trata de las primeras elecciones que se celebran en Guinea Ecuatorial y en las que ocurre todo lo que venimos debatiendo: las primeras que anteponen el fraude como amenaza, las primeras en que los exiliados llaman a la abstención, las primeras en que acude la CPDS superando las voces que claman “su no acudir”; las primeras en que la dictadura sube su grado de intolerancia, las primeras en que cada guineano quiere decir lo que piensa a su manera. Evidentemente, y a buen seguro estoy colaborando también a crear esa sensación al seguir dándole cuerda a un asunto que cada cuál lo está trabando donde mejor se crea el “barrullo”, con ganas de enredar más la situación. Lo cierto es que no son las primeras ni las únicas en que unos llaman a la abstención y otros llaman a votar, en el que unos piensan que quedando en casa ‘calladito’ resolverá nuestros problemas y otros convencidos de que las elecciones son una ocasión propicia para expresar el rechazo a la dictadura.
No obstante, parece que pocas elecciones han despertado tanta atención e interés, si acaso será porque se abre un abanico muy amplio de senadores, parlamentarios, controladores de cuentas, defensores del pueblo y un sin fin de nuevos “honorables de la dictadura”, que ellos, los aspirantes de estos títulos, ya estarán diseñando los colores, insignias, trajes para hacer perdurar la dictadura y que el hijo de Obiang siga con la dictadura. De las elecciones como tal poco puedo decir, a no ser que quisiera meterme una camisa de once varas, que es lo que siempre ocurre cuando se quiere discutir, analizar, opinar para buscar puntos de encuentro en la situación guineana, donde todo es imperiosamente inanalizable.
Si desde que escribo estas líneas hasta que se abren las urnas el día 26 de mayo, la llamada de los abstencionistas sigue siendo no ir a votar, abría que preguntar ¿Cuál es el fin?. No sería mucho pedir que alguien de los abstencionistas nos diga si la abstención es la finalidad, o es un medio para un fin. Dicho de otro modo. Abstención si, y después qué. Si se convierte el fin la abstención, quedará también como el punto final el arrebato de la chusma, los insultos y descalificaciones entre unos partidos hacía otros, los tirones de orejas, los impropios y las descalificaciones periodísticas para obtener el punto débil de este presidente o fulano secretario de tal partido político, y acabaremos el día con un sueño benigno de haber vomita exabruptos a los que quizás no tienen nada que ver con que la dictadura sea lo que hoy es. Pero, desgraciadamente este es nuestro modo “guineano” de hacer amigos y cómo no, de hacer política. Vuelvo a la pregunta, ¿Qué proponen los abstencionistas? ¿Corea del Norte tiene oposición interna? ¿Cuba tiene oposición interna? ¿Por qué estas dictaduras no han caído por sí solas? Piensen señores, quedar en casa no resolverá nuestros problemas. nuestros problemas se resuelven en la calle gritando, no en casa calladito.
Los crispines, que es la manía que tienen muchos de pluralizar mi nombre, sigo diciendo que acudir a votar a CPDS es la mejor opción en estos momentos para empujar a la dictadura hacía el precipicio. No hace falta que estemos de acuerdo en muchas cosas, sino en una. EMPUJARLA. En mi opinión sólo veo que el camino trazado, analizando las circunstancias en todos los ángulos hoy por hoy, pasa por acudir a votar al CPDS y ayudarles a corregir errores que como humanos hayan podido cometer y que son muchos.
Se ara la tierra con los bueyes que se tenga. Si hablamos de la abstención, diríamos que muchos guineanos saben lo que es votar (avot, en fang, no sé como se dice en bubi, ni en otras lenguas nativas, lo siento), pero muchos de ellos no saben lo que es abstención (no ir a votar). Un amplio sector de la población vive en la sombra de todo lo que “los crispines” escriben, que soy yo mismo. Hay ejemplos anteriores que hoy me permiten recordar. Si hubo abstención en 1993, con la ayuda incalculable de Rafi de la Torre en su “Diario hablado para Guinea Ecuatorial” y también porque había políticos en Bata y Malabo que corrían la voz. Hoy no hay nada y lo único que nos queda de aquel eximio recuerdo es el CPDS. Por lo que aconsejo que no es momento para morir en la sobra y en el anonimato, sino aprovechar estos “tambores desgastados” de la CPDS para hacer ruido y más ruido.
Quiero decir que este carajal de las elecciones del 26 de mayo, no nos debería volver a sorprender sumidos en la dispersión de discusiones, en las grietas de rencores y enemistades, en las desavenencias de las disputas de quién es el “mejor”. Yo aconsejaría al CPDS que anduviera en transporte público representativo, que sea victima cada vez que cada guineano lo es, incluso a estos que llevan el “popó” del PDGE. Que sea coherente con lo que dice, e incoherente con lo que se le acusa. Que baje el volumen de orgullo de sentirse mejor por estar aquí en Guinea Ecuatorial, sobre todo que busca caer bien alejado de este rostros tan rancio de quien espera a los votantes de la corte celestial. Si vas a pedir mi voto, que ya lo tienes, deberías conquistarlo con buena cara y buenos argumentos. Tenemos que aupar al CPDS en estos momentos, es hoy por hoy la mejor baza para luchar contra la dictadura.
Crispin
Fuente: opinion
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