¿Qué necesidad tenía Emilio Nsue López de meterse en ese lío? Es probablemente la pregunta más recurrente que muchos guineanos y no guineanos estamos haciéndonos. Nacido en España, de padre guineano y madre española, jugador de fútbol de élite que vive holgadamente sin ningún tipo de apuro económico, en contraste con un país, Guinea Ecuatorial, en el que todo lo que toca se pudre, y donde los individuos corruptos que pululan por allí, consideran el robo como su deporte favorito.
Ciertamente, viéndolo así, Emilio Nsue López no tendría ninguna necesidad de meterse en ese fango. Pero hay algo que debo subrayar aquí y que debería servir de lección y aprendizaje para TODOS aquellos individuos corruptos que creen que Guinea Ecuatorial pertenece a unos pocos, que solo aquellos que nacen y viven en Guinea Ecuatorial son verdaderamente guineanos. Aquellos que solo hablan fang son los únicos guineanos. Nada más lejos de la realidad y nada más patético que seguir pensando de esta forma arcaica y errónea.
Guinea Ecuatorial es un país con una rica diversidad cultural, que avanza sin ningún atisbo de separación ni discriminación en fraterna unión, como reza nuestro himno nacional. Incluso nos exigen que conservemos siempre esa unidad. Pero siempre surgen individuos que en su delirio mental piensan que por pertenecer a un partido o asociación, o por ser de tal etnia o de tal otra, o de una familia u otra, están por encima de la ley y son más guineanos que otros, y se jactan de ello y lo alardean allí donde van.
No hace falta remontarse a los archivos históricos para evocar la realidad del mundo actual, donde Barack Obama, de padre keniano, ha sido presidente de los Estados Unidos, el actual primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, tiene ascendencia india y emigró al Reino Unido, y las selecciones africanas de fútbol están plagadas de futbolistas cuyos padres o algunos de ellos nacieron en África, mientras ellos viven en Europa.
¿Qué necesidad tiene Emilio Nsue de meterse en ese lío? ¡Pues, mucha! Porque Emilio Nsue es tan guineano como cualquier guineano. Comprendo las dudas e incluso las chanzas, ya que no es habitual en el tribalismo mundo guineano aceptar la diversidad que florece en nuestro país. Por eso resulta una osadía para algunos que Emilio Nsue López denuncie a viva voz las corruptelas y maniobras de los miembros de la FEGUIFUT (Federación Ecuatoguineana de Fútbol). Los endogámicos de siempre llaman ?blancos? a hijos de guineanos de pura cepa, y los tildan de ?occidentales? porque quieren seguir alimentándose de la mediocridad.
En estos días hemos sido testigos de escenas vergonzosas protagonizadas por la FEGUIFUT, donde el presidente de la misma entidad y un ministro de Deportes, de motu proprio, han decidido desmantelar la selección de fútbol sin dar explicaciones. Es algo muy común en nuestra Guinea Ecuatorial: tomar decisiones sin necesidad de dar explicaciones a nadie, apartando fraudulentamente a dos de los grandes íconos de la selección, como es el capitán Emilio Nsue López e Iban Salvador Edu. Aclarando las dudas de algunos y confirmando las creencias de otros, Emilio Nsue López está respondiendo a la pasión que le ha despertado el pueblo de Guinea Ecuatorial, su gente, su cultura, su deporte, con el que él se siente integrado y corresponsable. Busca denunciar y renovar el ámbito del mejor estandarte de la Marca Guinea Ecuatorial, que es la selección NZALANG.
Desde la serenidad, sin aspavientos, sin complejos de un elefante en tienda de corruptos chupópteros, ladrones que están continuamente vaciando a Guinea Ecuatorial de sus bienes. Emilio lo hace desde la verdad, sin mangueras a presión, sin voces justicieras, solo pretende despertar una selección que está siendo enterrada por un grupo de ladrones que siempre quieren ver a Guinea Ecuatorial aturdida y paralizada.
La selección de Guinea Ecuatorial, Nzalang Nacional, es un equipo que ha despejado de manera considerable, pero no se puede permitir que arrastre una imagen embrollada y espesa, inadecuada y turbia. Evidentemente, ni Emilio Nsue López, ni el vicepresidente de la República, ni Teodoro Obiang Nguema, ni nadie tiene la varita mágica que con un espolvoreo instantáneo devuelva el brillo y el esplendor a una administración que tiene perfiles muy borrosos. Pero no se pierde nada con intentar hacer una limpieza a fondo, un fumigado sublime, para reducir a tantas ratas cancerosas que esquilman inmisericordemente el dinero del Estado de Guinea Ecuatorial para sus fechorías.
¡Ya basta! Tolerancia cero con los corruptos. Y es ahí donde Teodoro Nguema Obiang Mangue, el vicepresidente, ha vuelto a fallar, ha perdido una oportunidad única para romper con el pasado corrupto y el cáncer que condena a Guinea Ecuatorial al subdesarrollo. Emilio Nsue López está sintiendo lo mismo que muchos guineanos que amamos demasiado a este país sentimos, y por eso propone gramos de sensatez y claridad, con la supervisión de quien queráis que supervise: la justicia, el vicepresidente, una comisión rogatoria, etc., para que la FEGUIFUT sea una entidad responsable y respetable dentro y fuera de nuestro país. Que haya hombres y mujeres dotados de capacidad en el ámbito de la gestión y con sincero ánimo de hacer las cosas bien dentro de la FEGUIFUT.
Si Nguema Obiang hubiera tomado decisiones drásticas dejando actuar a la justicia, nuestra federación de fútbol sería el primer escaparate de limpieza y eficacia de nuestro país, y sería una entidad que, mediante el deporte, contribuiría a que nuestros jóvenes sean mejores personas. Por eso Nguema Obiang Mangue, como vicepresidente de la República de Guinea Ecuatorial, ha vuelto a dejar de tomar decisiones y directivas trascendentales, reformas sustanciales y medidas que releguen de una vez por todas a las personas que roban el dinero de todos. No se trata de complacer al ladrón, sino de doblegarlo, para generar en nuestra Nzalang Nacional una renovación con la apuesta por un proceso limpio que desemboque en la unidad nacional.?
Fuente: propia